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Por medio de un comunicado, sobre el que no se sabe a ciencia cierta si es verídico, el Ejército Popular de Liberación (Epl) anunció el fin del paro armado que ese grupo impuso en la región del Catatumbo (Norte de Santander) desde el pasado 12 de febrero. Luego de ocho días en los que se presentaron combates en varios municipios y las vías departamentales fueron escenario de la quema de varios vehículos, esa guerrilla aseguró que a partir de media noche se autoriza “el transito intermunicipal, (la) apertura de establecimientos comerciales y centros educativos”.
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En el documento, firmado supuestamente por el Estado Mayor Central de esa guerrilla, también aseguran que tienen voluntad de diálogo “para buscar una solución negociada al conflicto” que sostienen con el Eln. Dicha confrontación empezó en marzo de 2018 luego de varios roces debido a que el Epl intentó copar espacios que había dejado el frente 33 de las Farc, pero el Eln se lo impidió.
“Autorizamos a la comisión diocesana de Reconciliación y Paz para que sirvan como garantes del dialogo entre las dos organizaciones”, dijeron en el comunicado. El Epl se refiere a un grupo de sacerdotes que, luego de que el conflicto entre ambas guerrillas escalara, se organizaron para tratar de mitigar los impactos de la confrontación armada sobre la población civil. Al preguntarle al obispo de Ocaña Gabriel Ángel Villa, quien hace parte del grupo de religiosos, si pensaban emprender la mediación entre ambos actores dijo que el próximo lunes se reunirán para definir su postura frente a lo dicho en el documento, pero enfatizó que “la posición de la Iglesia son diálogos pastorales, pero no propiamente diálogos de paz porque eso tiene que pasar por una autorización del Gobierno”.
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La confrontación entre el Eln y el Epl ha escalado desde noviembre de 2019. El Sistema de Alertas de la Defensoría del Pueblo ha registrado combates, homicidios selectivos, desplazamientos masivos y amenazas en contra de líderes sociales. Todo el municipio de Hacarí se declaró en confinamiento y también varios corregimientos de Ábrego y La Playa de Belén. Esos tres municipios han sido los más afectados con la confrontación. La situación era dramática en algunos centros poblados debido a la falta de viveres y medicinas por la imposibilidad de transportar carga por las carreteras del departamento.
La Comisión por la Vida, la paz y la reconciliación del Catatumbo, que recoge a varias organizaciones sociales de la región, había hecho publico un pronunciamiento en el cual le exigía a los grupos armados “dar término de forma inmediata a la estrategia de paros armados que afectan gravemente la movilidad de la población, el acceso a la salud, educación y otros derechos fundamentales”. También pidieron “mantener la búsqueda de vías dialogadas para superar la confrontación entre el ELN y EPL”. Por su parte, la Asociación por la Unidad Campesina del Catatumbo, organización social que nació a finales del año pasado, le pidió a ambas guerrillas “no vincular a la población civil en el conflicto”.
La confrontación entre ambas guerrillas no ha terminado en el Catatumbo, pero el levantamiento del paro armado significaría un alivio a la situación de miles de personas que durante más de una semana no se han podido movilizar por la región.
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