Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Le llegó la hora a Zinedine Zidane. Dos años después de ser el ayudante de Carlo Ancelotti en el banco del Real Madrid, y un poco más de un año y medio después de emprender su carrera como entrenador en solitario, el francés, héroe inolvidable de la novena Liga de Campeones, es el encargado de tomar las riendas del cuadro blanco que dejó a la deriva Rafael Benítez.
El francés volvió a la casa blanca tras su retiro en 2011, cuando asumió la dirección deportiva. Después de ser la mano derecha de Ancelotti y de estar en la décima del Madrid, Florentino Pérez le dio la confianza para ser el entrenador del primer filial blanco, el Real Madrid Castilla, el 25 de junio de 2014.
Tras de siete meses de sin sabores de la mano de Benítez, Zidane dirigirá el primer equipo a pesar de su escasa experiencia, algo de lo que el propio francés es más que consciente. "Me falta mucho, un entrenador nunca está preparado. Estoy haciendo las cosas poco a poco y no tengo prisa.... Lo importante es estar feliz día a día con lo que hago, mi presente es el Castilla".
Sin embargo tras ser confirmado este lunes, el excampeón del mundo, afirmó, "tenemos al mejor club del mundo. Vamos a dar lo mejor para que este equipo gane algo a final de temporada, voy a hacer lo posible con todos los jugadores para que salga todo bien. Mañana estaré con el equipo y comenzaré a trabajar. Tengo mucha emoción por estar aquí. Voy a meter todo el corazón por el club".
No cabe duda que será un reto para Zidane, quien lleva esperando desde verano por esta oportunidad. "Hubiera aceptado sustituir a Ancelotti. Me considero un profesional y no hubiera rechazado el desafío", reconoció entonces. Las contradictorias palabras de Zidane contrastan con la seguridad de un Florentino que en 2013 ya le abría la puerta del banquillo blanco. "Podría ser el entrenador. Tiene el título y es madridista. Pero cumple todos los requisitos seguros", afirmó el presidente hace escasas semanas en El Larguero de la Cadena Ser.
'Zizou' pasó y pasará a la historia por el espectacular gol ante el Bayer Leverkusen en la final de la Liga de Campeones de 2002 en Glasgow, con su sensacional disparo de una difícil volea tras envío de Roberto Carlos. Fue el hombre de la Novena, a las órdenes de Vicente del Bosque, con permiso de la actuación estelar en los últimos minutos de Iker Casillas. Su gol está considerado como uno, si no el más, bello de las finales de la máxima competición continental.
Zidane jugó en el conjunto blanco hasta 2006, año también para el recuerdo del marsellés por perder la final del Mundial de Alemania ante Italia y ser expulsado por propinar un cabezazo a Marco Materazzi. En las cinco temporadas como jugador del Real Madrid sumó, además de la Liga de Campeones, una Liga, dos Supercopas de España, una de Europa y la Copa Intercontinental de 2002, pero por encima de ello dejó su magistral y mágica manera de jugar.
Zinedine Zidane será el primer técnico de su país que dirija a la plantilla madridista. A lo largo de la historia fueron varios los técnicos extranjeros al frente del conjunto madrileño, desde el primero, el inglés Arthur Johnson, pasando por los técnicos húngaros como Lippo Hertzka; uruguayos, como Héctor Scarone o Enrique Fernández; argentinos, como Luis Carniglia o Jorge Valdano; yugoslavos, como Miljan Miljanic o Vujadin Boskov; holandeses como Leo Beenhakker o Guus Hiddink; italianos, como Fabio Capello o Carlo Ancelotti; alemanes, como Jupp Heynckes o Bernd Schuster; galés, como John Benjamin Toshack; portugueses, como Carlos Queiroz o Jose Mourinho; e incluso chileno, como Manuel Pellegrini, y brasileño como Vanderlei Luxemburgo, pero nunca un galo.
Su paso por el Castilla
El inicio de su trayectoria con el filial del Madrid estuvo marcada por la polémica y los malos resultados. La primera victoria del equipo llegó en la cuarta jornada, después de las tres derrotas iniciales que abrieron la etapa de Zidane como entrenador. En medio de la irregularidad de resultados de un Castilla que no arrancaba, el francés fue sancionado a finales de octubre de 2014 por la RFEF a tres meses de inhabilitación al entrenar sin el carné necesario en Segunda División B.
El juez único de competición Francisco Rubio decidió sancionar con tres meses a Zidane por no estar en posesión del título necesario (nivel 3) para entrenar en España y con igual periodo a su compañero Santiago Sánchez, por ceder el título para que otra persona desempeñe las funciones de entrenador. "Zidane no posee la titulación requerida. Según indican todas las informaciones, cuenta con la Licencia UEFA 'A', equivalente al título de Técnico Deportivo de Grado Medio o el Diploma de entrenador Nivel 2 previsto en el artículo 155.2 del Reglamento de la RFEF. Dicha licencia no le faculta para ejercer como entrenador del Real Madrid Castilla", aseguró Miguel Galán, director de Cenafe Escuelas, quien fue el que lo denunció.
Un objetivo, el del ascenso, con el que arrancó también su segunda temporada como técnico castillista, en la que tampoco ha faltado la polémica. Esta vez en torno a su hijo, Enzo, y la decisión del técnico de nombrarle capitán pese a ser su primera temporada en el filial. En lo deportivo, Zidane se había asentado en un Castilla totalmente renovado y que tras la última jornada ocupaba la segunda posición, cuatro puntos por detrás del Barakaldo, líder del grupo II de Segunda División B.