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La comunidad Yukpa en el Cesar decidió restringir el ingreso a sus resguardos en el municipio de La Paz, Codazzi y Becerril para prevenir el contagio de COVID-19.
Javier Clavijo, líder indígena Yukpa, manifiesta que están realizando el control basándose en las políticas del Gobierno Nacional. “Nosotros no estamos realizando un bloqueo, lo que estamos haciendo es un control de acuerdo con toda la normatividad que ha establecido el Gobierno Nacional y el decreto que sacó el presidente”, le dijo Clavijo a El Espectador.
La medida busca proteger a las comunidades que están en la Serranía del Perijá y evitar que la pandemia llegue a sus resguardos. Clavijo afirma que es una situación difícil porque el pueblo Yukpa históricamente ha sufrido abandono por parte del Estado en cuanto a salud, educación, protección del territorio y seguridad alimentaria; por eso, no están preparados para enfrentar el virus.
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“La llegada del virus sería terrible para nuestra comunidad. Por eso estamos haciendo un control tanto a los Yukpa como a las comunidades campesinas, queremos que haya un poco de conciencia, solidaridad y hermandad. Hay que ser muy responsables con todo lo que está sucediendo”, manifestó el líder indígena.
Aseguró que se está permitiendo el paso de alimentos, solo se restringe el ingreso de personas que quieren visitar el territorio y no tienen en cuenta las órdenes del Gobierno.
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Clavijo hace énfasis en los múltiples problemas que enfrenta la comunidad. Por un lado, han sido víctimas del conflicto armado: en su momento estuvo las Farc y actualmente sufren por la presencia del Eln. Por otro lado, el líder dice que los Yukpa son un pueblo nómada que necesita su territorio y fueron despojados de 10.000 hectáreas.
“El territorio forestal de los Motilones fue destinado para la minería y desviaron los ríos. Somos un pueblo nómada que necesita de su territorio, todos los nómadas por lo regular tienen territorios extensos. En el caso de los Yukpa, nosotros perdimos todo: las partes planas fueron utilizadas para la ganadería, para el cultivo de palma y para la minería. Ahora tenemos una emergencia alimentaria, tampoco hay cultivos”, puntualizó Clavijo.
Este martes la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) alertó sobre un incremento en la situación de afectación y riesgo de 246.304 familias indígenas, 44.728 nuevas familias. Manifiestan que la cercanía a centros poblados de las comunidades, incrementó en un alarmante 22%, y 535.113 familias indígenas están a portas de una crisis humanitaria. La organización confirmó un contagio en el del Pueblo Pasto.
Por el momento se han confirmado seis casos de personas indígenas contagiadas: dos en el pueblo binacional Yukpa, una en el pueblo Zenú y tres en el Pueblo los pastos.