¿Volar le produce ansiedad? En estos aeropuertos los perros son una solución
El aeropuerto de Estambul tiene una unidad canina dispuesta a ofrecer su ayuda a quienes ven en los viajes una experiencia angustiante. En Berlín también hay una apuesta similar.
Paisajes llenos de colores, un sol abrasador sobre la piel y una agenda repleta de itinerarios y lugares por visitar. El panorama idílico de cualquier viajero puede comenzar a desdibujarse cuando aparecen los síntomas de la ansiedad: opresión en el pecho que empieza a dificultar la respiración, mareo, temblores. Para muchas personas, realizar un viaje o subirse a un avión para un traslado puede resultar en una experiencia estresante y angustiante que opaca por completo el fin último de la travesía.
Una situación tan frecuente que varios terminales aéreos del mundo han empezado a tomar cartas en el asunto para ayudar a los viajeros que sufren ansiedad. La solución: terapia canina.
En el aeropuerto de Estambul, por ejemplo, cinco perritos ofrecen apoyo a los viajeros ansiosos. El proyecto piloto, que comenzó en febrero de 2024, ha sido el resultado de meses de preparación y entrenamiento para los perros, que aprendieron a desensibilizarse ante estímulos distractores para ofrecer consuelo y calma a los pasajeros. Los cuidadores de los perros explican que cada animal tiene un horario fijo y que son constantemente acariciados por las personas, lo que les ayuda a relajarse.
También se repite el mismo escenario en el Aeropuerto Internacional de Berlín (BER), donde tres perritos patrullan con largas correas para calmar a los viajeros durante el período de vacaciones. La estrategia inspirada del aeropuerto de Los Ángeles, cuenta con perros certificados, que se acercan a los pasajeros para ofrecer consuelo y reducir el estrés.
Sin embargo, ninguno de ellos fue el primero en utilizar caninos como terapia. Ese título lo ostenta el aeropuerto de San José, en California, en donde después de los atentados del 11 de septiembre, cuando las personas temían por su seguridad en los vuelos, se comenzaron a utilizar perros que antes hacían parte de terapias hospitalarias y de residencias de ancianos.
Desde entonces, la tendencia se ha expandido y ha llevado a que hoy en día existan programas de terapia con mascotas en numerosos aeropuertos alrededor del mundo. Algunos de ellos son:
- Aeropuerto de Brisbane (Brisbane, Australia): En julio de 2023, el aeropuerto realizó pruebas de su programa de perros terapeutas con el fin de aliviar el estrés de los pasajeros antes de sus vuelos.
- El aeropuerto Luis Muñoz Marín (Carolina, Puerto Rico): El programa fue lanzado en noviembre del 2023 y recibió el nombre de “SJU Pawner”. Este ingenioso juego de palabras hacía referencia al papel que desempeñaba los perritos como aliados y asistentes del aeropuerto en el trato con el pasajero.
- Aeropuerto metropolitano de Columbia (Columbia - Carolina del Sur, Estados Unidos): “Paws to Pet CAEnines”, es el programa de perros de terapia en el terminal lanzado en marzo del 2023, para que los invitados pasen tiempo con las mascotas mientras esperan en el aeropuerto.
- Aeropuerto Internacional de Los Ángeles (California, Estados Unidos): Con su Programa “Pets Unstressing Passengers” (PUP) lanzado en 2013, el aeropuerto pone a disposición caninos que lucen llamativos chalecos rojos con la leyenda “Pet Me” lo que representan una invitación perfecta para que los pasajeros estresados o ansiosos, se acerquen y los acaricien.
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¿Por qué da estrés a la hora de viajar?
“El estrés del viajero puede surgir tanto antes como durante un viaje, y está estrechamente relacionado con todos los aspectos involucrados en la planificación y ejecución del mismo. Desde preocupaciones económicas hasta la organización logística, como el transporte, el alojamiento, la comida y la adaptación a diferentes culturas. Todos estos elementos pueden generar una sensación abrumadora de tener que controlar cada detalle y la ansiedad por no sentirse preparado para enfrentarlos”, explica María Inés Patiño, psicóloga y consteladora familiar.
Menciona que resulta paradójico, ya que la idea de viajar suele ser para relajarnos, desconectarnos y descansar. Sin embargo, en algunas ocasiones, esto se vuelve en nuestra contra. En lugar de relajarnos, entramos en un estado de autoexigencia y necesidad de control, lo cual va en contra de nuestro objetivo inicial de descanso y relajación.
