Estas eran las noticias del 23 de octubre de 1986

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El arzobispo de Bogotá, monseñor Mario Revollo Bravo, causó revuelo en los círculos políticos y judiciales del país al comentar la disposición de la iglesia católica de entablar diálogos con los narcotraficantes con el propósito de aminorar el clima de violencia política que ya afectaba al país. Los comentarios del prelado se hicieron en el marco de una reunión de la Conferencia Episcopal para preparar la “Jornada Mundial de Paz” propuesta por el papá Juan Pablo II como una tregua internacional en todos los conflictos. (Lea: El 22 de octubre de 1986 atentaron contra Alberto Villamizar)

 

Monseñor Revollo aclaró que no solamente la iglesia católica estaba en disposición de dialogar con los promotores del narcotráfico, sino que de hecho la Conferencia Episcopal venía adelantando contacto con dirigentes políticos, altos mandos militares y jefes subversivos para que el mensaje de tregua formulado por el papa Juan Pablo II tuviera un eco inmediato en Colombia. La iniciativa de la Iglesia se convirtió en un llamado a todos los causantes de violencia para hacer un alto en sus acciones. (Lea: La reforma tributaria que defendía César Gaviria)

 

No obstante, al tiempo que se conocían los buenos propósitos del arzobispo de Bogotá, trascendió que el narcotráfico seguía poniendo sus fichas para garantizar la impunidad de sus principales promotores. En esta ocasión, se supo de la iniciativa de lograr la nulidad del proceso penal que se adelantaba contra Jorge Luis Ochoa Vásquez, uno de los principales líderes del Cartel de Medellín. Luego de su extradición desde España a Colombia, contra Ochoa únicamente existía un proceso por contrabando de reses de lidia, pero un juez lo había dejado en libertad. Ahora se preparaba la nulidad del proceso.  (Lea: Justo hace 30 años, también, se presentaba la reforma tributaria)

 

Lea más sobre  la conmemoración de los 30 años sin Guillermo Cano aquí. 

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El arzobispo de Bogotá, monseñor Mario Revollo Bravo, causó revuelo en los círculos políticos y judiciales del país al comentar la disposición de la iglesia católica de entablar diálogos con los narcotraficantes con el propósito de aminorar el clima de violencia política que ya afectaba al país. Los comentarios del prelado se hicieron en el marco de una reunión de la Conferencia Episcopal para preparar la “Jornada Mundial de Paz” propuesta por el papá Juan Pablo II como una tregua internacional en todos los conflictos. (Lea: El 22 de octubre de 1986 atentaron contra Alberto Villamizar)

 

Monseñor Revollo aclaró que no solamente la iglesia católica estaba en disposición de dialogar con los promotores del narcotráfico, sino que de hecho la Conferencia Episcopal venía adelantando contacto con dirigentes políticos, altos mandos militares y jefes subversivos para que el mensaje de tregua formulado por el papa Juan Pablo II tuviera un eco inmediato en Colombia. La iniciativa de la Iglesia se convirtió en un llamado a todos los causantes de violencia para hacer un alto en sus acciones. (Lea: La reforma tributaria que defendía César Gaviria)

 

No obstante, al tiempo que se conocían los buenos propósitos del arzobispo de Bogotá, trascendió que el narcotráfico seguía poniendo sus fichas para garantizar la impunidad de sus principales promotores. En esta ocasión, se supo de la iniciativa de lograr la nulidad del proceso penal que se adelantaba contra Jorge Luis Ochoa Vásquez, uno de los principales líderes del Cartel de Medellín. Luego de su extradición desde España a Colombia, contra Ochoa únicamente existía un proceso por contrabando de reses de lidia, pero un juez lo había dejado en libertad. Ahora se preparaba la nulidad del proceso.  (Lea: Justo hace 30 años, también, se presentaba la reforma tributaria)

 

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