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Al minuto 55 del partido entre Mónaco y Lyon, toda Colombia se paralizó. Falcao, con claras muestras de dolor en su pierna izquierda, salía del compromiso sustituido por Stevan Jovetic. Los fantasmas de una lesión aparecieron e invadieron cabezas, porque el dolor de Falcao es el de todo un país, que ansía verlo cumplir su sueño de verlo en un Mundial. Las incógnitas sobre su estado físico fueron rápidamente aclaradas por el entrenador Leonardo Jardim, quien en la rueda de prensa posterior al encuentro afirmó: “Sintió una fatiga muscular, pero no es de gravedad. Se le harán exámenes para saber qué es lo que tiene”.
Los exámenes aún no han sido revelados, pero el delantero samario no cree que la molestia sea para preocuparse. En sus redes sociales dio un parte de tranquilidad sobre su estado de salud. “No es nada grave. Estoy a la espera de los resultados médicos”, escribió el samario, quien también resaltó el triunfo agónico de este domingo del equipo del principado. “Gran victoria la de anoche. Luchamos ante un resultado adverso muy difícil, le dimos vuelta y lo logramos”, añadió.
Así regresó a la selección de Colombia, con la que clasificó al Mundial y con la que aspira poder cumplir su sueño de estar en una Copa del Mundo, algo que hace cuatro años se vio frustrado debido a una lesión del ligamento lateral externo de la rodilla derecha. Rusia puede ser donde ese anhelo se convierta en realidad. Nunca dejó de creer en los demás, en sí mismo, en el fútbol. Así ha renacido entre las cenizas. Falcao se mantiene a la espera de los exámenes médicos para saber cuál es el alcance de su molestia y si debe perderse algún partido con el Mónaco, por ahora cree encontrarse bien y todo el país así lo desea.