Un filtro de grafeno, la solución para convertir el agua del mar en agua potable

Científicos habrían resuelto uno de los mayores problemas de la humanidad: evitar que, en ocho años, el 14 % de la población mundial no tenga acceso a recursos hídricos bebibles.

Redacción ciencia
04 de abril de 2017 - 10:51 p. m.
Pixabay / Universidad de Manchester.
Pixabay / Universidad de Manchester.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Tras ser identificado en el 2004, el grafeno se convirtió en el material más fino que existe. Su particular composición -átomos de carbono e hidrógeno en forma de panal de abejas- más la fuerza tensil y la conductividad eléctrica que posee, hacen de esta sustancia un prometedor recurso en futuras invenciones. La reciente utilidad, descubierta por un equipo de investigadores de la Universidad de Manchester, fue un filtro que podría solucionar la escasez del agua potable, uno de los mayores problemas de la humanidad. (Lea: ¿“Ideología de género”? La genética responde) 

De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas, en ocho años, el 14 % de la población mundial no tendrá acceso a recursos hídricos bebibles. Dicha problemática podría impedirse gracias al 71 % de masas de agua que cubren la Tierra. Sin embargo, los costos para desalinizar parte de los océanos no lucían viables hasta el descubrimiento del óxido de grafeno.

Un compuesto que puede generarse tras un proceso simple de oxidación en el laboratorio. Este ayudaría a la creación a gran escala de un matiz de grafeno, el cual tendría la capacidad de filtrar el agua del mar con el fin de potabilizarla. Pero, ¿cómo lograron los investigadores que las sales comunes del los mares no atravesaran el material?

Antes, la estructura del óxido de grafeno filtró nanopartículas pequeñas, moléculas orgánicas y sales grandes, sin conseguir que se colaran las sales comunes del agua de mar. La razón era que los orificios de las láminas debían ser más diminutos para que las membranas del óxido no se hincharan, dejando pasar la sustancia con sus demás moléculas.

Ahora bien, el paso innovador fue que los investigadores sobrepusieron una capa delgada de resina -utilizada para pegamentos- a cada lado del tejido de óxido de grafeno. Lo cual impidió que la membrana se expandiera, afinando las propiedades del material. Es decir, controlando el espacio de los poros con el objetivo de efectuar la desalinización. El paso a seguir en el avance científico no es más que la producción de estas láminas a escala industrial y bajo costo. Y, precisar la resistencia que tendrán en el contacto con el agua de mar para el despegue de este desarrollo. 

Por Redacción ciencia

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
Aceptar