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Tan ordenada, precisa y práctica. Esta selección de Francia emula mucho en su forma de juego al Didier Deschamps futbolista. Es un combinado con transiciones rápidas de defensa a ataque, con una precisión táctica y una practicidad con el balón como los tuvo su técnico y además con un trabajo colectivo notable como hormiguitas aportando cada uno su máximo esfuerzo para sacar adelante al equipo. Y así avanzan por el Mundial, a paso firme, dejando combinados llamados favoritos en el camino, este martes la víctima fue Bélgica, a la que venció 1-0 para meterse en la final del campeonato. (Vea aquí nuestro especial del Mundial de Rusia)
Poco importaron los números en contra que tenían históricamente los dirigidos por Deschamps frente al seleccionado belga, con 24 victorias, 19 empates y 30 derrotas en los 73 encuentros previamente disputados. En un campeonato del mundo los números quedan de lado. Solo importa el presente y el sin número de variables que la vida concede frente a cada balón disputado, cada pase, cada remate. Y en una ciudad tan llena de historia como San Petersburgo, los franceses escribieron la suya, sin apelar al heroísmo, a lo que pueda hacer un jugador frente a un equipo sino al trabajo en conjunto.
En todas sus líneas se vieron sólidos, como a lo largo del campeonato. Defensivamente Raphael Varane y Samuel Umtiti respondieron ante el acoso constante de jugadores como Eden Hazard, Kevin de Bruyne o Romelu Lukaku. A ellos se les juntó Ngolo Kante, esa pequeña máquina fabricada para robar balones y cuando los belgas lograron superar esas murallas francesas, apareció la figura de Hugo Lloris para cerrar con candado su portería y arrancarles del alma a sus rivales ese anhelo que tenían con esta generación dorada de coronarse campeones del mundo. (Lea también: Thierry Henry, con el corazón dividido)
Y adelante, aunque el único que desentonó fue Olivier Giroud, de uno de esos remates suyos que casi nunca ven la portería contraria nació el tiro de esquina, que al minuto 51 le dio a los franceses una victoria, que los pone a un paso de su segundo título mundial. Cobro de Antoine Griezmann al primer palo. Allí llegó Umtiti para ganarle la posición y el salto a uno que en ese juego nunca falla: Marouane Fellaini. Su remate con la cabeza sorprendió a Thibaut Courtois, que poco pudo hacer para salvar a su selección. Uno a cero y el grito de los franceses aturdió a los pocos hinchas belgas que estuvieron en el escenario.
Fue un golpe del cual Bélgica no se pudo reponer. Un derechazo al mentón, que dejó a los dirigidos por Roberto Martínez en el suelo y aunque se intentaron levantar los brazos de Lloris evitaron que llegara el impulso que necesitaban para seguir adelante. Francia ganó, fue contundente en los últimos minutos tuvo la posibilidad de aumentar el marcador, pero se encontraron con la pared de Courtois, que evitaron que el marcador fuera mucho mayor. Es un resultado que acerca a la Francia de Deschamps a ponerle la cereza a un pastel, que hace tiempo está dando resultados. (Le puede interesar: La carta del alcalde de Kazán, quien quedó encantado con los colombianos en el Mundial)
Desde la llegada del técnico, se reorganizó el equipo francés, que venía de polémica en polémica con sus jugadores y técnicos. Bajo su dirección el combinado volvió a ser ese equipo de grandes resultados. En Brasil 2014, su primera prueba, avanzó hasta cuartos de final, en la que perdió con Alemania. En la Eurocopa de Francia avanzó a la final, en la que cayó frente a Portugal y en Rusia nuevamente llegan al partido definitivo, con un equipo potenciado. Con la figura de Kilian Mbappé adornando las canchas con su calidad para jugar; la consistencia de Kanté en la mitad del campo y la seguridad de Lloris. Francia se ilusiona y espera rival, que saldrá del encuentro de este miércoles entre Inglaterra y Croacia.
Reviva aquí el gol con el que Francia venció a Bélgica y se clasificó a la gran final del Mundial de Rusia 2018:
Gol de Francia: