Madres de Soacha renuncian a participar con el Centro Nacional de Memoria Histórica
A través de una misiva, las madres de los mal llamados “falsos positivos” de Bogotá y Soacha (Mafapo) le expresaron al director Darío Acevedo que no trabajarán más con la entidad, pues según ellas no tienen garantías al derecho a la verdad.
La organización de las Madres de Falsos Positivos de Soacha y Bogotá, conocida como Mafapo, le envió una carta al director del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), Darío Acevedo, en la que expresa y formaliza su decisión de renunciar a su participación en los proyectos que esta entidad adelante.
De acuerdo con la misiva, el 25 de julio de 2019, Mafapo aceptó la invitación del CNMH para participar de los programas que se desarrollan desde la Dirección de construcción de memoria histórica. En ese momento, la entidad delegó a una funcionaria para que acompañara el trabajo que harían las madres.
(Lea también: JEP protege temporalmente una colección del Centro Nacional de Memoria Histórica)
“Con ella se programó entre otras, la realización de un libro que recogiera los testimonios de las madres víctimas de los crímenes de personas presentadas ilegítimamente como bajas en combate por agentes del Estado”, explica Mafapo.
Sin embargo, la organización decidió echar para atrás su decisión, según su representante, Jaqueline Castillo, tras escuchar las declaraciones en las que Acevedo niega la existencia del conflicto armado en Colombia y de apoyar la idea de que en el futuro Museo de la Memoria de las víctimas de la guerra haya un lugar para exaltar el heroísmo de la Fuerza Pública.
“Nosotras reconocemos que puede haber esos reconocimientos, no todos cometieron delitos, pero no nos gustaría compartir un espacio de las víctimas con un actor armado. Y eso sin contar que el director ha asegurado que los “falsos positivos” no fueron una política de Estado. Nosotras no avalamos esa postura”, señala Castillo.
En la carta, las madres afirman que “él (Acevedo) no da garantías al derecho a la verdad de las víctimas en general y a las de nuestra organización en particular, por lo que definimos no continuar con el proceso señalado arriba”.
Según Cantillo, aunque estas declaraciones que refieren no son nuevas, decidieron hacer pública esta decisión esta semana porque la funcionaria del CNMH sigue buscando a las madres individualmente, a pesar de que de manera reiterada han manifestado su decisión de no continuar con el proceso. Y esto ha generado problemas al interior de Mafapo.
Mafapo también le solicitó a Acevedo que, “de manera inmediata, nos haga entrega de las entrevistas (audios y transcripciones) realizadas con las madres de Soacha y Bogotá dentro de este proceso” y dejó claro que “no autoriza al Centro utilizar estos documentos en ninguna de sus tareas misionales”.
La determinación de Mafapo se une a la decisión de la Corte Constitucional de estudiar la demanda que puso la Comisión Colombiana de Juristas (CCJ) contra cuatro artículos de la Ley de Veteranos, una iniciativa “por medio de la cual se reconoce, rinde homenaje y se otorgan beneficios a los veteranos de la fuerza pública y se dictan otras disposiciones”.
La demanda no busca eliminar los beneficios que han sido concedidos a los veteranos de la Fuerza Pública por su actividad, sino “proteger la memoria y la verdad excluyendo de los actos de honor y reconocimiento a quienes están siendo juzgados o han sido sancionados (disciplinaria o penalmente) por violaciones a los DDHH o infracciones al DIH”. Ya que, de acuerdo con la CCJ, “no es aceptable constitucionalmente que se exalte a quienes han manchado el nombre de la fuerza pública y que se construya una memoria oficial sobre lo ocurrido en el conflicto armado interno”.
(Puede interesarle: Ley de Veteranos será estudiada por la Corte Constitucional)
También, hace un mes, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) decidió proteger temporalmente una “Voces para transformar a Colombia”, la colección que se convirtió en el primer piloto de guión para el Museo Nacional de Memoria. La Sección de Ausencia de Reconocimiento decidió estudiar una solicitud de medidas cautelares sobre esta obra.
La petición la realizó, en diciembre de 2019, el senador Iván Cepeda, quien le dijo a la Jurisdicción que esta exposición había sido modificada y alterada por la dirección del CNMH, en cabeza de Darío Acevedo. De acuerdo con Cepeda, “consistieron en la eliminación de expresiones, metáforas museológicas, afirmaciones, cifras y guías de visita al museo”, las cuales no fueron concertadas con las víctimas de estas iniciativas. También se cambió la presentación sobre el genocidio de la Unión Patriótica en la mencionada exposición.