La doctora Ximena Góngora, psicóloga clínica y miembro de la red de especialistas DoctorAkí, aclara que es importante entender que la existencia de un síndrome con características como estas no significa que cada viajero vaya a experimentarlo. Cada individuo percibe las situaciones de manera diferente y está dispuesto a asumir el cambio de forma única. El estrés, en su forma natural, es una respuesta del cuerpo para sobrevivir, defenderse o actuar en momentos de peligro, y no debería ser lo común cuando estamos en un lugar que buscamos para descansar y disfrutar.
“Nos hemos acostumbrado a vivir en un estado de alerta constante, como si estuviéramos siempre rodeados de peligros, pero la vida no debería ser así. Debemos aprender a vivir y disfrutar de las cosas placenteras que nos ofrece. En lugar de identificar los desencadenantes personales del estrés, es importante reconocer que cuando nos embarcamos en un viaje, lo hacemos en busca de placer y disfrute. Debemos permitirnos gozar de cada momento y no dejar que el estrés convierta nuestra experiencia en una carga emocional”, afirma Góngora.
Este estrés puede que provoque una condición psicosomática, llamada el síndrome Stendhal, que desencadena intensas emociones físicas en un individuo. Y se caracteriza por síntomas como aumento del ritmo cardíaco, temblores, palpitaciones y vértigo, pudiendo provocar una confusión emocional profunda en quienes lo experimentan. Sin embargo, Patiño aclara que cada cuerpo es diferente, por lo que se debe trabajar desde lo que siente la persona antes de encasillarla en algo.
¿Por qué los aeropuertos usan perros para reducir el estrés?
Según NIH, una agencia federal del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., la interacción con animales ha demostrado tener beneficios significativos para la salud, pues se ha encontrado que esta interacción puede disminuir los niveles de cortisol, una hormona relacionada con el estrés, y reducir la presión arterial. Además, otros estudios han descubierto que la presencia de animales puede reducir la sensación de soledad, aumentar los sentimientos de apoyo social y mejorar el estado de ánimo de las personas.
Es por ello que los animales pueden servir como fuente de consuelo y apoyo. Los perros de terapia son especialmente buenos en esto. De ahí que también sean utilizados en hospitales o residencias para ayudar a reducir el estrés y la ansiedad de los pacientes.
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¿Cómo puede reducir el estrés de manera autónoma?
“Es importante que conozcamos nuestro cuerpo y sepamos reconocer las señales de estrés que este nos envía, ya que cada cuerpo es único y puede manifestar el estrés de diferentes maneras en cada persona. Es recomendable aprender a escuchar y entender cómo nuestro cuerpo nos habla, ya que siempre nos envía señales. Por ejemplo, en mi caso, el estrés se manifiesta con cansancio, mal humor y palpitaciones. A medida que entendamos esto, podremos identificar más rápidamente estas señales y aplicar estrategias para gestionar el estrés y evitar que empeore”, dice Patiño.
Ambas psicólogas recomiendan que:
- Haga una respiración consciente: La respiración es una herramienta poderosa y gratuita que nos permite conectar con nuestro cuerpo y calmar nuestra mente. Aprender diferentes técnicas de respiración nos ayuda a encontrar nuestro centro y reducir el estrés.
- Practique la visualización: Esto nos permite imaginarnos en entornos tranquilos y placenteros, lo que tiene un efecto sanador en nuestro estado emocional. Por ello, permite que el cerebro interprete que está en esa situación, lo que desencadena respuestas que contribuyen a mantener la calma.
- Ejercicio y alimentación saludable: El ejercicio regular y una dieta balanceada son fundamentales para reducir el estrés. Evite la cafeína, los refrescos y los alimentos poco saludables, y mantenga una rutina adecuada de sueño.
- Practicar yoga: El yoga es una práctica que no solo beneficia al cuerpo físico, sino también a la mente y al espíritu. Ayuda a encontrar paz y coherencia, y puede ser una herramienta poderosa para gestionar el estrés.
- Tener clara la intención del viaje: Recordar el propósito y la intención detrás del viaje puede ayudar a reducir la ansiedad y la sobre exigencia. Conectar con la razón por la cual estamos viajando nos ayuda a mantener la perspectiva y a disminuir la presión autoimpuesta.
- Diferenciar entre estrés y ansiedad: Es importante reconocer la diferencia entre el estrés, que es una respuesta a una situación específica y externa, y la ansiedad, que es un estado constante de aprensión y miedo que puede persistir incluso cuando el estresor ha desaparecido. Reconocer esta diferencia nos ayuda a abordar adecuadamente nuestras emociones y buscar ayuda si es necesario.
