Valle del Cauca, un destino rico y multicultural
Avistamiento de aves y de ballenas. Salsa y ritmos del Pacífico. Gastronomía deliciosa, ferias y festivales. El Valle invita a nacionales y extranjeros a disfrutar su riqueza.
Redacción Especiales
Gracias a la gran apuesta interinstitucional, entre la Gobernación del Valle del Cauca y la Alcaldía de Santiago de Cali —a través de sus secretarías de Turismo—, el Cali Valle Bureau, la Cámara de Comercio de Cali, Propacífico y diferentes gremios del sector, como Cotelvalle, Anato, Acodrés y Acoga, entre otros, hoy el departamento ha crecido significativamente en la industria turística.
La estrategia de posicionamiento turístico en Cali y el Valle del Cauca se ha enfocado en cuatro líneas que hacen el destino más atractivo a nivel nacional e internacional: turismo cultural, reuniones, de naturaleza y turismo de salud, deportivo y aventura.
Entre enero y febrero de este año, el número de turistas extranjeros que arribaron al Valle del Cauca fue de 30.464 personas, un incremento del 8,9 % respecto al año 2018. Estos turistas procedían en su mayoría de Estados Unidos, Ecuador, Perú, Panamá, Chile y México.
“Es un gran logro para nuestro destino ver cómo ha crecido el turismo en los últimos años. Sabemos que Cali y el Valle del Cauca cuentan con todo el potencial para atraer turistas de todo el mundo y tenemos que tener en cuenta que esto representa un gran desarrollo económico para la región”, dice Stefanía Doglioni, directora ejecutiva del Cali Valle Bureau.
Para todos los gustos
El Valle lo tiene todo, gracias a la plurietnia y la multiculturalidad. Esa es una de las premisas de Dilian Francisca Toro, gobernadora del Valle, y Julián Franco, secretario de Turismo del departamento.
Según los funcionarios, entre las recomendaciones de las rutas de aventura está hacer parapente en Roldanillo y La Unión o practicar deportes náuticos en Calima, que es el tercer lugar del mundo con vientos más rápidos.
El turismo religioso también es elegido por muchos, gracias a Buga, Pueblo Patrimonio de Colombia, donde está el Señor de los Milagros, que recibe alrededor de 3.000 visitantes al año.
Otros destinos que vale la pena visitar son los cerros de las Tres Cruces y el de Cristo Rey, en Cali; la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, en Cartago; el vitral de la parroquia de la Sagrada Concepción de Versalles, y la capilla de la Ermita o Santuario de Nuestra Señora de las Lajas, en La Unión, entre muchos otros.
“Los festivales y la gastronomía no se pueden quedar por fuera, y eso también es por la diversidad tan grande que tenemos en un solo departamento”, dice Dilian Francisca Toro.
“Además de que Cali sea la capital de la salsa tenemos ballet, jazz, teatro, currulao y muchos otros ritmos, junto con festivales como el Petronio y otros como el de la Bandola, en Sevilla, o el del Mono Núñez, en Ginebra, o el de la marimba en la costa Pacífica. La multiculturalidad es inmensa”, añade la gobernadora.
Por otro lado, Dago y David Ospina, dos de los influenciadores de viajes más reconocidos y con las cifras más altas de seguidores, incluyen entre su top cinco de recomendaciones en Colombia el Oasis de la Sirena, en el río Danubio.
“Escondida entre los bosques y montañas del Parque Nacional Natural Farallones de Cali, entre Buenaventura y Cali, se encuentran las aguas cristalinas y color esmeralda del río Danubio, las cuales conducen al Oasis de la Sirena, que, además de ser una da las cascadas más lindas de Colombia, cuenta con piscinas naturales y un ecosistema ideal para conectarse con la naturaleza y respirar aire puro”, cuentan los viajeros.
Visitar La Sirena es un plan de medio día, a tan solo un par de horas de Cali, y de muy bajo costo. Para los más aventureros, puede ser una parada en su visita a los Farallones, una de las zonas con mayor biodiversidad del mundo y famosa por ser un gran lugar para el avistamiento de aves, otro de los puntos fuertes del turismo del departamento.
Mientras tanto, para los amantes del mar, a tan solo tres horas de viaje por carretera de Cali y con cortos desplazamientos por el Pacífico vallecaucano, los viajeros tienen mar, sol, playa y una de las mejores gastronomías de Colombia. Juanchaco, Ladrilleros y La Bocana son algunos de esos destinos para conocer un paisaje exuberante, cuna de manglares y de la más prodigiosa naturaleza.
