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Desde este lado del mundo las películas, los medios y los estereotipos vendían al ruso como alguien frío, serio y de pocos amigos. Y en realidad, la impresión con la que nos vamos todos los suramericanos de Rusia fue con una de personas cálidas, alegres y siempre dispuestas a tender una mano. Eso sí, con mucho respeto a la autoridad y al orden. Y el principal rasgo que ellos han destacado de los colombianos es la alegría. Así también lo expresó lsur Metshin, alcalde de Kazán, en una emotiva carta que le envió a la embajada del país en Rusia.
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"Realmente me gustaría que tuviéramos tanta juventud y cantáramos el himno de nuestro país desde el fondo de nuestros corazones, así como lo hacen los colombianos. Qué grandes vacaciones de fútbol llegaron a nuestro país, qué impresiones inolvidables nos dejaron ellos para siempre. ¡Aprendimos de aquellas personas que volaron hacia nosotros desde el otro lado del océano y nos dieron emociones! Cuánto aman no solo el fútbol, sino también su patria, lo orgullosos que están de su equipo y su país y la forma en que comparten estas emociones. Me gustaría que aprendiéramos a estar juntos de la misma manera en que los fanáticos colombianos se comportaron. Un gran aplauso para la selección de Colombia", apuntó el mandatario.
En Colombia se amplificó el mal comportamiento de algunos colombianos en Rusia. La verdad es que allí, contrario a lo que dijeron muchos, poco se habló del tema. Sólo se quedaron con lo bueno: la felicidad de los nuestros a pesar de la barrera del idioma, pues la gran mayoría de rusos no hablan inglés. Al final, el traductor de Google y las expresiones faciales fueron nuestro principal medio de comunicación.
"¡Genial! ¡Qué grandes admiradores son! Brillantes y hermosos, cambiaron la ciudad en el período de preparación y celebración del partido y también después. Vale mucho, es un día festivo del que nos enorgulleceremos. Le diremos a nuestros nietos sobre esto que sucedió en nuestra ciudad", cerró Metshin.
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Kazán fue la ciudad donde Colombia venció 3-0 a Polonia en su segundo partido de la fase de grupos. Además, allí a unos cuantos kilómetros de la ciudad, en el hotel Ski Resort, se hospedaron los jugadores y el cuerpo técnico. Somos y fuimos más los buenos.
"Fue un placer compartir con ellos. De verdad quedé impresionada de la alegría de los colombianos. Quedamos con ganas de ir allí a visitarlos. Acá a veces la vida puede ser un poco monótona y nosotros no somos así de expresivos. Nos han dado una linda lección de cómo llevar la vida: con felicidad y amor propio", afirmó Lyla, una médica de Kazán, utilizando el traductor de su celular.
Estos son unos fragmentos de la celebración que vivieron los colombianos en Kazán, una ciudad que se colombianizó.