La respuesta de Cerro Matoso sobre las enfermedades en Pueblo Flechas
Tras las quejas de salud del caserío cordobés, la multinacional subrayó que el informe de Medicina Legal no estableció una relación de causalidad entre la mina y las enfermedades de las comunidades vecinas.
Redacción Medio ambiente
Los habitantes de Pueblo Flechas, el corregimiento más cercano a la mina de níquel de Cerro Matoso, revelaron en este diario las enfermedades que vienen padeciendo durante los últimos 25 años. Sus quejas de salud fueron la base para que Medicina Legal realizara un informe en el sur de Córdoba y concluyera que, existen “factores” en el ambiente que explican las patologías de la población. En su defensa, voceros de la multinacional minera dan su versión de los hechos en respuesta a los testimonios cercanos al área explotada.
Desde 1979 comenzó en esta tierra la explotación de níquel a cielo abierto. Desde aquel tiempo, de acuerdo con la compañía, se han realizado los debidos controles de riesgos en términos de producción, legalidad y mejoría de prácticas, como deben cumplir las empresas mineras antes de montar maquinaria y establecerse en un lugar potencial. Estos informes son evidencia técnica para la Corte en medio del proceso entre las comunidades vecinas y la mina de níquel más grande de Suramérica. (Lea: El dictamen de Medicina Legal en el caso Cerro Matoso)
El proceso, además, fue la razón por la que se llevó a cabo el informe pericial realizado en los tres municipios enfermos: San José de Uré, Puerto Libertador y Montelíbano. El estudio, solicitado por Cerro Matoso y efectuado por Medicina Legal, tuvo el objetivo de afirmar o negar alguna asociación entre la actividad productiva de la compañía y la población enferma.
A raíz de los resultados, presentados hace dos meses por el instituto, la compañía señala "que las pruebas realizadas no permiten establecer una relación de causalidad entre las afectaciones de salud de las comunidades y la operación, ya que entre otros, existen factores que podrían incidir en el desarrollo de estas patologías, tales como quema de basuras, cocinar con leña al interior de la vivienda, el déficit en la calidad de agua y demás condiciones saneamiento básico y de habitabilidad.”
Asimismo, en su defensa, la empresa se apoya en una serie de argumentos que contradicen una posible vinculación. Lo primero es que hasta Medicina Legal reportó que las pruebas de orina y sangre “no resultaron confiables” a causa de factores externos que pudieron haberlas alterado.
Por otro lado, los voceros citan que los expertos concluyen en el informe pericial la importancia de "aclarar que la causa de las lesiones dermatológicas no se encuentra establecida, y que puede ser diversa, es decir corresponder a lesiones de tipo alérgico, infeccioso, irritativo, etc.” Asunto que no culpa a la explotación del níquel, más aún cuando la compañía alega utilizar solo óxidos de níquel, un mineral insoluble que no puede absorberse por la piel. Mientras que las pruebas de orina y sangre realizadas a 1.147 personas aparecen como solubles, los cuales son comunes en todos los suelos de la región.
De hecho, las causas de morbilidad anunciadas en el estudio son similares a las de otros municipios de la Costa Atlántica. “Enfermedades transmisibles, principalmente de tipo respiratorio agudas, seguidas por las enfermedades no transmisibles como las cardiovasculares”, explica Cerro Matoso. Agregando que la principal causa de muerte en estos territorios vecinos son las muertes violentas.
El Ministerio de Salud corroboró esa afirmación, indicándole a la Corte la presencia de otros factores decisivos en esas poblaciones: la falta de agua limpia, alcantarillado, pobreza, el no acceso a la salud y el saneamiento. Sin embargo, solo se podrá obtener un resultado concreto a nivel médico cuando puedan cotejarse con estudios ambientales en la zona. Esto podría resolver la duda de si la empresa afecta la salud de las comunidades o no.
