Falcao nunca dejó de creer

Con su liderazgo y sus goles, el delantero del Mónaco fue importante en la clasificación de Colombia al Mundial de Rusia 2018. Este año regresó a la élite del fútbol mundial. Este sabado fue reconocido como el mejor deportista del sur de Francia.

Luis Guillermo Montenegro - lmontenegro@elespectador.com - @luisguimonte
30 de diciembre de 2017 - 01:19 p. m.
Radamel Falcao García celebra el gol que le marcó a Brasil en el camino a Rusia 2018. / FCF
Radamel Falcao García celebra el gol que le marcó a Brasil en el camino a Rusia 2018. / FCF
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Pasó un año y un mes para que Radamel Falcao García regresara a la selección colombiana de fútbol. Exactamente 14 partidos oficiales jugaron los dirigidos por José Pékerman sin la presencia del referente goleador. Las lesiones y la falta de confianza de los entrenadores de los clubes en los que había estado en un pasado reciente le habían afectado más de la cuenta a Radamel. Pero Pékerman siempre lo arropó, lo dio animó en las noches más oscuras y lo llenó de confianza. Así que, en noviembre de 2016, para las fechas 11 y 12 de la Eliminatoria a Rusia 2018, lo volvió a convocar. (lea también: Falcao, cesó la horrible noche)

“Falcao siempre fue un jugador clave en la selección, lamentablemente su lesión previa al Mundial lo alejó. Ahora estamos en otra etapa, tras un tiempo de espera está encontrando su mejor forma y eso es alentador para todos los colombianos”, dijo un emocionado Pékerman antes de los juegos ante Chile y Argentina.

En ese momento la presencia de Falcao entre los convocados era suficiente. No importaba que no fuera titular ni llevara el brazalete de capitán. Por esos días sólo la presencia del delantero del Mónaco era importante para el grupo. Por su calidad humana y por lo que representa como futbolista, motivaba a sus compañeros. Muchos de ellos nunca habían compartido con él, todo un ícono del fútbol colombiano.

El año 2017 comenzó para Colombia con incertidumbre, de cara al objetivo de la clasificación al Mundial. Luego de perder 3-0 ante Argentina, en San Juan, el equipo de Pékerman estaba en la sexta casilla, fuera de las posiciones de privilegio. Claro que había jugadores como para revertir la situación. Uno de ellos, Falcao. (lea también: Falcao según Reinaldo Merlo)

Aunque desde los primeros meses del año el delantero samario brillaba con el Mónaco, siendo goleador del equipo que era líder de la Liga de Francia y sorprendía en la Uefa Champions League, cada vez que llegaba el momento de hacer una convocatoria de la selección para las eliminatorias, alguna pequeña lesión le impedía estar. Así que se perdió los juegos ante Bolivia y Ecuador.

No obstante, de esas molestias físicas supo recuperarse sin problemas. Siguió marcando goles con su club y terminó siendo campeón. Fue el gran líder de un equipo modesto que sorprendió a Europa llegando hasta semifinales de la Champions y quedándose con el título de Francia, superando al poderoso PSG. Estas buenas noticias ilusionaban a José Pékerman, a los jugadores de la selección y a los miles de hinchas del equipo nacional.

A mediados de años jugó los amistosos ante España y Camerún. Ante los europeos marcó un gol que representó para él convertirse en el máximo goleador histórico del equipo tricolor. Para las fechas 15 y 16 de la eliminatoria, cuando llegaó el momento de dar la puntada final, Falcao fue una vez más fundamental para Colombia. Ante Venezuela fue capitán y titular. No marcó, pero generó las más claras opciones de gol. A los pocos días manotó un gol trascendental en el empate 1-1 ante Brasil en el Metropolitano de Barranquilla. “Volvió el mejor Falcao”, dijo un emocionado Pékerman. Sabía que por un momento así es que había trabajado Radamel. “Su alegría nos contagia. Es nuestro Tigre y es una gran noticia contar con él”, comentó, por su parte, James Rodríguez. 

Luego, en la penúltima fecha ante Paraguay, Falcao nuevamente fue titular. Esta vez también llevó el brazalete de capitán. Marcó un gol espectacular que pudo representar la clasificación, sin embargo, errores defensivos costaron terminar perdiendo 2-1 en los últimos instantes. A pesar de ese duro golpe anímico para el equipo, Falcao no bajó los brazos y confiando, como lo hizo en medio del desierto más movedizo de su vida, lideró al equipo a la clasificación. “Hay que creer en nosotros. Tenemos muchos argumentos”, dijo. Luego Colombia empató 1-1 ante Perú y consiguió el cupo directo a Rusia 2018. El objetivo se había cumplido. (lea también: el deseo de Falcao para 2018)

Este año fue uno de los mejores que ha tenido Falcao en su vida personal y futbolística. Tuvo a su tercera hija, Annete, y estuvo entre los nominados a recibir el balón de oro, por su extraordinaria temporada. Nunca dejó de creer en los demás, en sí mismo; en el fútbol. Juana Carmenza Zárate, su mamá, le infundió el amor por Dios. Y de eso se agarró, como si de ese hilo dependiera su vida. Confió, se rodeó de su familia y disfrutó hasta de los malos momentos. Ahora todo es una anécdota, un testimonio. Su gran sueño está por venir: jugar una Copa del Mundo. Rusia lo espera. 

Otro reconocimiento

El atacante samario fue elegido por los lectores de la revista Nice-Martin, como el mejor deportista del sur de Francia, recibiendo más de 9.000 votos y superando al automovilista Charles Leclerc y al ciclomontañista Loïc Bruni.

 

Por Luis Guillermo Montenegro - lmontenegro@elespectador.com - @luisguimonte

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