¿Dónde están los excombatientes de las Farc que salieron de los espacios de reincorporación?

El 75 % de los excombatientes que iniciaron el tránsito a la vida civil dejaron estos lugares. Sin embargo, el Gobierno conoce el paradero de la mayoría, que sigue conectada con el proceso, a pesar de que han marcado distancia del partido FARC.

Sebastián Forero Rueda - @Sebasforeror
12 de agosto de 2019 - 11:00 a. m.
Actualmente, 3.320 excombatientes permanecen en los espacios territoriales; es decir, el 25 % de quienes están en proceso de reincorporación.  / Óscar Pérez
Actualmente, 3.320 excombatientes permanecen en los espacios territoriales; es decir, el 25 % de quienes están en proceso de reincorporación. / Óscar Pérez
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Los sectores más críticos del proceso de paz han sostenido que las disidencias de la extinta guerrilla de las Farc alcanzan los 5.000 miembros. Hace unas semanas, el senador Álvaro Uribe lanzó esa cifra citando informes de inteligencia militar y de Naciones Unidas, en declaraciones que fueron desmentidas por el Gobierno y la misma Misión de Verificación. Centros de pensamiento como la Fundación Ideas para la Paz han apuntado que, si bien es difícil saber con certeza la dimensión de ese fenómeno, la cifra no supera los 2.000 integrantes. Pero el argumento que han usado quienes hablan de números más abultados es que son muy pocos los exguerrilleros que permanecen en los espacios de reincorporación y eso explicaría una supuesta desbandada de regreso al monte y a las armas.

Esta semana, cuando se cumplen dos años de la dejación de armas de la extinta guerrilla, el Gobierno Nacional ha entregado cifras que evidencian un panorama muy diferente. Es cierto que en los espacios de reincorporación solo permanece hoy cerca del 25 % de los excombatientes. Según la información más actualizada de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), de 13.000 exguerrilleros que iniciaron su proceso de reincorporación, 3.320 permanecen en dichos espacios. Pero ello no implica que los demás se hayan ido a engrosar las filas de los grupos disidentes. ¿Dónde está el resto de los excombatientes; es decir, los otros 10.000?

La ARN conoce el paradero de 8.815 excombatientes, que están en 450 municipios de Colombia. No solo se sabe dónde están, sino qué están haciendo y los exguerrilleros acuden continuamente a los eventos relacionados con su proceso de reincorporación.

La desconexión con la FARC

Fueron 16 años los que María Isabel Méndez, Chavela, estuvo en las filas de las Farc, en el frente 16, en el Vichada. Cuando el Gobierno Nacional y las Farc dialogaban en La Habana, ella estuvo en prisión y recuperó su libertad en virtud del Acuerdo de Paz.

Al salir de prisión, Méndez se fue para la entonces zona veredal ubicada en Planadas, al sur del Tolima. Solo cuatro meses duró allí. “Todo estaba fallando, las cosas no se iban a cumplir”, recuerda hoy. El excomandante que llevaba las riendas de ese espacio era Wilson Saavedra, quien según dice Chavela era quien más empujaba. Pero el excomandante salió del espacio para el Valle del Cauca, donde fue asesinado por sicarios en mayo pasado. “Cuando él se fue, uno quedó como desamparado”.

Finalmente, en septiembre de 2017 María Isabel decidió coger su camino y se fue para Villavicencio, donde tenía su familia, a buscar otros horizontes. “Yo cargaba un nietecito y dije ‘me voy a la de Dios’. Tenía a mi mamá enferma de cáncer y me fui a estar con ella”. En su tierra, supo que no quería hacer su proyecto de vida en colectivo. Quería ser independiente, dice. Quería tener la vida que no había podido tener.

Hoy ya tiene su proyecto productivo aprobado y en una de las calles de ese municipio levantó el restaurante Chavela, en honor a los años que pasó en la guerra, que no los desconoce. Los $8 millones a los que tenía derecho según el acuerdo para su proyecto, se los entregaron en mesas, sillas, estufa, horno, congelador y vajillas.

Su caso es sintomático. Es muestra de todos aquellos excombatientes que han salido de los espacios territoriales al no encontrar allí posibilidades reales para su reincorporación, pero que hoy siguen avanzando en silencio en su tránsito a la vida civil. Poco tienen que ver con el partido y con la organización. El contacto que tiene Chavela, por ejemplo, con sus antes compañeros se reduce a los espacios de formación a los que acude a través de la ARN. Ya se han aprobado 246 proyectos individuales dentro de los que hay panaderías, almacenes, ferreterías, restaurantes, peluquerías y veterinarias, entre otros.

Pero también hay quienes aun por fuera de los espacios de reincorporación se han juntado para empujar iniciativas productivas que les garanticen su sostenibilidad. Víctor Hugo Silva, un exguerrillero del frente 17, preside hoy la cooperativa Cooagropaz, en el Huila, que agrupa a 600 personas entre excombatientes y, algo sorprendente, víctimas del conflicto armado. Según dice, el vínculo entre los exguerrilleros y la comunidad se ha venido afianzando, al punto de que la línea que los divide se hace cada vez más difusa.

