Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
“Es claro que las Auc (Autodefensas Unidas de Colombia), en cabeza de Carlos Mario García, quien era el lobista de la Auc con todos los congresistas, no solo del Atlántico, estoy hablando de Sucre, Córdoba, Magdalena, Cesar, llegan las Auc aproximadamente para el 2003. Y recuerdo que matan a un candidato a la Alcaldía de Soledad, pero su esposa retoma la candidatura, la señora Rosa Stella Ibáñez para el periodo 2004-2007. De esta manera tengo entendido que ellos se involucran con Rosa Stella, dándole el apoyo tras la muerte de su esposo y ellos se toman a Rosa Stella como de ellos y hacen presencia en el municipio de Soledad (…) Esto lo conocí en el 2005 cuando yo tuve mi relación con las Auc. Todo esto me lo contó Carlos Mario García”.
Esto dijo David Char, exsenador de la República y acusado por la Corte Suprema de Justicia por sus nexos con el Frente José Pablo Díaz del Bloque Norte de las Auc, específicamente por recibir 95 millones de pesos para su campaña a la Cámara de Representantes; prestar carros a las AUC; reunirse con jefes paramilitares para efectos electorales en la campaña 2002-2006 a la Cámara de Representantes y 2006-2010 al Senado de la República; aportar 8.5 millones de pesos a los "paras", por medio de la empresa Acodensa perteneciente a la familia Char, en 2005: así como suministrar una caja de munición explosiva entre 2005 y 2006 en inmediaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta. Fue capturado en octubre de 2017 y estuvo preso hasta el 31 de julio de este año, cuando la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) aceptó su solicitud de sometimiento y le otorgó la libertad condicionada.
Esto quiere decir que Char se comprometió a dar ante la JEP una verdad mayor a la dada en la justicia ordinaria, a reparar a las víctimas y a contribuir a la no repetición. Precisamente este viernes 20 de septiembre, ante dos magistradas de esta justicia, un representante de la Procuraduría y una representante de la Fiscalía de la JEP, Char y su abogado, Mauricio Pava, se presentaron a una audiencia de Aporte de Verdad.
(Le puede interesar: “Este es el error de mi vida”: exsenador David Char sobre sus nexos con paramilitares)
En esta diligencia (la primera de un agente del Estado no militar) que se extendió todo el día, el acusado debía explicar cómo entraron y se consolidaron los paramilitares en Atlántico, qué estrategias usaban y cómo se movía la política entonces. Así como su propia relación con el Frente José Pablo Díaz. Pero antes de hablar de estos temas, hizo un reconocimiento de su responsabilidad.
"Yo, David Char Navas, reconozco que en mi tiempo permití que el frente José Pablo Díaz de las Auc accediera a mi actividad política para las elecciones al Senado periodo 2006 -2010. Reconozco que me reuní con sus representantes Carlos Mario García, alias el Médico, y Edgar Ignacio Fierra, alias Don Antonio. Reconozco que, aunque mi relación con las Auc no fue duradera, fue una realidad que contribuyó a la consolidación y expansión del proyecto del Bloque Norte en el Atlántico. Si bien en su momento no dimensioné su alcance ni la perversión de sus métodos, lo cierto es que decidí apoyar a un grupo paramilitar que causó daños en la sociedad en todos sus niveles, daños de los que hoy apenas nos estamos recuperando".
Char Navas contó la historia de cómo se involucró en la política y posteriormente explicó el contexto político del departamento. “Las tres casas más importantes del Atlántico eran la familia Name, la familia Gerlein y la familia Char. La familia Name en cabeza de su senador José Name Therán; la familia Gerlein en cabeza de Roberto Gerlein como senador y en ese momento Jorge Gerlein como representante a la Cámara; y por la familia Char el senador Fuad Char (tío de David Char). En la década de los 90 y los 2000. La única forma si alguien quería participar en política a nivel gobernación y alcaldía en el Atlántico necesitaba tener el aval de alguna de estas tres familias, que eran las que manejaban toda la parte política sobre todo en los municipios importantes como Soledad y Malambo, del área metropolitana. Había una concentración de poder”.