Gracias a la gran apuesta interinstitucional, entre la Gobernación del Valle del Cauca y la Alcaldía de Santiago de Cali —a través de sus secretarías de Turismo—, el Cali Valle Bureau, la Cámara de Comercio de Cali, Propacífico y diferentes gremios del sector, como Cotelvalle, Anato, Acodrés y Acoga, entre otros, hoy el departamento ha crecido significativamente en la industria turística.
La estrategia de posicionamiento turístico en Cali y el Valle del Cauca se ha enfocado en cuatro líneas que hacen el destino más atractivo a nivel nacional e internacional: turismo cultural, reuniones, de naturaleza y turismo de salud, deportivo y aventura.
Entre enero y febrero de este año, el número de turistas extranjeros que arribaron al Valle del Cauca fue de 30.464 personas, un incremento del 8,9 % respecto al año 2018. Estos turistas procedían en su mayoría de Estados Unidos, Ecuador, Perú, Panamá, Chile y México.
“Es un gran logro para nuestro destino ver cómo ha crecido el turismo en los últimos años. Sabemos que Cali y el Valle del Cauca cuentan con todo el potencial para atraer turistas de todo el mundo y tenemos que tener en cuenta que esto representa un gran desarrollo económico para la región”, dice Stefanía Doglioni, directora ejecutiva del Cali Valle Bureau.
Para todos los gustos
El Valle lo tiene todo, gracias a la plurietnia y la multiculturalidad. Esa es una de las premisas de Dilian Francisca Toro, gobernadora del Valle, y Julián Franco, secretario de Turismo del departamento.
Según los funcionarios, entre las recomendaciones de las rutas de aventura está hacer parapente en Roldanillo y La Unión o practicar deportes náuticos en Calima, que es el tercer lugar del mundo con vientos más rápidos.
El turismo religioso también es elegido por muchos, gracias a Buga, Pueblo Patrimonio de Colombia, donde está el Señor de los Milagros, que recibe alrededor de 3.000 visitantes al año.
Otros destinos que vale la pena visitar son los cerros de las Tres Cruces y el de Cristo Rey, en Cali; la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, en Cartago; el vitral de la parroquia de la Sagrada Concepción de Versalles, y la capilla de la Ermita o Santuario de Nuestra Señora de las Lajas, en La Unión, entre muchos otros.
“Los festivales y la gastronomía no se pueden quedar por fuera, y eso también es por la diversidad tan grande que tenemos en un solo departamento”, dice Dilian Francisca Toro.
“Además de que Cali sea la capital de la salsa tenemos ballet, jazz, teatro, currulao y muchos otros ritmos, junto con festivales como el Petronio y otros como el de la Bandola, en Sevilla, o el del Mono Núñez, en Ginebra, o el de la marimba en la costa Pacífica. La multiculturalidad es inmensa”, añade la gobernadora.
Por otro lado, Dago y David Ospina, dos de los influenciadores de viajes más reconocidos y con las cifras más altas de seguidores, incluyen entre su top cinco de recomendaciones en Colombia el Oasis de la Sirena, en el río Danubio.
“Escondida entre los bosques y montañas del Parque Nacional Natural Farallones de Cali, entre Buenaventura y Cali, se encuentran las aguas cristalinas y color esmeralda del río Danubio, las cuales conducen al Oasis de la Sirena, que, además de ser una da las cascadas más lindas de Colombia, cuenta con piscinas naturales y un ecosistema ideal para conectarse con la naturaleza y respirar aire puro”, cuentan los viajeros.
Visitar La Sirena es un plan de medio día, a tan solo un par de horas de Cali, y de muy bajo costo. Para los más aventureros, puede ser una parada en su visita a los Farallones, una de las zonas con mayor biodiversidad del mundo y famosa por ser un gran lugar para el avistamiento de aves, otro de los puntos fuertes del turismo del departamento.
Mientras tanto, para los amantes del mar, a tan solo tres horas de viaje por carretera de Cali y con cortos desplazamientos por el Pacífico vallecaucano, los viajeros tienen mar, sol, playa y una de las mejores gastronomías de Colombia. Juanchaco, Ladrilleros y La Bocana son algunos de esos destinos para conocer un paisaje exuberante, cuna de manglares y de la más prodigiosa naturaleza.