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El 3 de octubre de 1986, en medio de los habituales conflictos políticos entre gobierno y oposición, la noticia llegó por cuenta de una película que se pretendía realizar para recordar los hechos sucedidos en el Palacio de Justicia casi un año atrás. La controversia se armó porque la Compañía de Fomento Cinematográfico (Focine) decidió no patrocinar la producción propuesta por la Fundación Cinematográfica Colombiana por considerar inconveniente para el país y la sociedad tal propósito. (Lea: Estas eran las noticias del 2 de octubre de 1986)
En su negativa, la gerente de Focine, María Emma Mejía explicó que la decisión de la entidad obedeció a una solicitud planteada por el presidente de la Corte Suprema de Justicia, el magistrado Fernando Uribe, quien previamente le hizo la petición al ministro de Justicia, Eduardo Suescún. Según reveló María Emma Mejía, para tomar una decisión ella le pidió un concepto a la Procuraduría, que le manifestó que dicha película podía aportar elementos de confusión sobre este grave hecho ocurrido en Colombia en noviembre de 1985. (Lea: 30 años de la Toma del Palacio de Justicia)
La polémica trascendió a los medios de comunicación cuando el director de la Fundación Cinematográfica Colombiana, Jairo Pinilla, alegó que la posición asumida por Focine era una flagrante violación a la libertad de expresión. El debate se dio en momentos en que se aproximaba la fecha del primer aniversario del ataque del M-19 al Palacio de Justicia y la aparatosa operación militar de recuperación del edificio, episodio que en ese momento ya dejaba advertir el lastre de impunidad que iba a arrastrar el caso. (Lea: Polémica por las relaciones del más opcionado para convertirse en el designado presidencial)
Por Redacción El Espectador
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