Viajar a San Andrés, la mejor forma de ayudar a todo el archipiélago

Luego de más de una semana de las noches de horror que sufrieron San Andrés, Providencia y Santa Catalina, la frontera azul de Colombia, el archipiélago reconocido mundialmente por su belleza y biodiversidad, tan lindo como olvidado por muchos, pero siempre resiliente y trabajador, pide a los colombianos y extranjeros que visiten la isla para contribuir con la reactivación económica de las miles de familias que dependen del turismo.

“El 90 % del archipiélago gira en torno a este sector. Providencia y Santa Catalina sufrieron una gran afectación con el paso del huracán Iota, San Andrés tuvo daños, pero puede efectuar sus mejoras de una forma más rápida; entonces, si nosotros dinamizamos el turismo, podemos hacer que Providencia también se vea beneficiado”, asegura Juan Carlos Osorio Aguilar, presidente de Cotelco, Capítulo San Andrés.

“Nosotros somos grandes generadores de empleos y eso se ve reflejado en todo el archipiélago; por eso, estamos haciendo una reconstrucción rápida, habilitando las vías que tuvieron inconvenientes y organizando los atractivos turísticos de la isla. Los hoteleros tenemos tal capacidad de resiliencia, que al minuto seguido que nos dijeron que podíamos activar las mejoras, empezamos a trabajar”, añade Osorio Aguilar.

Y es que, como ya se sabe, uno de los sectores más afectados por la crisis mundial generada por la pandemia ha sido el de los viajes, y San Andrés, Providencia y Santa Catalina, al ser destinos dependientes del turismo, han sido algunos de los más perjudicados.

Sin embargo, sus cerca de cuarenta sitios para bucear, unas de las mejores playas del Caribe, un mar azul pero que también es verde y de tonos lila, hasta completar siete colores, y su gente llena de calidez y amabilidad, siempre serán una buena excusa para disfrutar de este archipiélago que fue declarado en 2000 Reserva Mundial de la Biosfera Seaflower.

“El turismo es la mejor alternativa para la recuperación de San Andrés, no solo por el empleo que genera de manera directa, que son 14.000 solo en la hotelería, sino por los encadenamientos productivos, pues el millón de visitantes al año antes de la pandemia demandan bienes y servicios, no solo del sector hotelero, sino también del sector gastronómico, del comercio, que también es muy importante en la isla, entre otros”, dice Gustavo Toro Velásquez, presidente de Cotelco.

Para ello hay razones de sobra: la belleza natural, los nostálgicos atardeceres, la tradicional cueva del pirata Morgan, el Hoyo Soplador, el Parque Regional Johnny Cay con sus múltiples atractivos, el ecoparque West View, además de la amplia oferta de actividades acuáticas como el buceo o snorkel para ver los arrecifes de coral y los llamativos peces multicolores; el kitesurf y el jet sky son más motivos para visitar este auténtico paraíso.

Sin contar, además, con los sabores típicos del archipiélago, como los mariscos, los pescados, la torta de plátano y las empanadas de cangrejo. O las notas alegres del reggae, la soca y el calypso, o las conversaciones de los lugareños hablando creole. Una fusión cultural de sabores, saberes y sonidos que se pueden disfrutar, junto a un delicioso coctel al frente del mar cristalino, sobre una playa de arena blanca y suave.

Pero ahora, además de divertirse, descansar y conocer algunos de los lugares más bonitos del Caribe, con su visita podrá ayudar a la recuperación de las islas.

“Los daños han sido en la mayoría materiales, todo se puede volver a conseguir, por eso estamos trabajando para restablecer pronto las operaciones y volver con más fuerza”, dice José Vicente Mayorquín, gerente general del GHL Relax Hotel Sunrise, quien, en su relato sobre las largas noches de vientos y lluvias, aún se oye nostálgico; sin embargo, también es reconfortante oír la fe que transmite con sus palabras. A pesar de que su hotel quedó con muchas afectaciones, tales que les tocó cerrar operaciones algunos días, él como la mayoría de sus trabajadores, según cuenta, sabe que ya no pueden cambiar nada de lo que pasó; al contrario, agradecer por la vida y trabajar para recuperar las pérdidas.

