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Si alguna vez ha pensado en un viaje que trascienda lo ordinario, que no solo le revele nuevos destinos, sino que también lo haga partícipe de las comunidades, el turismo transformador es lo que está buscando. Este tipo de turismo tiene como propósito sumergirlo en una cultura diferente, no solo como espectador, sino como protagonista activo de la transformación del lugar que visita, en donde tendrá la oportunidad de experimentar de manera inmersiva las realidades de los territorios que explora, interactuando directamente con la cultura local.
Bogotá ofrece una experiencia única en este tipo de turismo, pues en el barrio La Perseverancia, en la localidad de Santa Fe, se encuentra “La Perse”, un proyecto liderado por los hermanos Nicolás y Santiago Mojica, que busca conectar a los visitantes con la rica cultura local, ofreciendo una inmersión auténtica y transformadora. El proyecto se enfoca en ofrecer experiencias turísticas auténticas y educativas que revelan la verdadera esencia del barrio, al mismo tiempo que brindan oportunidades de cambio a personas con un pasado difícil.
“La Perse” es un tour por los puntos clave de La Perseverancia llamado Las Vivencias de la Banda, donde guías locales, todos residentes del barrio, llevan a los turistas a descubrir los lugares emblemáticos de uno de los primeros barrios obreros de la capital. En este recorrido, se visitan sitios como la chichería de Doña Tere, donde se aprende sobre la producción tradicional de chicha, la historia del Festival de la Chicha, y la creación de artesanías en madera. Además que se aprende sobre la histórica disputa entre la chicha y la cerveza, un conflicto que dejó una profunda huella en la comunidad.
También incluye sitios que fueron marcados por el conflicto de bandas y la delincuencia, proporcionando una visión cruda de la que era el barrio y la evolución de este. Luego, se le permite a los visitantes explorar la Bogotá rural, en sitios como el Mirador de los Atrapados y el Monumento del Silencio, los cuales estan más allá del barrio, cerca de los cerros. Este último monumento es especial pues es una serie escultórica de 16 metros, que fue donado por el maestro Eduardo Ramírez Villamizar a la Alcaldía de Bogotá.
Sin embargo, lo que realmente destaca en este recorrido es que está guiado por 15 personas, entre las que se incluyen exconvictos, los cuales comparten sus historias de superación y resiliencia, entrelazando sus experiencias personales con el patrimonio cultural de este emblemático barrio de la capital.
Este proyecto está impulsado por BePelican, una plataforma digital creada por los hermanos Mojica, que se dedica a visibilizar emprendimientos sociales mediante el turismo. Su misión es conectar comunidades vulnerables con viajeros en busca de experiencias transformadoras, mientras brinda apoyo a las comunidades en la transformación de sus iniciativas, lo cual va desde la generación de ideas hasta el desarrollo de emprendimientos sostenibles.
El Espectador habló con Nicolás Mojica, comunicador y cofundador de la empresa, para conocer más sobre el proyecto y las iniciativas que están transformando el espacio.
¿Cómo nació el proyecto “La Perse”?
Nuestro proyecto surge de una fundación establecida en 2019, aunque llevamos años trabajando en diversas iniciativas sociales. Sin embargo, muchas de estas no prosperaron debido a la falta de sostenibilidad. A lo largo de nuestra experiencia como voluntarios y líderes de proyectos sociales, nos dimos cuenta de que, a pesar de realizar labores valiosas como la entrega de mercados y donaciones de ropa, no estábamos atacando el problema de raíz, lo que nos llevó a replantearnos nuestra estrategia.
En este proceso de reflexión, descubrimos el potencial del emprendimiento social. Identificamos que muchas personas en situación de vulnerabilidad, que vivían del “rebusque” diario, poseían habilidades y capacidades que podían ser potenciadas. Por ello, nos propusimos ser el puente entre “el rebusque” y el emprendimiento.
Aquí entra el barrio La Perseverancia, un lugar con una historia rica y una cultura local muy tradicional de la Bogotá de antaño. Sin embargo, a pesar de su herencia cultural, también ha enfrentado problemas significativos, como la delincuencia y otras dificultades sociales. Aquí es donde entramos, pues el barrio también ha tenido diversos proyectos comunitarios que han trabajado para mejorar las condiciones de la comunidad, entonces lo que nosotros hacemos es impulsarlos.
¿Cómo seleccionaron a los guías turísticos? ¿Qué habilidades y cualidades debían tener para su inclusión en el proyecto?
Nuestro proceso de selección para el proyecto es inclusivo y se enfoca en el compromiso de los participantes con su propio desarrollo. Desde la fundación, ofrecemos capacitaciones integrales que abarcan no solo habilidades de emprendimiento, sino también desarrollo personal. Entonces, al trabajar con personas que han enfrentado desafíos significativos, como ex reclusos que por ejemplo han durado casi 11 años en prisión, se encuentran con un mundo transformado por la tecnología y enfrentan estigmatización social, tenemos la misión de brindarles oportunidades de reinserción y crecimiento.
