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En su infancia, Carlos Gutiérrez fue llevado de la mano de su hermano al estadio General Santander a ver los partidos del Cúcuta Deportivo, club de su ciudad natal. Además, practicaba ciclismo. Mientras pedaleaba encontró la necesidad de contar con un psicólogo deportivo. Abandonó ese deporte y tomó el camino académico para convertirse en el apoyo que a él le hubiera gustado tener.
(La sabiduría de Alfredo Di Stéfano)
Gutiérrez se graduó de psicólogo de la Universidad de Pamplona y se especializó en psicología del deporte en la Universidad de Las Palmas, en España. También realizó dos maestrías: una en sexología en el Centro de Investigaciones Psiquiátricas, Psicológicas y Sexológicas, en Venezuela, y otra en gerencia de seguridad y salud ocupacional en la Caribbean International University, en Curazao. Actualmente está en período de tesis de un doctorado en psicología del deporte en la Universidad LiberQuaré (México) en asocio con la Universidad de Vigo (España).
En 2007, Gutiérrez comenzó a trabajar con su querido Cúcuta Deportivo, del cual debió salir cuando la situación económica del equipo se hizo insostenible. El estratega Fernando Velasco lo volvió a llevar al cuadro motilón y el 7 de enero de 2018 conoció al técnico argentino Lucas Pusineri, quien le pidió que le contara sobre su trabajo. Dieron 12 vueltas a la cancha del General Santander en medio de una conversación en la que el entrenador le dijo: “Soy un creyente de la psicología en el deporte”. Y lo integró a su cuerpo técnico.
“La psicología es demasiado importante en el momento de tomar las decisiones adecuadas. Es clave poseer serenidad, inteligencia emocional, atención y concentración durante los partidos”, le explicó a este diario Carlos Gutiérrez, quien también estuvo vinculado a Coldeportes, ahora Ministerio, y durante siete años trabajó el aspecto mental del gimnasta Jossimar Calvo.
¿Qué porcentaje tiene el aspecto mental en el desempeño deportivo?
El ser humano tiene una dualidad: cuerpo y mente. Entonces, el factor mental es supremamente importante en el desarrollo de un deportista. Hay estudios que dicen que puede llegar a ser un 60-40 o incluso un 50-50, porque puedes estar muy bien preparado desde la parte física, técnica y táctica, pero si no estás bien preparado mentalmente para afrontar los retos y las presiones en el alto rendimiento, esa preparación física, técnica y táctica se va al traste.
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¿Qué ejercicios realiza con los futbolistas para fortalecerlos mentalmente?
Trabajo el neuroentrenamiento en cancha con ejercicios a través de aparatos de última tecnología que permiten mejorar los tiempos de reacción. Algunos funcionan con sensores de luz, movimiento o proximidad. Por ejemplo, a los porteros les ponemos unos lentes que producen unas luces de estrober que les inhabilitan la visión durante micromilésimas de segundo, lo que les ayuda a calcular mejor la distancia con el balón y la velocidad de este. Eso se trabaja progresivamente y, a medida que el cerebro se adapta, contribuye a que estos respondan de mejor manera en los partidos.
¿De qué forma utiliza las palabras para influir positivamente en el cerebro del jugador?
Depende del diagnóstico que se hace de cada uno y del plantel en general. De acuerdo con las pruebas que se les practican, a la observación y a la cotidianidad con ellos, uno va detectando qué temáticas debe trabajar. Se puede laborar en la inteligencia emocional de un futbolista que tiene poca tolerancia a la frustración o en alguno que recibe muchas tarjetas amarillas y rojas para que tenga más control de sí mismo. De manera grupal se realizan ejercicios cuando vemos que no hay cohesión y que cada uno está buscando sus objetivos personales. En ese caso hacemos conferencias, entrevistas y trabajos de campo en los que tienen que desempeñarse como equipo.
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¿El trabajo mental varía según la edad de los jugadores?
Puede variar, pero no es una constante. Es de acuerdo con las habilidades cognitivas, aunque claro que hay momentos especiales, como cuando un jugador va a debutar, lo cual no es fácil. Hay que hacer que ellos se enfoquen en el desarrollo del partido, que es lo importante, y no piensen en la cantidad de espectadores que hay en el estadio o en que el juego está siendo transmitido por televisión. Lo que se debe hacer es brindarles herramientas psicológicas a los más jóvenes y fortalecer las de los más grandes.
¿Qué objetivos tiene a corto, mediano y largo plazo?
Primero, triunfar en Independiente al lado del profesor Pusineri y seguir creciendo junto a este cuerpo técnico que ha sido muy exitoso. Espero, algún día, desarrollar mi trabajo en la selección de mi país, terminar mi doctorado y aportarle al deporte colombiano. Me gustaría realizar investigaciones en universidades en torno a la psicología del deporte y al neuroentrenamiento aplicado al fútbol.
@SebasArenas10 (sarenas@elespectador.com)