Paisajes llenos de colores, un sol abrasador sobre la piel y una agenda repleta de itinerarios y lugares por visitar. El panorama idílico de cualquier viajero puede comenzar a desdibujarse cuando aparecen los síntomas de la ansiedad: opresión en el pecho que empieza a dificultar la respiración, mareo, temblores. Para muchas personas, realizar un viaje o subirse a un avión para un traslado puede resultar en una experiencia estresante y angustiante que opaca por completo el fin último de la travesía.
Una situación tan frecuente que varios terminales aéreos del mundo han empezado a tomar cartas en el asunto para ayudar a los viajeros que sufren ansiedad. La solución: terapia canina.
En el aeropuerto de Estambul, por ejemplo, cinco perritos ofrecen apoyo a los viajeros ansiosos. El proyecto piloto, que comenzó en febrero de 2024, ha sido el resultado de meses de preparación y entrenamiento para los perros, que aprendieron a desensibilizarse ante estímulos distractores para ofrecer consuelo y calma a los pasajeros. Los cuidadores de los perros explican que cada animal tiene un horario fijo y que son constantemente acariciados por las personas, lo que les ayuda a relajarse.
También se repite el mismo escenario en el Aeropuerto Internacional de Berlín (BER), donde tres perritos patrullan con largas correas para calmar a los viajeros durante el período de vacaciones. La estrategia inspirada del aeropuerto de Los Ángeles, cuenta con perros certificados, que se acercan a los pasajeros para ofrecer consuelo y reducir el estrés.
Sin embargo, ninguno de ellos fue el primero en utilizar caninos como terapia. Ese título lo ostenta el aeropuerto de San José, en California, en donde después de los atentados del 11 de septiembre, cuando las personas temían por su seguridad en los vuelos, se comenzaron a utilizar perros que antes hacían parte de terapias hospitalarias y de residencias de ancianos.
Desde entonces, la tendencia se ha expandido y ha llevado a que hoy en día existan programas de terapia con mascotas en numerosos aeropuertos alrededor del mundo. Algunos de ellos son:
- Aeropuerto de Brisbane (Brisbane, Australia): En julio de 2023, el aeropuerto realizó pruebas de su programa de perros terapeutas con el fin de aliviar el estrés de los pasajeros antes de sus vuelos.
- El aeropuerto Luis Muñoz Marín (Carolina, Puerto Rico): El programa fue lanzado en noviembre del 2023 y recibió el nombre de “SJU Pawner”. Este ingenioso juego de palabras hacía referencia al papel que desempeñaba los perritos como aliados y asistentes del aeropuerto en el trato con el pasajero.
- Aeropuerto metropolitano de Columbia (Columbia - Carolina del Sur, Estados Unidos): “Paws to Pet CAEnines”, es el programa de perros de terapia en el terminal lanzado en marzo del 2023, para que los invitados pasen tiempo con las mascotas mientras esperan en el aeropuerto.
- Aeropuerto Internacional de Los Ángeles (California, Estados Unidos): Con su Programa “Pets Unstressing Passengers” (PUP) lanzado en 2013, el aeropuerto pone a disposición caninos que lucen llamativos chalecos rojos con la leyenda “Pet Me” lo que representan una invitación perfecta para que los pasajeros estresados o ansiosos, se acerquen y los acaricien.
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¿Por qué da estrés a la hora de viajar?
“El estrés del viajero puede surgir tanto antes como durante un viaje, y está estrechamente relacionado con todos los aspectos involucrados en la planificación y ejecución del mismo. Desde preocupaciones económicas hasta la organización logística, como el transporte, el alojamiento, la comida y la adaptación a diferentes culturas. Todos estos elementos pueden generar una sensación abrumadora de tener que controlar cada detalle y la ansiedad por no sentirse preparado para enfrentarlos”, explica María Inés Patiño, psicóloga y consteladora familiar.
Menciona que resulta paradójico, ya que la idea de viajar suele ser para relajarnos, desconectarnos y descansar. Sin embargo, en algunas ocasiones, esto se vuelve en nuestra contra. En lugar de relajarnos, entramos en un estado de autoexigencia y necesidad de control, lo cual va en contra de nuestro objetivo inicial de descanso y relajación.
