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El miércoles 4 de julio de 1962, Marcos Coll entró a la historia dorada del fútbol mundial. La selección de Colombia perdía 4-1 ante la de la Unión Soviética y él corrió para cobrar un tiro de esquina.
Video: Marcos Coll, una leyenda mundial
Lo normal era que lo lanzara al punto penalti, pero dada la estatura de los rivales pensó que era preferible tirar el balón a media altura. Así lo hizo. Impactó la pelota con el pie derecho, pero casi no la pudo levantar. El defensa que cubría el primer palo creyó que el arquero Lev Yashin, el mejor del mundo en el momento, iría por el balón, pero el golero confió en que su compañero lo despejaría.
Confusión soviética, gol olímpico (el único en la historia de los mundiales) y celebración colombiana. El equipo nacional empataría luego el partido 4-4, que sería, durante muchos años, la máxima hazaña de nuestro balompié.
(Marcos Coll: “El gol olímpico me inmortalizó”)
Marcos era hijo de Elías Coll, uno de los primeros árbitros del país, y jugó profesionalmente entre 1952 y 1971. Pasó por Sporting, Medellín, Platense de Argentina, Tolima, Bucaramanga, América, Irapuato de México y Júnior, de su natal Barranquilla.
Era un volante hábil, con buen manejo y dinámica, letal en los cobros de tiro libre. En total, disputó 433 partidos y anotó 84 goles antes de retirarse.
(“Marquitos hizo el primer gol olímpico”: padre de Marcos Coll)
Dirigió después un par de temporadas, pero se alejó definitivamente de los banquillos en 1981, justo cuando su hijo Mario, quien también jugó en la selección, comenzaba su carrera.
El Olímpico Marcos Coll murió a los 81 años, la noche del lunes 5 de junio de 2017. Llevaba un par de semanas hospitalizado, como consecuencia de problemas respiratorios y urinarios. Paz en su tumba.
Es el único olímpico en la selecciones masculinas, pero en femeninas ocurrió en el Mundial de 2019, en Francia, cuando Elise Kellond, de Australia, le empató a Noruega por esta vía.