Juan Daniel Roa: pruebas en Millonarios y Nacional, figura en Santa Fe
El volante bogotano, de 26 años, ha ganado ocho títulos con el club cardenal. En algún momento pensó en abandonar el fútbol; hoy es intocable en el mediocampo del equipo albirrojo, subcampeón del fútbol colombiano.
Sebastián Arenas - @SebasArenas10
Juan Daniel Roa siempre ha estado rodeado de fútbol. Desde que pateó la pelota en el barrio Ciudadela Colsubsidio, el bogotano soñó con hacerlo de manera profesional. Su familia no le negó el apoyo. Lo inscribió a la escuela Real Players. El pequeño empezó a destacarse y fue llamado al equipo de la Liga de Bogotá. Sin embargo, no se alejó del estudio. En 2007 se graduó de bachiller del colegio Colombo-Boliviano. Se probó en Millonarios (el equipo del que es hincha la mayoría de sus parientes) y en Nacional, antes de regresar a la capital de la República, donde pensó en abandonar el balón. (Santa Fe, un digno subcampeón)
Cuando finalizaba la primera década de este milenio, sus condiciones las vio el entrenador Wilson Torres, quien se lo recomendó a un dirigente que anhelaba con ser presidente de Independiente Santa Fe: César Pastrana. El hombre que con los años se convertiría en el directivo más importante de la historia cardenal le hizo caso a Torres, y Roa, que nunca pensó en ponerse la camiseta albirroja, la lució con la ilusión de encontrarse más cerca del profesionalismo. A él llegó en un partido de la Copa Colombia, el 19 de agosto del 2010, contra Real Cartagena. Jugó como lateral derecho y dejó satisfecho al técnico Néstor Otero.
“Todo fue muy rápido y en marzo ya entrenaba con el equipo élite, pero los técnicos después de unos partidos decidieron enviarme al sub-19, donde me afiancé. En un juego que vio el profesor (Néstor) Otero, le gustó mi estilo y me subió al profesional”, recordó hace unos años Juan Daniel, que al comienzo pensó “que era broma, no me lo creía, y ya cuando vi que me llamaron junto a Julián Quiñones (central) y Luis Aranda (volante), pues como que dije: ‘la cosa va en serio’”. Y fue muy en serio. Hoy en día Roa lleva más de 300 compromisos como profesional con la indumentaria santafereña, es querido por la afición y no para de rendir.
Con 26 años, es el mayor de tres hermanos. Los otros dos orgullos de Daniel Roa y Luz Adiela Reyes también son futbolistas. Santiago, de 22 años, milita en Tigres, mientras que Nicolás, de 23, lo hace en el Deportivo Cali. Juan Daniel intenta ser ejemplo para ellos. Por eso cambió muchas cosas de su vida personal. Prefiere evitar las peligrosas tentaciones que se presentan en el entorno del fútbol y dedicarse a las mujeres que ama: la modelo Ángela Gordon, con quien se comprometió en diciembre de 2016, y su hija Sophie. Probablemente en ellas pensó cuando anotó el gol contra Tolima en la semifinal. A ellas, los triunfos que ha conseguido con Santa Fe, que perdió la final de la reciente Liga Águila ante Millonarios.
Roa debutó con el número 31 en su espalda. Jugó cinco partidos con el 5 en la Copa Sudamericana 2011. Cuando el boliviano Diego Cabrera llegó al equipo, cedió su número. Hoy nadie le quita el 17. Nadie le arrebata el esfuerzo, a pesar de no conseguir un nuevo título. Son ocho los que ha conquistado con el club al que le agradece todo, al que le ha dado su marca, su proyección por la banda derecha, su sudor: Liga Postobón 2012-I, Superliga 2013, Liga Postobón 2014-II, Superliga 2015, Copa Sudamericana 2015, Suruga Bank, Liga Águila 2016-II y Superliga 2017. Ya hace parte de la historia cardenal, esa que ha crecido de manera notable en la época reciente.
@SebasArenas10 - sarenas@elespectador.com
Juan Daniel Roa siempre ha estado rodeado de fútbol. Desde que pateó la pelota en el barrio Ciudadela Colsubsidio, el bogotano soñó con hacerlo de manera profesional. Su familia no le negó el apoyo. Lo inscribió a la escuela Real Players. El pequeño empezó a destacarse y fue llamado al equipo de la Liga de Bogotá. Sin embargo, no se alejó del estudio. En 2007 se graduó de bachiller del colegio Colombo-Boliviano. Se probó en Millonarios (el equipo del que es hincha la mayoría de sus parientes) y en Nacional, antes de regresar a la capital de la República, donde pensó en abandonar el balón. (Santa Fe, un digno subcampeón)
Cuando finalizaba la primera década de este milenio, sus condiciones las vio el entrenador Wilson Torres, quien se lo recomendó a un dirigente que anhelaba con ser presidente de Independiente Santa Fe: César Pastrana. El hombre que con los años se convertiría en el directivo más importante de la historia cardenal le hizo caso a Torres, y Roa, que nunca pensó en ponerse la camiseta albirroja, la lució con la ilusión de encontrarse más cerca del profesionalismo. A él llegó en un partido de la Copa Colombia, el 19 de agosto del 2010, contra Real Cartagena. Jugó como lateral derecho y dejó satisfecho al técnico Néstor Otero.
“Todo fue muy rápido y en marzo ya entrenaba con el equipo élite, pero los técnicos después de unos partidos decidieron enviarme al sub-19, donde me afiancé. En un juego que vio el profesor (Néstor) Otero, le gustó mi estilo y me subió al profesional”, recordó hace unos años Juan Daniel, que al comienzo pensó “que era broma, no me lo creía, y ya cuando vi que me llamaron junto a Julián Quiñones (central) y Luis Aranda (volante), pues como que dije: ‘la cosa va en serio’”. Y fue muy en serio. Hoy en día Roa lleva más de 300 compromisos como profesional con la indumentaria santafereña, es querido por la afición y no para de rendir.
Con 26 años, es el mayor de tres hermanos. Los otros dos orgullos de Daniel Roa y Luz Adiela Reyes también son futbolistas. Santiago, de 22 años, milita en Tigres, mientras que Nicolás, de 23, lo hace en el Deportivo Cali. Juan Daniel intenta ser ejemplo para ellos. Por eso cambió muchas cosas de su vida personal. Prefiere evitar las peligrosas tentaciones que se presentan en el entorno del fútbol y dedicarse a las mujeres que ama: la modelo Ángela Gordon, con quien se comprometió en diciembre de 2016, y su hija Sophie. Probablemente en ellas pensó cuando anotó el gol contra Tolima en la semifinal. A ellas, los triunfos que ha conseguido con Santa Fe, que perdió la final de la reciente Liga Águila ante Millonarios.
Roa debutó con el número 31 en su espalda. Jugó cinco partidos con el 5 en la Copa Sudamericana 2011. Cuando el boliviano Diego Cabrera llegó al equipo, cedió su número. Hoy nadie le quita el 17. Nadie le arrebata el esfuerzo, a pesar de no conseguir un nuevo título. Son ocho los que ha conquistado con el club al que le agradece todo, al que le ha dado su marca, su proyección por la banda derecha, su sudor: Liga Postobón 2012-I, Superliga 2013, Liga Postobón 2014-II, Superliga 2015, Copa Sudamericana 2015, Suruga Bank, Liga Águila 2016-II y Superliga 2017. Ya hace parte de la historia cardenal, esa que ha crecido de manera notable en la época reciente.
@SebasArenas10 - sarenas@elespectador.com