La doctora Ximena Góngora, psicóloga clínica y miembro de la red de especialistas DoctorAkí, aclara que es importante entender que la existencia de un síndrome con características como estas no significa que cada viajero vaya a experimentarlo. Cada individuo percibe las situaciones de manera diferente y está dispuesto a asumir el cambio de forma única. El estrés, en su forma natural, es una respuesta del cuerpo para sobrevivir, defenderse o actuar en momentos de peligro, y no debería ser lo común cuando estamos en un lugar que buscamos para descansar y disfrutar.
“Nos hemos acostumbrado a vivir en un estado de alerta constante, como si estuviéramos siempre rodeados de peligros, pero la vida no debería ser así. Debemos aprender a vivir y disfrutar de las cosas placenteras que nos ofrece. En lugar de identificar los desencadenantes personales del estrés, es importante reconocer que cuando nos embarcamos en un viaje, lo hacemos en busca de placer y disfrute. Debemos permitirnos gozar de cada momento y no dejar que el estrés convierta nuestra experiencia en una carga emocional”, afirma Góngora.
Este estrés puede que provoque una condición psicosomática, llamada el síndrome Stendhal, que desencadena intensas emociones físicas en un individuo. Y se caracteriza por síntomas como aumento del ritmo cardíaco, temblores, palpitaciones y vértigo, pudiendo provocar una confusión emocional profunda en quienes lo experimentan. Sin embargo, Patiño aclara que cada cuerpo es diferente, por lo que se debe trabajar desde lo que siente la persona antes de encasillarla en algo.
¿Por qué los aeropuertos usan perros para reducir el estrés?
Según NIH, una agencia federal del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., la interacción con animales ha demostrado tener beneficios significativos para la salud, pues se ha encontrado que esta interacción puede disminuir los niveles de cortisol, una hormona relacionada con el estrés, y reducir la presión arterial. Además, otros estudios han descubierto que la presencia de animales puede reducir la sensación de soledad, aumentar los sentimientos de apoyo social y mejorar el estado de ánimo de las personas.
Es por ello que los animales pueden servir como fuente de consuelo y apoyo. Los perros de terapia son especialmente buenos en esto. De ahí que también sean utilizados en hospitales o residencias para ayudar a reducir el estrés y la ansiedad de los pacientes.
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¿Cómo puede reducir el estrés de manera autónoma?
“Es importante que conozcamos nuestro cuerpo y sepamos reconocer las señales de estrés que este nos envía, ya que cada cuerpo es único y puede manifestar el estrés de diferentes maneras en cada persona. Es recomendable aprender a escuchar y entender cómo nuestro cuerpo nos habla, ya que siempre nos envía señales. Por ejemplo, en mi caso, el estrés se manifiesta con cansancio, mal humor y palpitaciones. A medida que entendamos esto, podremos identificar más rápidamente estas señales y aplicar estrategias para gestionar el estrés y evitar que empeore”, dice Patiño.
Ambas psicólogas recomiendan que:
- Haga una respiración consciente: La respiración es una herramienta poderosa y gratuita que nos permite conectar con nuestro cuerpo y calmar nuestra mente. Aprender diferentes técnicas de respiración nos ayuda a encontrar nuestro centro y reducir el estrés.
- Practique la visualización: Esto nos permite imaginarnos en entornos tranquilos y placenteros, lo que tiene un efecto sanador en nuestro estado emocional. Por ello, permite que el cerebro interprete que está en esa situación, lo que desencadena respuestas que contribuyen a mantener la calma.
- Ejercicio y alimentación saludable: El ejercicio regular y una dieta balanceada son fundamentales para reducir el estrés. Evite la cafeína, los refrescos y los alimentos poco saludables, y mantenga una rutina adecuada de sueño.
- Practicar yoga: El yoga es una práctica que no solo beneficia al cuerpo físico, sino también a la mente y al espíritu. Ayuda a encontrar paz y coherencia, y puede ser una herramienta poderosa para gestionar el estrés.
- Tener clara la intención del viaje: Recordar el propósito y la intención detrás del viaje puede ayudar a reducir la ansiedad y la sobre exigencia. Conectar con la razón por la cual estamos viajando nos ayuda a mantener la perspectiva y a disminuir la presión autoimpuesta.
- Diferenciar entre estrés y ansiedad: Es importante reconocer la diferencia entre el estrés, que es una respuesta a una situación específica y externa, y la ansiedad, que es un estado constante de aprensión y miedo que puede persistir incluso cuando el estresor ha desaparecido. Reconocer esta diferencia nos ayuda a abordar adecuadamente nuestras emociones y buscar ayuda si es necesario.