Y finalmente, aclaró Cerro Matoso, el evidente abandono del Estado es un punto que influye directamente en la calidad de vida de ellos, principalmente en su salud y bienestar. A sabiendas de que la compañía y las familias de Pueblo Flechas han trabajado en conjunto por la transformación del territorio a través de una alianza pactada. Un proyecto que se ve reflejado en las casas que se han construido allí, las becas de educación superior, el mejoramiento de vías e infraestructura, la compañía en salud y la calidad educativa. (Lea: Pueblo Flecha, una comunidad que camina hacia el posconflicto)
Los habitantes de Pueblo Flechas, el corregimiento más cercano a la mina de níquel de Cerro Matoso, revelaron en este diario las enfermedades que vienen padeciendo durante los últimos 25 años. Sus quejas de salud fueron la base para que Medicina Legal realizara un informe en el sur de Córdoba y concluyera que, existen “factores” en el ambiente que explican las patologías de la población. En su defensa, voceros de la multinacional minera dan su versión de los hechos en respuesta a los testimonios cercanos al área explotada.
Desde 1979 comenzó en esta tierra la explotación de níquel a cielo abierto. Desde aquel tiempo, de acuerdo con la compañía, se han realizado los debidos controles de riesgos en términos de producción, legalidad y mejoría de prácticas, como deben cumplir las empresas mineras antes de montar maquinaria y establecerse en un lugar potencial. Estos informes son evidencia técnica para la Corte en medio del proceso entre las comunidades vecinas y la mina de níquel más grande de Suramérica. (Lea: El dictamen de Medicina Legal en el caso Cerro Matoso)
El proceso, además, fue la razón por la que se llevó a cabo el informe pericial realizado en los tres municipios enfermos: San José de Uré, Puerto Libertador y Montelíbano. El estudio, solicitado por Cerro Matoso y efectuado por Medicina Legal, tuvo el objetivo de afirmar o negar alguna asociación entre la actividad productiva de la compañía y la población enferma.
A raíz de los resultados, presentados hace dos meses por el instituto, la compañía señala "que las pruebas realizadas no permiten establecer una relación de causalidad entre las afectaciones de salud de las comunidades y la operación, ya que entre otros, existen factores que podrían incidir en el desarrollo de estas patologías, tales como quema de basuras, cocinar con leña al interior de la vivienda, el déficit en la calidad de agua y demás condiciones saneamiento básico y de habitabilidad.”
Asimismo, en su defensa, la empresa se apoya en una serie de argumentos que contradicen una posible vinculación. Lo primero es que hasta Medicina Legal reportó que las pruebas de orina y sangre “no resultaron confiables” a causa de factores externos que pudieron haberlas alterado.
Por otro lado, los voceros citan que los expertos concluyen en el informe pericial la importancia de "aclarar que la causa de las lesiones dermatológicas no se encuentra establecida, y que puede ser diversa, es decir corresponder a lesiones de tipo alérgico, infeccioso, irritativo, etc.” Asunto que no culpa a la explotación del níquel, más aún cuando la compañía alega utilizar solo óxidos de níquel, un mineral insoluble que no puede absorberse por la piel. Mientras que las pruebas de orina y sangre realizadas a 1.147 personas aparecen como solubles, los cuales son comunes en todos los suelos de la región.
De hecho, las causas de morbilidad anunciadas en el estudio son similares a las de otros municipios de la Costa Atlántica. “Enfermedades transmisibles, principalmente de tipo respiratorio agudas, seguidas por las enfermedades no transmisibles como las cardiovasculares”, explica Cerro Matoso. Agregando que la principal causa de muerte en estos territorios vecinos son las muertes violentas.
El Ministerio de Salud corroboró esa afirmación, indicándole a la Corte la presencia de otros factores decisivos en esas poblaciones: la falta de agua limpia, alcantarillado, pobreza, el no acceso a la salud y el saneamiento. Sin embargo, solo se podrá obtener un resultado concreto a nivel médico cuando puedan cotejarse con estudios ambientales en la zona. Esto podría resolver la duda de si la empresa afecta la salud de las comunidades o no.
Y finalmente, aclaró Cerro Matoso, el evidente abandono del Estado es un punto que influye directamente en la calidad de vida de ellos, principalmente en su salud y bienestar. A sabiendas de que la compañía y las familias de Pueblo Flechas han trabajado en conjunto por la transformación del territorio a través de una alianza pactada. Un proyecto que se ve reflejado en las casas que se han construido allí, las becas de educación superior, el mejoramiento de vías e infraestructura, la compañía en salud y la calidad educativa. (Lea: Pueblo Flecha, una comunidad que camina hacia el posconflicto)