Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
No se trata de crucificarlo o de ser su abogado: se trata de analizar qué ocurrió. Qué cambió. Por qué los dos últimos años de Nairo Quintana no han sido los mejores y los resultados a los que tenía acostumbrado el boyacense a su país, hoy por hoy, son cosa del pasado. Decepcionado, triste, el jefe de filas del Movistar dio sus impresiones tras su pálida presentación en La Vuelta a España 2018.
Lea: No tuvo vuelo rastrero: Superman López se metió en el podio de La Vuelta a España
"Es un día triste porque no se ha conseguido el objetivo de la general con Alejandro Valverde y yo no he podido conseguir ninguna victoria. No solo ganar te hace grande, también estos momentos duros. Son tiempos que te hacen reflexionar y uno aprende. Pero hay que sacar pecho y dar la cara", dijo Nairo al término de la etapa 20 en una gran muestra de valentía y profesionalismo.
Con la ausencia de Chris Froome y Tom Dumoulin, sus verdugos del pasado, Nairo Quintana y el Movistar tenían, aparentemente, la pista libre para por fin dominar una gran vuelta. Pero ahí apareció Simon Yates y el gran nivel de sus rivales a nublar su camino. Aparte, la escuadra española en el papel, tenía el mejor equipo de la carrera. Definieron su líder de carrera en la etapa 17 de la carrera y ambos se quedaron fuera del podio, a pesar de ser campeones por equipos. Paños de agua tibia. (Lea: Simon Yates, de la debacle a la gloria)
A falta de la última etapa de trámite en Madrid, Nairo Quintana quedará en la octava casilla a 6:51 de Yates. Valverde es quinto a 4:28.
No han sido dos años buenos para él. Un hombre que ya ganó un Giro de Italia y una Vuelta a España. Pero para él y su país, en el que hoy varios lo crucifican, no es suficiente. Pero ahí apareció en estos tiempos turbios: dando la cara y haciendo autocrítica. Para los que dicen que habla más de la cuenta.