Sin embargo, la selección no se basa en criterios tradicionales como una hoja de vida, sino en la disposición de los participantes para comprometerse con el proceso de transformación. A medida que avanzan en el programa, identificamos sus habilidades únicas y los integramos al proyecto según sus fortalezas. Por ejemplo, hemos descubierto que algunos ex reclusos poseen excelentes habilidades de comunicación y ventas, que anteriormente fueron mal encauzadas, pero que ahora pueden ser aprovechadas positivamente.
¿Qué tipo de formación o apoyo se les brindó a los guías para prepararlos para su rol actual?
Actualmente, estamos implementando cursos de inglés para nuestros guías, lo que demuestra nuestro compromiso con el desarrollo continuo. La idea es que el proyecto evolucione constantemente, ofreciendo nuevas experiencias a los visitantes y oportunidades de crecimiento a los participantes.
Además, desde nuestra fundación, hemos comenzado a capacitar y guiar a estas personas en temas de emprendimiento, especialmente considerando que muchas de ellas no habían completado su educación formal. Nuestro enfoque es que no solo se concientice y capacite en emprendimiento, sino también la creación de oportunidades para dar a conocer estos nuevos negocios, entonces, lo que hacemos es proporcionar las herramientas y el apoyo necesarios para que estos emprendimientos sean sostenibles a largo plazo, rompiendo el ciclo de pobreza y fomentando el desarrollo autónomo de las comunidades.
Nuestro proceso ha sido largo y complejo, abarcando casi cinco años de trabajo de sensibilización y diálogo constante. El desafío principal radica en la cultura de reincidencia delictiva, arraigada en muchos habitantes del barrio debido a sus circunstancias de vida. Y es que la transformación no es inmediata, de hecho requiere tiempo para que las personas se conozcan a sí mismas, ganen credibilidad y aprendan nuevas habilidades, entonces nosotros les enseñamos desde finanzas básicas hasta marketing digital, adaptando conceptos de emprendimiento a su realidad.
Por ejemplo, les enseñamos a manejar redes sociales con enfoque empresarial, diferenciándolas de sus cuentas personales. Les ayudamos a entender la importancia de la segmentación de clientes y a adaptar sus servicios a mercados específicos, como turistas hispanohablantes. Nuestro rol va más allá de ser simples instructores; nos convertimos en figuras de apoyo constante, ofreciendo motivación y orientación. Manejamos las expectativas y las frustraciones, especialmente cuando los resultados no son inmediatos.
Un aspecto crucial es la educación financiera. Les enseñamos a gestionar los ingresos de los tours (actualmente vendidos a 50.000 pesos por 3.5 horas) de manera sostenible, planificando gastos futuros y reinversión en el negocio.
¿Tienen planes futuros para expandir este proyecto?
Nuestra organización ha expandido sus esfuerzos a La Guajira, un destino turístico popular con desafíos únicos. Esto se debe a que mientras que la Alta Guajira, con lugares como Punta Gallinas y Cabo de la Vela, atrae a muchos turistas debido a su infraestructura desarrollada, hemos observado que las comunidades wayúu locales a menudo no se benefician directamente del turismo. Nosotros buscamos cambiar esta dinámica. Queremos crear experiencias turísticas en las que las comunidades wayúu sean las anfitrionas directas, en lugar de ser simplemente una atracción turística, esto incluye experiencias auténticas como dormir en chinchorros o participar en comidas comunitarias, en lugar de ofrecer un servicio hotelero convencional.
Trabajamos tambien con San Basilio de Palenque, y con diversas comunidades como María la Baja, San Pedro el Consolado y San Jacinto, cada una con un patrimonio cultural único que incluye tradiciones como el bullerengue, técnicas de tejido distintivas y música de tambores.
Un plan de expansión que tenemos para el futuro se centra en los Montes de María, una región que, a pesar de haber sufrido intensamente debido a la violencia del conflicto armado, posee una riqueza natural y cultural extraordinaria. Por ejemplo, un aspecto crucial de esta región es el bosque seco tropical, un ecosistema en peligro que en Colombia ha reducido su extensión al 8%. Nuestro enfoque turístico no solo busca preservar, sino también regenerar este entorno. Por ejemplo, ofrecemos una “Ruta del Jaguar” que culmina con la siembra de árboles nativos, combinando así la experiencia turística con la conservación activa.
¿Que dificultades han tenido al realizar estos proyectos?
