Cambios en el trabajo en tiempos de cuarentena
La medida de trabajar desde casa se aplicó mucho más rápido de lo que se quisiera y quizá sin la planeación necesaria. A pesar de sus beneficios, puede presionar a los trabajadores hacia jornadas más largas que desdibujan las fronteras entre vida personal y laboral.
Martha Isabel Riaño Casallas y Lina María Ramírez Ángel *
Este periodo de cuarentena sorpresivamente ha llevado a que los trabajadores y las organizaciones cambiaran sus rutinas y procesos laborales. Una de las medidas laborales adoptadas de forma general fue el teletrabajo o trabajo en casa.
El teletrabajo tiene puntos a favor, la tecnología definitivamente cambió nuestra forma de vida y en muchos países se ha venido incrementando esta práctica laboral, pero en nuestro país estaba en proceso de implementación. Esta medida se está utilizando dadas las circunstancias, pero dependiendo de los resultados actuales, puede tener mayor acogida una vez se supere la emergencia sanitaria.
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El teletrabajo puede traer un gran número de beneficios para la organización: mayor productividad, menos gastos para las organizaciones y una reducción considerable en costos de transacción por ejemplo, menos desplazamientos para reuniones, y para el trabajador, flexibilidad de horarios y reducción en el conflicto vida – trabajo.
En cuanto a la salud del trabajador, si se limitan los desplazamientos debería poder aprovecharse ese tiempo para hacer otro tipo de actividades que mejoren sus condiciones de salud: hacer deporte, preparar alimentos saludables, realizar un pasatiempo. Pero si el trabajador siente presión (por su empleador o por sí mismo) y utiliza ese tiempo en más trabajo, se empieza a desdibujar la delgada línea que equilibra su vida personal y laboral, y podrían generarse mayores niveles de agotamiento; es allí donde las redes sociales y el correo electrónico también debe tener un límite de tiempo, atado al horario laboral acordado con el empleador.
La medida de trabajar desde casa se aplicó mucho más rápido de lo que se quisiera y quizá sin la planeación necesaria, pero es importante desde el área de recursos humanos de las organizaciones, el hacer seguimiento para evitar posibles lesiones o enfermedades por malas condiciones en el nuevo entorno de trabajo, es importante preguntar ¿en qué condiciones están teletrabajando sus empleados? Y brindar recomendaciones de buenas prácticas en estos nuevos lugares de trabajo, que además se deben compartir con otros integrantes de la familia, que ahora están estudiando de forma virtual o simplemente esperando el retorno a sus actividades cotidianas.
Por otro lado, las organizaciones deberán adaptar su estructura y forma de comunicación a las condiciones actuales (buscar que la comunicación sea más horizontal), reduciendo trámites que entorpezcan procesos y brindar todas las herramientas necesarias para que los trabajadores logren realizar adecuadamente sus labores, esto será clave para que puedan obtener un excelente resultado, mejor desempeño y productividad.
A futuro será necesario identificar si la infraestructura física tan costosa seguirá siendo necesaria o si optar por esta modalidad de trabajo sea más eficiente. Es posible que una vez pase la cuarentena se puedan utilizar prácticas de home office de tiempo completo o tiempo parcial. Otro elemento que deben contemplar es referente al planteamiento de objetivos que permitan medir el desempeño del trabajador, no solo enfocarse en cuanto tiempo está sentado el trabajador frente a un computador, sino los resultados y los aportes que brindan. Flexibilizar los horarios de trabajo y cambiar las formas de trabajar no debe ocurrir solo por una situación de crisis, como colombianos hemos optado por una cultura de muchas horas de trabajo pero que en ocasiones no tienen el mismo impacto de productividad, será necesario replantearse por lo menos con esta práctica si necesitamos cantidad de horas o calidad de horas de trabajo.
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Este es un momento histórico y dependerá del punto de vista con el que se le mire para aprender de la situación. Es tiempo de aprovechar las circunstancias para capacitar a los trabajadores, hacer procesos de inducción y reinducción que mejorarán las habilidades de los colaboradores. Por lo menos es claro que ante estas condiciones muchos se han tenido que actualizar en el uso de herramientas tecnológicas quisieran o no.
Por último y no menos importante, las organizaciones deberán considerar la necesidad de una transformación organizacional, teniendo en cuenta el costo-beneficio de abrazar las nuevas tecnologías y viendo esta contingencia como una ventana de oportunidad y crecimiento para brindar bienestar, satisfacción al trabajador y para apuntarle a obtener productividad, buen desempeño y calidad para sus clientes.
