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La última junta nacional de la Federación de Ganaderos de Colombia (Fedegan), que se celebró hoy, tuvo como invitado especial a Darío Acevedo, director del Centro Nacional de Memoria Histórica (Cnmh). Al término de una reunión privada con los ganaderos y con la congresista del Centro Democrático María Fernanda Cabal, esposa del presidente de Fedegan, José Félix Lafaurie, ofrecieron una rueda de prensa, donde Lafaurie anunció que por sugerencia de Acevedo esa organización gremial firmará un convenio con el Cnmh. "Vamos a avanzar en la construcción de esa otra historia que se ha querido negar", aseguró el dirigente gremial.
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"En las conversaciones que hemos tenido ha surgido la posibilidad de firmar un convenio (con Fedegan) teniendo en cuenta la inmensa dimensión de la gravedad de los hechos ocurridos en el agro colombiano a lo largo de más de 50 años de conflicto armado", aseguró Acevedo. El funcionario explicó que el documento tendría como finalidad "recuperar la memoria de las víctimas". También afirmó que parte de ese acuerdo puede ser la publicación de textos cortos, de videos, de documentales y la construcción de lugares de memoria por parte del Cnmh. "El convenio que nos está brindando el doctor Acevedo abre un escenario muy, pero muy importante, para que una parte de estos hechos puedan tener un documental para que el país nunca olvide que el sector ganadero fue víctima de todos los actores armados, incluído el paramilitarismo", puntualizó el presidente de Fedegan.
En medio de la junta, Fedegán le entregó a Acevedo unos ejemplares del libro "Acabar con el olvido", en el que hay consignadas unas 6200 historias de ganaderos que fueron afectados por el conflicto armado en Colombia. La recopilación fue coordinada por la congresista María Fernanda Cabal, quien fue una de las fundadoras de la Fundación Colombia Ganadera (Fundagan). Los relatos exponen diferentes formas de afectación como la violencia, el asesinato y la quema de las haciendas por parte de los grupos armados irregulares. "Este fue un trabajo realizado por María Fernanda (Cabal) cuando ni siquiera era parlamentaria", agregó el líder gremial.
Lafaurie también denunció que en varias partes del país persiste la violencia contra los ganaderos. "Donde hay control territorial (de los grupos ilegales) los niveles de extorsión están llegado a épocas que creímos que estaban superadas", recalcó. También reseñó que hay varios casos recientes de secuestros.
El lider gremial aseguró que esperan que Fundagan siga documentando las historias de los ganaderos "para que eventualmente puedan hacer parte del acervo de documentos que la JEP tenga en cuenta ahora que está en el proceso de juzgamiento de buena parte de las Farc, sobretodo de los máximos responsables". Por otro lado, Lafaurie lanzó duras críticas a la Comisión de la Verdad: "la inmensa mayoría de los ganaderos lo que han sido es víctimas, por eso rechazamos cualquier intento de cuestionar, especialmente de la famosa Comisión de la Verdad el papel del ganadero porque el ganadero no es victimario". También reseñó que el Consejo Gremial tuvo una reunión con esa entidad, pero que "la pretensión es hacer ver al empresario como víctimario, los empresarios fueron víctimas".
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Fedegan ha sido cuestionada por los nexos con el paramilitarismo que han tenido algunos de sus dirigentes. Por ejemplo, Jorge Visbal Martelo, quien fue presidente de esa organización entre 1998 y 2004, fue condenado por la Corte Suprema a nueve años de prisión por sus estrechas relaciones con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Incluso, hay testimonios que los señalaban de ser un cercano asesor de Carlos Castaño. Martelo también fue un fuerte promotor de las Cooperativas Convivir, organizaciones amparadas por la ley, pero que en regiones como Urabá fueron creadas por los paramilitares para recolectar dinero de empresarios y ganaderos.
Otro caso que da cuenta de la participación de figuras importantes en la guerra es el de Benito Osorio Villadiego, quien fue gerente del Fondo Ganadero de Córdoba y gobernador del mismo departamento. Osorio, junto con los paramilitares de Vicente Castaño (quien ordenó que fuera nombrado gerente de esa entidad), se apropió de 105 predios en Urabá. El operativo de despojo funcionaba así: los paramilitares masacraban y amenazaban campesinos, tras lo cual Osorio (desde el Fondo Ganadero) compraba las tierras que abandonaban los parceleros. Por medio de esas compras sistemáticas, a precios bajísimos, se apropiaron de unos 105 predios. El exgobernador fue condenado a 19 años de prisión por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Antioquia.
Al preguntarle a Lafaurie si ese gremio tenía pensado aportar a la verdad en cuanto al papel que jugaron en el impulso de esas cooperativas respondió: "Los ganaderos fuimos víctimas, cuando el Estado colombiano se sintió en la incapacidad para poder responder frente a dinámicas violentas fue el mismo Estado el que ayudó a construir este tipo de cooperativas. El paramilitarismo no se puede confundir con las acciones legales que en su momento pudo haber tenido ciertos sectores empresariales. Lo que pretende la Comisión de la Verdad es poner al empresariado como un actor victimario".
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