Una de sus principales apuestas es un centro de acopio que recoja los productos elaborados por los campesinos y los acerque al público comprador. La idea es saltarse el intermediario, reconociendo que la comercialización en zonas de difícil acceso es siempre uno de los mayores desafíos.

Pero según dice, más allá de la esfera productiva, lo que pretende la cooperativa es reconstruir el tejido social roto durante los años de la guerra. “Esto viene creciendo, la gente se está animando. Los proyectos productivos apuntan a construir desarrollo en el territorio”.

Al igual que María Isabel, Silva tuvo un fugaz paso por un espacio de reincorporación donde no pudo echar raíces. En su caso, fue en el de Mesetas, que se habilitó para los exprisioneros políticos de esa guerrilla. Dice que allí no vio oportunidades para emprender. “Esos espacios son transitorios, hay que dar el primer paso. Estar en los territorios resarciendo el daño que hicimos”.

Silva hoy lanza duras críticas a la dirigencia de la exguerrilla. Según él, el proceso está centralizado en Bogotá y los líderes nacionales han abandonado a los territorios. “La comunicación con los líderes se cortó. Los dirigentes olvidaron a las bases guerrilleras. Lo resuelven todo desde Bogotá, desconocen los territorios y este proceso debe descentralizarse. Es en las regiones donde se construye el proceso de paz y donde hay nuevas realidades”.

Las respuestas

Pastor Alape, representante por la FARC en el Consejo Nacional de Reincorporación (CNR), instancia por donde pasan las decisiones más importantes en esta materia, es claro en afirmar que el acompañamiento a los excombatientes se hace tanto a quienes permanecen en los espacios territoriales como a quienes toman otros caminos.

“El CNR es una instancia que estableció el acuerdo para la reincorporación de los exguerrilleros de las Farc, independientemente de si siguen siendo militantes o no del partido. La atención se tiene que prestar a todo el universo de personas en proceso de reincorporación”, afirma.

Sin embargo, sostiene que la recomendación a los excombatientes siempre ha sido que se articulen, porque así es más fácil formular los proyectos, mientras que el seguimiento a cada caso de manera individual supera su capacidad como organización. De acuerdo con sus cifras, por fuera de los espacios de reincorporación hay actualmente ochenta nuevas áreas de reincorporación en varios municipios del país.

En materia del partido político, sostiene, el escenario es distinto. Desde allí, evidentemente, la apuesta es mantener la colectividad. Sin embargo, reconoce que hay quienes se han apartado y ya no militan con el partido. “Las proyecciones tienen que trabajarse y no es desde la voluntariedad de quienes orientan, sino desde las condiciones concretas del colectivo. Eso se da de acuerdo también a la capacidad de liderazgos que haya en los territorios, la formación que tenga la gente, el compromiso. Ninguna de las dinámicas se puede imponer, todo se construye en la medida de las posibilidades reales”.

Por su parte, Andrés Stapper, director de la ARN, reafirma que la reincorporación no está atada a ningún espacio geográfico y que avanzar en el proceso de forma individual es una opción igualmente legítima. “Los beneficios que tiene una persona en un espacio territorial son los mismos que tiene una persona que está por fuera de estos. Tenemos excombatientes por fuera de los espacios que siguen rutas ya sea individuales o colectivas, pero esa es una decisión propia de los excombatientes”.

Según el funcionario, basado en la información que han recopilado con los exguerrilleros, cerca del 50 % ha manifestado su deseo de emprender una iniciativa de carácter individual. Ese tipo de proyectos, explica, no pasan por el CNR y su trámite puede ser más rápido.

Para Stapper, uno de los riesgos de quienes llevan a cabo su proceso fuera de los espacios territoriales es la seguridad física. A la fecha, dentro de esas zonas no se ha presentado ningún homicidio de excombatientes, mientras que las víctimas mortales, más de 130 desde la firma del Acuerdo de Paz, han sido entre quienes salieron de los espacios.

“Una de las apuestas más significativas para el Gobierno es proteger la vida de ellos, no solo en los espacios sino en cualquier lugar donde desarrollen su proceso de reincorporación. En ese sentido se fortalecieron los esquemas que se dispusieron en el acuerdo, a través de la UNP y el Ejército, así como los sistemas de alertas tempranas de la Defensoría”, dice.

Entre tanto, a los espacios territoriales de capacitación y reincorporación les quedan cuatro días como figura jurídica. A partir del 16 de agosto, algunos se convertirán en caseríos, veredas o corregimientos y se integrarán plenamente con la comunidad. Otros se trasladarán. Ya se extendieron beneficios, como la renta básica que reciben mensualmente quienes demuestren estar vinculados con el proceso.

Esta semana se debe conocer la ruta de reincorporación a largo plazo (ocho años) que establece la manera en la que los excombatientes deben seguir vinculados a la ARN para disfrutar de los beneficios.

Por Sebastián Forero Rueda - @Sebasforeror

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