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En Chile se siguen buscando culpables de la no clasificación al Mundial de Rusia 2018, el que sería el tercer consecutivo de la selección que no pudo obtener tiquete después caer goleada ante Brasil el martes. (Chile y los problemas de alcohol de una generación dorada)
La actitud crítica contra algunos jugadores del combinado austral por parte del capitán Claudio Bravo y su familia le valió al guardameta la acusación de "traición" por un compañero, en tanto que Arturo Vidal, uno de los acusados de indisciplina, dijo que a sus críticos les responde con trabajo.
"Él no era un santo y su familia sale dando cátedras de ética, lo que no es aceptable", declaró un jugador de la Roja que pidió reserva para su identidad en la entrevista que publica el diario El Mercurio. "Las cosas de la interna son de la interna", expresó la fuente, quien dijo ver un acto de "traición" por parte del portero del Manchester City.
Bravo declaró el martes pasado, al consumarse la eliminación de la Roja del Mundial de Rusia con una derrota por 3-0 ante Brasil en Sao Paulo, que ese día "se terminó una etapa gloriosa". Tenemos una sensación de mierda, una sensación de llegar a esta situación que nosotros la complicamos. Nos complicamos solos", dijo.
A continuación la esposa del capitán de Chile, Carla Pardo, y su madre, Pilar Lizana, manifestaron que algunos jugadores de la Roja llegaban borrachos a los entrenamientos, entre otros, Arturo Vidal. El centrocampista del Bayern Múnich publicó un mensaje en su cuenta de Twitter en el que dice responder a sus críticos con trabajo.
"Mientras ustedes hablan y hablan yo sigo trabajando como siempre! Para seguir mejorando y llevar mi carrera a lo más alto!!!", escribió.
Junto con este mensaje, Vidal publicó varios vídeos que lo muestran entrenándose en Alemania, luego de haber recibido una suspensión por acumulación de amarillas que le impidió participar en el último partido que Brasil ganó a Chile por 3-0.
Precisó que un día antes, otro jugador de Chile, Pablo Contreras, incurrió en un acto de indisciplina similar pero Borghi lo perdonó. "Bravo es el Contreras de hoy, porque en ese momento Pablo se quedó callado y no hizo nada por salvar a sus compañeros, pese a que él había incurrido en la misma práctica", declaró la fuente de El Mercurio que pidió reserva para su identidad.