¿Qué alternativas hay para controlar reproducción de palomas en Bogotá?

Hace cerca de un mes, un estudio de la administración distrital alertaba por la sobrepoblación de palomas que afecta a lugares como la Plaza de Bolívar en Bogotá, causada, entre otras, como consecuencia de alimentarlas. En respuesta, este miércoles expertos de la Universidad Nacional se propusieron brindar alternativas para hacerle frente a esta problemática, entre ellas, el empleo de anticonceptivos, esterilización quirúrgica y sustracción de huevos de los nidos.

(Lea: Sobrepoblación de palomas en la Plaza de Bolívar, una consecuencia de alimentarlas)

De acuerdo con la médica veterinaria Claudia Isabel Brieva, docente y coordinadora de la Unidad de Rescate y Rehabilitación de Animales Silvestres (URRAS) de la institución, lo primero en lo que hay que tener claridad es que no se puede hablar de una sobrepoblación sin antes realizar un censo que permita conocer con precisión cuántos animales hay y cuántos hubo, pues todo podría tratarse “solo de una percepción”.

El informe al que alude fue realizado a principios de agosto por el Instituto de Protección y Bienestar Animal, en el que se advirtió que solo en la Plaza de Bolívar se pueden contar alrededor de 3.400 palomas durante un fin de semana, teniendo en cuenta que para algunos transeúntes resulta un atractivo turístico alimentarlas.

“Proporcionarles comida conlleva a que ellas se concentren en ciertos puntos de la ciudad, lo que les hace la vida un poco más fácil y su vez propicia su reproducción”, indicó la docente, quien, al margen de la sobrepoblación, llama la atención por la principal dificultad que se deriva de su constante presencia: cúmulos de materia fecal, en los que empiezan a crecer organismos. 

Según la docente, aunque las excretas de todos los animales pueden ser génesis de hongos y bacterias, en el caso particular de las palomas, por la alta concentración, el excremento se acumula con facilidad y además genera mal olor. 

(Lea: Las palomas y el aumento de alergias en humanos están relacionados)

“En la materia fecal crecen unos hongos que se transmiten por inhalación a partir de los excrementos. En las personas puede ocasionar criptococosis pulmonar y neumonía aguda atípica. El principal problema clínico que generan son las meningitis. Otro agente de enfermedades es un hongo cuyas esporas, al ser inhaladas, pueden causar histoplasmosis, una afección importante en salud pública, sobre todo en quienes siguen algún tratamiento con corticoides”, declaró la institución.

Para hacerle frente a estas situaciones, la experta de la Universidad Nacional propone como estrategias la esterilización quirúrgica y los anticonceptivos; sin embrago, este último supone riesgos, ya que tales fármacos pueden ser ingeridos por aves sobre las cuales no se requiere dicho control.

Otra forma de controlar la sobrepoblación es sustraer los huevos, “para eso los palomares deben tener una puerta posterior para que un trabajador revise los nidos por lo menos dos veces por semana y retire los huevos para reemplazarlos por artificiales”.

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Hace cerca de un mes, un estudio de la administración distrital alertaba por la sobrepoblación de palomas que afecta a lugares como la Plaza de Bolívar en Bogotá, causada, entre otras, como consecuencia de alimentarlas. En respuesta, este miércoles expertos de la Universidad Nacional se propusieron brindar alternativas para hacerle frente a esta problemática, entre ellas, el empleo de anticonceptivos, esterilización quirúrgica y sustracción de huevos de los nidos.

(Lea: Sobrepoblación de palomas en la Plaza de Bolívar, una consecuencia de alimentarlas)

De acuerdo con la médica veterinaria Claudia Isabel Brieva, docente y coordinadora de la Unidad de Rescate y Rehabilitación de Animales Silvestres (URRAS) de la institución, lo primero en lo que hay que tener claridad es que no se puede hablar de una sobrepoblación sin antes realizar un censo que permita conocer con precisión cuántos animales hay y cuántos hubo, pues todo podría tratarse “solo de una percepción”.

El informe al que alude fue realizado a principios de agosto por el Instituto de Protección y Bienestar Animal, en el que se advirtió que solo en la Plaza de Bolívar se pueden contar alrededor de 3.400 palomas durante un fin de semana, teniendo en cuenta que para algunos transeúntes resulta un atractivo turístico alimentarlas.

“Proporcionarles comida conlleva a que ellas se concentren en ciertos puntos de la ciudad, lo que les hace la vida un poco más fácil y su vez propicia su reproducción”, indicó la docente, quien, al margen de la sobrepoblación, llama la atención por la principal dificultad que se deriva de su constante presencia: cúmulos de materia fecal, en los que empiezan a crecer organismos. 

Según la docente, aunque las excretas de todos los animales pueden ser génesis de hongos y bacterias, en el caso particular de las palomas, por la alta concentración, el excremento se acumula con facilidad y además genera mal olor. 

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“En la materia fecal crecen unos hongos que se transmiten por inhalación a partir de los excrementos. En las personas puede ocasionar criptococosis pulmonar y neumonía aguda atípica. El principal problema clínico que generan son las meningitis. Otro agente de enfermedades es un hongo cuyas esporas, al ser inhaladas, pueden causar histoplasmosis, una afección importante en salud pública, sobre todo en quienes siguen algún tratamiento con corticoides”, declaró la institución.

Para hacerle frente a estas situaciones, la experta de la Universidad Nacional propone como estrategias la esterilización quirúrgica y los anticonceptivos; sin embrago, este último supone riesgos, ya que tales fármacos pueden ser ingeridos por aves sobre las cuales no se requiere dicho control.

Otra forma de controlar la sobrepoblación es sustraer los huevos, “para eso los palomares deben tener una puerta posterior para que un trabajador revise los nidos por lo menos dos veces por semana y retire los huevos para reemplazarlos por artificiales”.

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