* Profesoras de la Facultad de Ciencias Económicas e investigadoras del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) de la Universidad Nacional de Colombia
Este periodo de cuarentena sorpresivamente ha llevado a que los trabajadores y las organizaciones cambiaran sus rutinas y procesos laborales. Una de las medidas laborales adoptadas de forma general fue el teletrabajo o trabajo en casa.
El teletrabajo tiene puntos a favor, la tecnología definitivamente cambió nuestra forma de vida y en muchos países se ha venido incrementando esta práctica laboral, pero en nuestro país estaba en proceso de implementación. Esta medida se está utilizando dadas las circunstancias, pero dependiendo de los resultados actuales, puede tener mayor acogida una vez se supere la emergencia sanitaria.
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El teletrabajo puede traer un gran número de beneficios para la organización: mayor productividad, menos gastos para las organizaciones y una reducción considerable en costos de transacción por ejemplo, menos desplazamientos para reuniones, y para el trabajador, flexibilidad de horarios y reducción en el conflicto vida – trabajo.
En cuanto a la salud del trabajador, si se limitan los desplazamientos debería poder aprovecharse ese tiempo para hacer otro tipo de actividades que mejoren sus condiciones de salud: hacer deporte, preparar alimentos saludables, realizar un pasatiempo. Pero si el trabajador siente presión (por su empleador o por sí mismo) y utiliza ese tiempo en más trabajo, se empieza a desdibujar la delgada línea que equilibra su vida personal y laboral, y podrían generarse mayores niveles de agotamiento; es allí donde las redes sociales y el correo electrónico también debe tener un límite de tiempo, atado al horario laboral acordado con el empleador.
La medida de trabajar desde casa se aplicó mucho más rápido de lo que se quisiera y quizá sin la planeación necesaria, pero es importante desde el área de recursos humanos de las organizaciones, el hacer seguimiento para evitar posibles lesiones o enfermedades por malas condiciones en el nuevo entorno de trabajo, es importante preguntar ¿en qué condiciones están teletrabajando sus empleados? Y brindar recomendaciones de buenas prácticas en estos nuevos lugares de trabajo, que además se deben compartir con otros integrantes de la familia, que ahora están estudiando de forma virtual o simplemente esperando el retorno a sus actividades cotidianas.
Por otro lado, las organizaciones deberán adaptar su estructura y forma de comunicación a las condiciones actuales (buscar que la comunicación sea más horizontal), reduciendo trámites que entorpezcan procesos y brindar todas las herramientas necesarias para que los trabajadores logren realizar adecuadamente sus labores, esto será clave para que puedan obtener un excelente resultado, mejor desempeño y productividad.
A futuro será necesario identificar si la infraestructura física tan costosa seguirá siendo necesaria o si optar por esta modalidad de trabajo sea más eficiente. Es posible que una vez pase la cuarentena se puedan utilizar prácticas de home office de tiempo completo o tiempo parcial. Otro elemento que deben contemplar es referente al planteamiento de objetivos que permitan medir el desempeño del trabajador, no solo enfocarse en cuanto tiempo está sentado el trabajador frente a un computador, sino los resultados y los aportes que brindan. Flexibilizar los horarios de trabajo y cambiar las formas de trabajar no debe ocurrir solo por una situación de crisis, como colombianos hemos optado por una cultura de muchas horas de trabajo pero que en ocasiones no tienen el mismo impacto de productividad, será necesario replantearse por lo menos con esta práctica si necesitamos cantidad de horas o calidad de horas de trabajo.
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Este es un momento histórico y dependerá del punto de vista con el que se le mire para aprender de la situación. Es tiempo de aprovechar las circunstancias para capacitar a los trabajadores, hacer procesos de inducción y reinducción que mejorarán las habilidades de los colaboradores. Por lo menos es claro que ante estas condiciones muchos se han tenido que actualizar en el uso de herramientas tecnológicas quisieran o no.
Por último y no menos importante, las organizaciones deberán considerar la necesidad de una transformación organizacional, teniendo en cuenta el costo-beneficio de abrazar las nuevas tecnologías y viendo esta contingencia como una ventana de oportunidad y crecimiento para brindar bienestar, satisfacción al trabajador y para apuntarle a obtener productividad, buen desempeño y calidad para sus clientes.
* Profesoras de la Facultad de Ciencias Económicas e investigadoras del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) de la Universidad Nacional de Colombia