Enfrentamos varios desafíos significativos. Aunque estos destinos están relativamente cerca de centros turísticos, la mayoría de los visitantes tienden a permanecer en las zonas más conocidas, lo que nos pone una barrera la cual debemos superar para atraer turistas hacia áreas menos exploradas, donde pueden descubrir una riqueza cultural y natural que no se encuentra en los circuitos tradicionales. Sin embargo, el acceso a estas comunidades es complicado y requiere vehículos 4x4 debido a la falta de carreteras adecuadas, lo que incrementa considerablemente los costos del viaje. Esto nos afecta porque operamos de manera autofinanciada, sin grandes patrocinios externos, entonces nuestros recursos son limitados, pero maximizamos su impacto a través de una orientación personalizada y práctica.
Otros desafio es gestionar las expectativas de los turistas, quienes pueden cuestionar el costo en relación con las comodidades ofrecidas, comparándolo con hoteles de lujo. Nuestra tarea es destacar el valor único de esta experiencia: no se trata solo de alojamiento, sino de la oportunidad de ser recibido por una comunidad y sumergirse en su cultura de manera genuina. De hecho, nuestro reto es motivar a los turistas a explorar más allá de los circuitos tradicionales, mostrándoles la riqueza cultural y natural que existe en estas áreas menos exploradas.
¿De qué manera el proyecto contribuye al desarrollo económico y social del barrio de La Perseverancia?
Nuestro proyecto ha logrado un impacto significativo en La Perseverancia, transformando la mentalidad de antiguos convictos hacia el turismo como fuente legítima de ingresos. Esto ha incrementado la seguridad en el barrio, cambiando la percepción pública más allá de la conocida plaza central. Además el tour, que esta diseñado como un “trekking urbano”, no solo beneficia a los guías, sino que también impulsa la economía local, ya que durante este los visitantes interactúan con diversos emprendimientos locales: compran empanadas, agua, dulces y otros productos, activando un efecto multiplicador económico en la comunidad.
¿Cómo se han involucrado los residentes de La Perseverancia en la preparación y ejecución del proyecto?
Aunque el tour se lanzó hace apenas unos meses, ya estamos planificando la siguiente fase de desarrollo. Uno de nuestros objetivos es crear recuerdos tangibles de La Perseverancia para los visitantes. Esto nos lleva a explorar la rica tradición artesanal del barrio, especialmente en el trabajo de la madera.
Lo que estamos haciendo es indentificar artesanos locales que puedan crear souvenirs auténticos, lo que no solo proporcionará a los turistas un recuerdo físico de su experiencia, sino que también revitalizará oficios tradicionales que se han ido perdiendo con el tiempo. Este enfoque tiene un doble beneficio: por un lado, ofrece nuevas oportunidades económicas a los artesanos locales, y por otro, ayuda a preservar y promover las tradiciones culturales del barrio.
¿Qué pasos seguirán después del evento para continuar el impulso y el impacto generado por la jornada del 30 de agosto?
Nuestro objetivo inmediato es generar confianza en el público ya que la gente comprenderá que es una experiencia segura. Esto es especialmente importante porque existe el dicho de que “a La Perseverancia se subía a pie y se bajaba en ambulancia”, una frase que escuchamos frecuentemente durante la promoción.
Entonces, este evento, que será el viernes 30 de agosto a las 8 a.m. permitira que todos enscuchen estos testimonios de primera mano de los guías y como han trabajado para mejorar la calidad de vida de si mismos y de sus barrios al utilizar el turismo como medio para la rehabilitación social, ofreciendo una perspectiva única y auténtica del barrio La Perseverancia.
Por otro lado, estamos lanzando un periódico llamado “Huellas: Historias de Transformación”. Aunque aún está en borrador, sin embargo, narrará las historias de los habitantes del barrio. Planeamos distribuirlo en puntos de información turística y hoteles de Bogotá para mostrar que el tour es más que una simple visita; es un relato vivo de la historia del barrio.
¿Han establecido alianzas con el sector público o privado para capacitaciones y otros aspectos del proyecto?
Hemos esta establecido alianzas con influencers, reconociendo la importancia de las redes sociales en la actualidad. Además Recientemente, hemos establecido una alianza con el sector público al ganar una convocatoria de Fondetur del Instituto Distrital de Turismo. Este proyecto nos ha permitido financiar parte de la dotación, el periódico que mencioné anteriormente, y algunos viajes de influenciadores.
Respecto al sector privado, estamos buscando alianzas que vayan más allá de la simple capacitación. Proponemos un intercambio de conocimientos: las empresas participarían en nuestros tours, lo cual hemos notado que fortalece el trabajo en equipo y desarrolla habilidades blandas de forma natural. A cambio, estas empresas podrían ofrecer capacitación en sus áreas de experiencia, ya sea tecnología, marketing, finanzas o contabilidad.
Por ultimo, hemos comenzado con alianzas públicas a través de Fontur.
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