“Luego de la madrugada del lunes, la más dura, además de la tristeza por los daños, la incertidumbre por nuestros trabajadores era mayor. Queríamos saber que estaban bien, que a pesar de que la mayoría perdieron techos, se les dañaron los electrodomésticos, ropa y colchones, estaban con vida ellos y sus familias”, cuenta el gerente del Sunrise.

Con el paso de los días todos se han unido para trabajar (ojalá sigan contratando locales para la recuperación del archipiélago) e intentado volver a la normalidad. Los días de sol intenso y mar tranquilo regresaron. “Ya lo que pasó, pasó, no queda más que aprender y continuar. Estamos haciendo todo para tener un ambiente cómodo y seguro y volver a abrir nuestras puertas, esperamos que sea el lunes 30 de noviembre si las condiciones, el gobierno local y todos nos ayudamos”, añade Mayorquín.

(Lea también: Cotelco propone plan de ayudas para la hotelería de San Andrés, Providencia y Santa Catalina)

“Iniciando la recuperación de San Andrés y la reconstrucción de Providencia, es necesario establecer un plan maestro con un claro enfoque en turismo principalmente, dada la vocación del archipiélago. Este plan se debe estructurar en los ejes ambientales, culturales y económicos, vinculando a los habitantes nativos, sus tradiciones y saberes. Porque ¿para qué el turismo sí no es para el beneficio de las comunidades locales?”, enfatiza Javier Gómez R., director de la Corporación Turismo Paz y Desarrollo, y añade que “esta es la oportunidad de generar empleo y bienestar para los habitantes”.

Las vacaciones de fin de año están cerca, también estamos en semanas de descuentos por el Black Friday y, como dijo el presidente Iván Duque en su visita a la isla, “los servicios hoteleros y turísticos, así como el transporte comercial hacia San Andrés, están activos”. Entonces, ¿por qué no planear su próximo viaje desde ya?

Luego de más de una semana de las noches de horror que sufrieron San Andrés, Providencia y Santa Catalina, la frontera azul de Colombia, el archipiélago reconocido mundialmente por su belleza y biodiversidad, tan lindo como olvidado por muchos, pero siempre resiliente y trabajador, pide a los colombianos y extranjeros que visiten la isla para contribuir con la reactivación económica de las miles de familias que dependen del turismo.

“El 90 % del archipiélago gira en torno a este sector. Providencia y Santa Catalina sufrieron una gran afectación con el paso del huracán Iota, San Andrés tuvo daños, pero puede efectuar sus mejoras de una forma más rápida; entonces, si nosotros dinamizamos el turismo, podemos hacer que Providencia también se vea beneficiado”, asegura Juan Carlos Osorio Aguilar, presidente de Cotelco, Capítulo San Andrés.

“Nosotros somos grandes generadores de empleos y eso se ve reflejado en todo el archipiélago; por eso, estamos haciendo una reconstrucción rápida, habilitando las vías que tuvieron inconvenientes y organizando los atractivos turísticos de la isla. Los hoteleros tenemos tal capacidad de resiliencia, que al minuto seguido que nos dijeron que podíamos activar las mejoras, empezamos a trabajar”, añade Osorio Aguilar.

Y es que, como ya se sabe, uno de los sectores más afectados por la crisis mundial generada por la pandemia ha sido el de los viajes, y San Andrés, Providencia y Santa Catalina, al ser destinos dependientes del turismo, han sido algunos de los más perjudicados.

Sin embargo, sus cerca de cuarenta sitios para bucear, unas de las mejores playas del Caribe, un mar azul pero que también es verde y de tonos lila, hasta completar siete colores, y su gente llena de calidez y amabilidad, siempre serán una buena excusa para disfrutar de este archipiélago que fue declarado en 2000 Reserva Mundial de la Biosfera Seaflower.

