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En el calendario legislativo está dispuesto que el Congreso regrese de vacaciones este martes 17 de marzo para que los parlamentarios retomen labores de este periodo —que se acaba el próximo 20 de junio—.
Luego de un largo descanso, en este trimestre la agenda de trabajo en el capitolio estará enfocada en estudiar, tramitar y debatir las reformas política, electoral y a la justicia, mientras que se especula aún si el Gobierno presentará (o no) las reformas laboral, pensional y a la salud. De entrada se sabe que la discusión de esos temas será compleja. Pero a ello se le suma otro inconveniente: la llegada del coronavirus al país y la urgencia de contenerlo.
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La directriz del Gobierno ha sido tomar todas las medidas necesarias para que no se propague el virus y así evitar el colapso del sistema de salud. Entre ellas está evitar que se reúnan grupos de más de 500 o mil personas. Y, justamente, el Congreso es un lugar susceptible a que se aglomeren grandes cantidades de seres humanos. Tan solo contando los legisladores de la Cámara de Representantes y el Senado hay cerca de 300 personas. A ellos se suman quienes hacen parte de sus Unidades de Trabajo Legislativo, la planta administrativa de ambas cámaras, personal de seguridad y limpieza y las personas que diariamente entran y salen dichas instalaciones para participar en audiencias públicas.
Por ello, el Congreso de la República podría ser un foco importante en el que se propague el SARS-CoV-2. Ante la situación, Juanita Goebertus, representante por la Alianza Verde, propuso que se modifique la forma de sesionar para evitar que los parlamentarios se reúnan presencialmente. Por medio de su cuenta de Twitter, invitó al presidente del Senado, Lidio García, y de Cámara, Carlos Alberto Cuenca Chaux, para considerar encuentros virtuales.
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De hecho, según la legisladora, el artículo 140 de la Constitución avalaría esa acción pues dicta que aunque el Congreso tiene su sede, las cámaras “podrán por acuerdo entre ellas trasladar su sede a otro lugar y, en caso de perturbación del orden público, podrán reunirse en el sitio que designe el presidente del Senado”, que en este caso sería una aplicación de celulares y computadores que permite una videollamada. En Zoom, por ejemplo, se pueden conectar hasta 50 personas como expositores, y hasta 10.000 asistentes en modo escucha.
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“Sería una manera de garantizar que contribuyamos desde el Congreso de la República a contener el esparcimiento del coronavirus, pero garantizando al mismo tiempo el Congreso continúe cumpliendo con sus funciones más de cara a una situación de crisis como la que enfrenta el país”, comunicó la representante. Sobre esto no se han pronunciado, hasta el momento, García ni Cuenca Chaux.
A parte de esta medida está también otras de “choque” que propuso Juan Luis Castro, senador de los verdes. Por medio de una carta que le envió a Lidio García, Castro le sugirió poner puntos de desinfección en todos los recintos del Senado, brigadas de salud para que tomen la temperatura de los asistentes al Congreso, la aplicación del teletrabajo y que solo haya máximo dos funcionarios por cada oficina de senador.
* “Estamos cubriendo de manera responsable esta pandemia, parte de eso es dejar sin restricción todos los contenidos sobre el tema que puedes consultar en el especial sobre Coronavirus".