La magistratura constató, a primera vista, “un incumplimiento de los acuerdos realizados entre el CNMH y las víctimas que participaron en la creación de la mencionada colección”, razón por la cual le ordenó “la protección de la colección por un término inicial de 90 días, período durante el cual quedó prohibida cualquier sustracción, modificación, alteración o eliminación de su metodología y contenido”. Se espera que en las próximas semanas se adelante una audiencia pública para ahondar en el debate sobre las posibles modificaciones.
La organización de las Madres de Falsos Positivos de Soacha y Bogotá, conocida como Mafapo, le envió una carta al director del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), Darío Acevedo, en la que expresa y formaliza su decisión de renunciar a su participación en los proyectos que esta entidad adelante.
De acuerdo con la misiva, el 25 de julio de 2019, Mafapo aceptó la invitación del CNMH para participar de los programas que se desarrollan desde la Dirección de construcción de memoria histórica. En ese momento, la entidad delegó a una funcionaria para que acompañara el trabajo que harían las madres.
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“Con ella se programó entre otras, la realización de un libro que recogiera los testimonios de las madres víctimas de los crímenes de personas presentadas ilegítimamente como bajas en combate por agentes del Estado”, explica Mafapo.
Sin embargo, la organización decidió echar para atrás su decisión, según su representante, Jaqueline Castillo, tras escuchar las declaraciones en las que Acevedo niega la existencia del conflicto armado en Colombia y de apoyar la idea de que en el futuro Museo de la Memoria de las víctimas de la guerra haya un lugar para exaltar el heroísmo de la Fuerza Pública.
“Nosotras reconocemos que puede haber esos reconocimientos, no todos cometieron delitos, pero no nos gustaría compartir un espacio de las víctimas con un actor armado. Y eso sin contar que el director ha asegurado que los “falsos positivos” no fueron una política de Estado. Nosotras no avalamos esa postura”, señala Castillo.
En la carta, las madres afirman que “él (Acevedo) no da garantías al derecho a la verdad de las víctimas en general y a las de nuestra organización en particular, por lo que definimos no continuar con el proceso señalado arriba”.
Según Cantillo, aunque estas declaraciones que refieren no son nuevas, decidieron hacer pública esta decisión esta semana porque la funcionaria del CNMH sigue buscando a las madres individualmente, a pesar de que de manera reiterada han manifestado su decisión de no continuar con el proceso. Y esto ha generado problemas al interior de Mafapo.
Mafapo también le solicitó a Acevedo que, “de manera inmediata, nos haga entrega de las entrevistas (audios y transcripciones) realizadas con las madres de Soacha y Bogotá dentro de este proceso” y dejó claro que “no autoriza al Centro utilizar estos documentos en ninguna de sus tareas misionales”.
La determinación de Mafapo se une a la decisión de la Corte Constitucional de estudiar la demanda que puso la Comisión Colombiana de Juristas (CCJ) contra cuatro artículos de la Ley de Veteranos, una iniciativa “por medio de la cual se reconoce, rinde homenaje y se otorgan beneficios a los veteranos de la fuerza pública y se dictan otras disposiciones”.
La demanda no busca eliminar los beneficios que han sido concedidos a los veteranos de la Fuerza Pública por su actividad, sino “proteger la memoria y la verdad excluyendo de los actos de honor y reconocimiento a quienes están siendo juzgados o han sido sancionados (disciplinaria o penalmente) por violaciones a los DDHH o infracciones al DIH”. Ya que, de acuerdo con la CCJ, “no es aceptable constitucionalmente que se exalte a quienes han manchado el nombre de la fuerza pública y que se construya una memoria oficial sobre lo ocurrido en el conflicto armado interno”.
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También, hace un mes, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) decidió proteger temporalmente una “Voces para transformar a Colombia”, la colección que se convirtió en el primer piloto de guión para el Museo Nacional de Memoria. La Sección de Ausencia de Reconocimiento decidió estudiar una solicitud de medidas cautelares sobre esta obra.
La petición la realizó, en diciembre de 2019, el senador Iván Cepeda, quien le dijo a la Jurisdicción que esta exposición había sido modificada y alterada por la dirección del CNMH, en cabeza de Darío Acevedo. De acuerdo con Cepeda, “consistieron en la eliminación de expresiones, metáforas museológicas, afirmaciones, cifras y guías de visita al museo”, las cuales no fueron concertadas con las víctimas de estas iniciativas. También se cambió la presentación sobre el genocidio de la Unión Patriótica en la mencionada exposición.
La magistratura constató, a primera vista, “un incumplimiento de los acuerdos realizados entre el CNMH y las víctimas que participaron en la creación de la mencionada colección”, razón por la cual le ordenó “la protección de la colección por un término inicial de 90 días, período durante el cual quedó prohibida cualquier sustracción, modificación, alteración o eliminación de su metodología y contenido”. Se espera que en las próximas semanas se adelante una audiencia pública para ahondar en el debate sobre las posibles modificaciones.