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Luego de que el Gobierno Nacional determinara nombrar promotores de paz a los exguerrilleros del ELN Carlos Velandia y Gerardo Bermúdez Sánchez, conocidos en la guerra como Felipe Torres y Francisco Galán, días más tarde el primero quedó en libertad y, al segundo, le retiraron la orden de captura vigente para poder ejercer la designación y “ayudar a diseñar estrategias para la paz, la convivencia y la reconciliación”, dijo el comisionado de Paz Miguel Ceballos. No obstante, aunque se creía que su papel sería incidir en el reinicio de los diálogos entre el gobierno de Iván Duque y la guerrilla, hoy esta premisa quedó descartada de plano.
Según informó el Comando Central del ELN, en un comunicado enviado a la Comisión Facilitadora Civil, Francisco Galán y Felipe Torres “son funcionarios nombrados por el Gobierno colombiano y funcionales a sus planes, por tanto, están inhabilitados para realizar labores de acercamientos con el ELN”, dice la misiva en respuesta a la carta que envió la Comisión Facilitadora después de que la insurgencia declarara que desde el pasado primero y hasta el 30 de abril cesarían sus acciones bélicas en el país.
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En dicha carta, el COCE, cuyos integrantes en su mayoría se encuentran en Cuba luego de que se rompieran los diálogos de paz con el gobierno de Duque, también criticaron una posible intervención de Estados Unidos desde suelo colombiano contra Venezuela: “Más interés ha mostrado Iván Duque y la cúpula militar por apoyar los planes de Estados Unidos, para adelantar una intervención militar contra Venezuela, violando la Constitución Nacional; pues en estos casos, el presidente está obligado a consultar al Senado. Igual requisito debe cumplir para permitirse el movimiento de tropas extranjeras por el territorio colombiano, situación que ya viene aconteciendo en los departamentos fronterizos”.
Sobre esta decisión del ELN existe un antecedente importante: una vez posesionado el presidente Duque, la oficina del Alto Comisionado de Paz hizo el empalme del proceso de negociación que se adelantaba en La Habana con esta guerrilla, y se dejó claro al actual comisionado de paz que Galán y Velandia ya no eran integrantes del ELN. Sin embargo, tras el carro bomba que detonó esta guerrilla en la Escuela de Cadetes de la Policía en Bogotá, que cobró la vida de 21 uniformados y dejó más de sesenta heridos, Duque decidió romper con la negociación y Ceballos, por su parte, levantó la condición de gestores de paz a los dos exguerrilleros mencionados.
Con esto, las órdenes de captura quedaron nuevamente activas y, por eso, Velandia no regresó del exterior y Galán fue capturado en febrero pasado en Medellín. La misma suerte corrió Cuellar, a quien el Gobierno no ha mencionado en su reciente anuncio.
El 6 de abril de 2008, la guerrilla del ELN anunció que Galán ya no era su portavoz toda vez que sus ideas ya no correspondían con el pensamiento de la insurgencia. Dos días después, Uribe en medio de un consejo de seguridad desde Segovia (Antioquia) dijo que, a pesar de la decisión tomada por los líderes de esa guerrilla, Antonio García, Pablo Beltrán y Nicolás Rodríguez Bautista, su gobierno le daba todo su apoyo a Galán para que siguiera en la búsqueda de esa paz.
"Francisco Galán está resuelto, entregado a la tarea de la paz, ha cumplido. ¿Qué tiene que hacer el Gobierno?, darle todo el apoyo”, pronunció Uribe en ese momento. Días después, desde la Casa de Nariño, Galán dijo que renunciaba al ELN, diciéndole de frente a los tres jefes del ELN que, si la mesa con Álvaro Uribe no funcionaba, ya no contaran con él.
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Con Uribe las negociaciones quedaron ahí, ya que el ELN dijo que con dicho Gobierno no había posibilidad de llegar a algún acuerdo. Hacia 2010, al final del segundo mandato de Uribe, regresó de Europa Felipe Torres, recientemente nombrado promotor de paz por el gobierno de Duque y quien se reunió con Uribe en 2004 tras salir de prisión. Su misión al regresar de España, como lo hizo, fue hablar con políticos, comunidad internacional, líderes empresariales y sociedad civil.
El ELN no avaló sus acciones y se pronunció a través de un fuerte comunicado en 2011 diciendo que él no tenía ningún vínculo con esta guerrilla. Hasta ahí todo estaba tranquilo para Galán y Torres, no obstante, el segundo había regresado a España y cuando puso un pie en el aeropuerto El Dorado de Bogotá, en 2015, nuevamente fue capturado.