“El turismo es la mejor alternativa para la recuperación de San Andrés, no solo por el empleo que genera de manera directa, que son 14.000 solo en la hotelería, sino por los encadenamientos productivos, pues el millón de visitantes al año antes de la pandemia demandan bienes y servicios, no solo del sector hotelero, sino también del sector gastronómico, del comercio, que también es muy importante en la isla, entre otros”, dice Gustavo Toro Velásquez, presidente de Cotelco.

Para ello hay razones de sobra: la belleza natural, los nostálgicos atardeceres, la tradicional cueva del pirata Morgan, el Hoyo Soplador, el Parque Regional Johnny Cay con sus múltiples atractivos, el ecoparque West View, además de la amplia oferta de actividades acuáticas como el buceo o snorkel para ver los arrecifes de coral y los llamativos peces multicolores; el kitesurf y el jet sky son más motivos para visitar este auténtico paraíso.

Sin contar, además, con los sabores típicos del archipiélago, como los mariscos, los pescados, la torta de plátano y las empanadas de cangrejo. O las notas alegres del reggae, la soca y el calypso, o las conversaciones de los lugareños hablando creole. Una fusión cultural de sabores, saberes y sonidos que se pueden disfrutar, junto a un delicioso coctel al frente del mar cristalino, sobre una playa de arena blanca y suave.

Pero ahora, además de divertirse, descansar y conocer algunos de los lugares más bonitos del Caribe, con su visita podrá ayudar a la recuperación de las islas.

“Los daños han sido en la mayoría materiales, todo se puede volver a conseguir, por eso estamos trabajando para restablecer pronto las operaciones y volver con más fuerza”, dice José Vicente Mayorquín, gerente general del GHL Relax Hotel Sunrise, quien, en su relato sobre las largas noches de vientos y lluvias, aún se oye nostálgico; sin embargo, también es reconfortante oír la fe que transmite con sus palabras. A pesar de que su hotel quedó con muchas afectaciones, tales que les tocó cerrar operaciones algunos días, él como la mayoría de sus trabajadores, según cuenta, sabe que ya no pueden cambiar nada de lo que pasó; al contrario, agradecer por la vida y trabajar para recuperar las pérdidas.

“Luego de la madrugada del lunes, la más dura, además de la tristeza por los daños, la incertidumbre por nuestros trabajadores era mayor. Queríamos saber que estaban bien, que a pesar de que la mayoría perdieron techos, se les dañaron los electrodomésticos, ropa y colchones, estaban con vida ellos y sus familias”, cuenta el gerente del Sunrise.

Con el paso de los días todos se han unido para trabajar (ojalá sigan contratando locales para la recuperación del archipiélago) e intentado volver a la normalidad. Los días de sol intenso y mar tranquilo regresaron. “Ya lo que pasó, pasó, no queda más que aprender y continuar. Estamos haciendo todo para tener un ambiente cómodo y seguro y volver a abrir nuestras puertas, esperamos que sea el lunes 30 de noviembre si las condiciones, el gobierno local y todos nos ayudamos”, añade Mayorquín.

(Lea también: Cotelco propone plan de ayudas para la hotelería de San Andrés, Providencia y Santa Catalina)

“Iniciando la recuperación de San Andrés y la reconstrucción de Providencia, es necesario establecer un plan maestro con un claro enfoque en turismo principalmente, dada la vocación del archipiélago. Este plan se debe estructurar en los ejes ambientales, culturales y económicos, vinculando a los habitantes nativos, sus tradiciones y saberes. Porque ¿para qué el turismo sí no es para el beneficio de las comunidades locales?”, enfatiza Javier Gómez R., director de la Corporación Turismo Paz y Desarrollo, y añade que “esta es la oportunidad de generar empleo y bienestar para los habitantes”.

Las vacaciones de fin de año están cerca, también estamos en semanas de descuentos por el Black Friday y, como dijo el presidente Iván Duque en su visita a la isla, “los servicios hoteleros y turísticos, así como el transporte comercial hacia San Andrés, están activos”. Entonces, ¿por qué no planear su próximo viaje desde ya?