Entonces, las magistradas le preguntaron cómo habían ingresado y se habían consolidado las autodefensas. Contó la historia de Rosa Stella Ibáñez, y continúo. “A través de ella consiguieron que les adjudicaran el Hospital Materno Infantil, que fue el fortín de ellos en Soledad. Tengo entendido que estaban empleados familiares de ellos en ese hospital. Ellos alcanzaron también la Alcaldía de Malambo. En 2004-2007 apoyaron al alcalde… Y a través de estas alcaldías trataron de cooptar la contratación y los puestos de estas alcaldías. Todo lo consiguieron bajo la violencia y la amenaza. (…) Para Barranquilla no era muy fácil precisamente por todo lo de las casas políticas. Pero si nos damos cuenta, en Barranquilla también trataron o alcanzaron a penetrar con el candidato Guillermo Hoeingsberg y también fue entre 2004 y 2007. (…) No eran tan frecuentes las amenazas en Barranquilla porque no era tan fácil amenazar a los grandes políticos en el Atlántico. Ellos en Barranquilla se encargaron más de hacer alianzas que amenazas. De hecho, al candidato Guillermo Hoeingsberg (actualmente en libertad condicional) lo apoyó José Name Teherán, que era el director del Partido Liberal”.
(Lea también: Primera audiencia de David Char en la JEP)
Esto es importante porque, según dijo Char, entre Soledad, Malambo y Barranquilla está alrededor del 90% de la votación total del Atlántico. Esto también fue aprovechado para la compra masiva de votos, algo en lo que ahondó el acusado.
Tres modalidades de compra de votos
“Las tres modalidades que yo conozco es: a través de materiales de construcción, que se cambiaban por el voto; la compra en efectivo del voto y otro que lo llaman el carrusel de la votación”, dijo Char Navas ante la pregunta por la forma en la que eran elegidos los políticos en el departamento. Y fue explicando:
“La compra de votos con materiales era con los mismos líderes de los barrios. El líder que vivía en su barrio iba de casa en casa tocándoles las puertas a sus vecinos y empezando a ver cuántos votos tenían en la casa. Reunían los votos y los votos tenían un precio: 25 o 30 mil pesos el voto. Entonces si una casa tenía cinco, había que entregarle 150 mil pesos. Y se cambiaba por especie: bloques, cemento, teja, una batería de baño y eso lo cuantificaban en plata. Había líderes que tenían 150 votos, 200…”.
Luego, esto tenía otro proceso. “Estos líderes después de que recogían la información, eran los que llegaban a los comandos (…) y después el político se daba la tarea de confirmar de que todo eso era así. Había un término (lapso) para zonificar a las personas. Llegaba el líder y decía, por ejemplo, tengo estos 100 votos y cuando miraban las cédulas, porque salían los listados, había gente que vivía en otro barrio, estaban en otra ciudad, y el político le pedía que los ubicara en una zona. Y de esa manera a ese líder lo primero que el político hace es, primero él cubre sus necesidades. El líder que se encarga de eso debe estar bien: le pintaba la casa, se la arreglaba. Casi siempre algunos tenían problemas de deudas con los servicios. Entonces uno les entregaba un dinero para que fueran a zonificar. Se cerraba el periodo de zonificación y se esperaba que salieran los nuevos listados. Entonces se confrontaba el que había presentado el líder con el que estaba zonificado ya con puestos de votación y todos. Y se veía si el líder era serio. Después venían las reuniones, que se hacían en las noches. Y para los municipios se hacían los fines de semana y asistían los concejales.
Lea: En firme acusación contra exdirectivos de Chiquita Brands por presuntos pagos a AUC
(…) Los materiales se daban después de la zonificación, era el resultado de la confrontación de las dos listas. La gente de los pueblos confiaba más en el político y les cumplía más. Costaba mucho menos. El concejal se encargaba de hacer el sancocho, la fiesta, el trago”.
También se daba la compra en efectivo, que era la misma dinámica, también con líderes y se entregaba el dinero después de la zonificación. “Había algunos políticos que inclusive le retenían la cédula a la persona para que no se zonificara en otra parte mientras terminaba el proceso”. Y luego contó sobre el “carrusel de votos” “Son votos de colchón: un voto seguro y más costoso y no había que hacer ningún trabajo con líderes porque aquí tenía metida la mano la Registraduría. Había gente en la Registraduría que ponía al servicio la venta de mesas. (…) Les dan la vuelta a todas las mesas, por eso se llama el carrusel del voto”.
Char dijo no haber incurrido en esta última modalidad y, al finalizar la audiencia, acordó con la JEP realizar audiencias privadas en las que podrá dar mayor nivel de detalle sobre la relación de los políticos del Atlántico con los paramilitares. La JEP llamó a quienes se consideren víctimas de David Char Navas a acreditarse como tales. A partir del 30 de septiembre publicarán el edicto llamando a este proceso. Lo que Char diga en las audiencias públicas y privadas será trasladado a estas víctimas, quienes podrán hacer comentarios y preguntas.