¿Cómo vivir con el dólar hipercaro?
El mercado ya no rendirá como antes, debería considerar alternativas para ese crédito estudiantil en dólares, y quizá sea mejor vacacionar en Argentina que seguir con los planes de conocer a Disney en EE. UU.
JUAN CAMILO VEGA
Hay alerta en la economía mundial por el más reciente episodio de la guerra comercial que libran Estados Unidos y China. Como respuesta al incremento del 10 % de los aranceles a productos chinos que Estados Unidos quería imponer desde el 1° de septiembre, la potencia asiática anunció este viernes un incremento de aranceles de entre el 5 y el 10 % a US$75.000 millones de bienes estadounidenses como la soja, los automóviles y el petróleo.
Y tal como se esperaba, Donald Trump contraatacó: además de incrementar los aranceles en septiembre a US$300.000 millones de productos chinos, elevará la tarifa de los bienes a los que ya había impuesto mayores aranceles en mayo (quedando en 30 % para US$200.000 en bienes chinos).
Según el mandatario, “Estados Unidos no necesita a China”, y ordenó a las grandes compañías estadounidenses “que comiencen inmediatamente a buscar una alternativa a China, que incluya traer sus empresas a casa y fabricar sus productos en Estados Unidos”.
Las divisas de las economías emergentes, como el peso colombiano, están sufriendo grandes devaluaciones por cuenta de la tensión que genera la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Tan solo este viernes la tasa de cambio local subió más de $33 y cerró en $3.423, confirmando que el dólar en Colombia se siente cómodo por encima de $3.400.
Lo que inquieta es que la guerra comercial sigue escalando y podría continuar al menos hasta diciembre, que es cuando ambos países amenazan con realizar un nuevo incremento en las tarifas de sus aranceles. Por lo que la tasa de cambio local seguiría con presión alcista en lo que resta del año y tal vez en 2020.
Entonces, Colombia tendría que prepararse para vivir por un tiempo con un dólar hipercaro, lo que tendrá implicaciones en varios aspectos de la vida.
El mercado ya no rendirá como antes
El patrón de consumo de los hogares colombianos se ha vuelto más dependiente de los bienes y servicios externos. Según Raddar, el porcentaje de bienes importados que hacen parte de la cesta básica pasaron del 11 al 15 % tras la actualización que sufrió la canasta familiar en febrero de 2019.
Entonces, ahora a los hogares colombianos les pesan más en el bolsillo los incrementos en la tasa de cambio. A medida que suba la divisa van a poder comprar menos bienes y servicios importados que hacen parte de su patrón de consumo, pues les sale más caro. Y este fenómeno no solo aplica para tecnología y bienes de lujo, sino que también impacta a los productos de primera necesidad como los alimentos.
Y como si no fuera suficiente, hay algunos bienes y servicios de producción doméstica que también se pueden encarecer por culpa del dólar. Hay insumos que utilizan las fábricas y empresas colombianas que son importados, por ejemplo, el alimento para aves. Según Fenavi, el sector importa cerca de siete millones de toneladas de alimento para aves al año, el equivalente a unos US$1.800 millones.
En el primer semestre de 2019 Colombia importó más de US$3.382 millones en productos agropecuarios y US$19.731 millones en manufacturas. Un flujo comercial que pronto sentirá los efectos del incremento de más del 9 % que ha sufrido la tasa de cambio colombiana este mes; lo que ya está empezando a cambiar las expectativas de inflación.
Según la encuesta que realiza cada mes el Banco de la República, en junio los analistas esperaban que la inflación cerrara este año en promedio 3,42 %, en julio subieron su proyección a 3,54 % y en agosto la perspectiva del mercado subió hasta el 3,7 %. De hecho, en el más reciente sondeo hay quienes consideran que el indicador de precios podría llegar hasta el 4,2 % al cierre de 2019.
Cambiar el crédito estudiantil
Manolo es un abogado que pidió cambiar su nombre para contar libremente la situación que vive con un crédito estudiantil.
A finales de 2017 se fue a estudiar al exterior gracias a que consiguió en Colfuturo un préstamo de US$22.000, a una tasa de 7 % E.A. y con un plazo de sesenta meses. Además, pactó que desde septiembre de 2019 debía empezar a realizar los pagos de su crédito estudiantil.
Cuando adquirió la deuda la tasa de cambio estaba en $3.000, por lo que en el escenario inicial su deuda sumaba en moneda local $66 millones. Lo cual implicaba que sus cuotas mensuales eran de $1’300.000, y al final del préstamo terminaría pagando $12 millones de intereses (suponiendo que el dólar se mantiene en $3.000).
Debido a que su deuda está en dólares, la estructura de su crédito variará con base en la tasa de cambio. Entonces puede tanto ganar, cuando el dólar caiga de $3.000, como perder cuando la divisa supere este nivel ($3.000). El problema es que, por cuenta de la guerra comercial, hay más riesgos de que el dólar se mantenga caro que barato. Por esto, Manolo está analizando si debe pasarse a un crédito en pesos (pagando lo de Colfuturo por medio de un crédito de otra entidad financiera).
Analizando un escenario adverso, pero factible, por ejemplo, que el dólar se mantenga por encima de los $3.500, la situación empeora significativamente para Manolo, pues el saldo de su deuda se eleva hasta los $77 millones, las cuotas ahora equivalen a $1’516.000, y los intereses totales son de $14.013 millones. Al sumar todos estos efectos se encuentra que el préstamo se encareció en $13 millones con respecto al escenario inicial ¿Debe pasarse a un crédito en pesos?
No necesariamente. Tasas del 7 % E.A. como las que ofrece Colfuturo son muy difíciles de encontrar en el sector financiero colombiano. Al analizar portales como comparabien.com se encuentra que en el mejor de los casos los créditos de libranza y de libre inversión tienen tasas cercanas al 15 % E.A., y de hecho la mayoría de los grandes bancos tienen tasas por encima del 20 % E.A.
Además, si Manolo quiere cambiar su deuda a pesos, debe esperar hasta un período en el que la tasa de cambio baje, para así empezar con el menor saldo posible en pesos. Según la encuesta de analistas del Banco de la República, la tasa de cambio no bajaría este año de $3.250. Por lo que cada vez que el dólar se acerque a este punto, se le debe considerar como una oportunidad para cambiarse a un crédito en pesos.
Sin embargo, aun en el mejor escenario, las cuentas no son favorables para Manolo. Aunque se cambie cuando el dólar esté en $3.250 y consiga un préstamo con una tasa de 15 % E.A., el saldo de su deuda iniciará en $71,5 millones, las cuotas serán de $1’665.826 y al final pagará $28,4 millones de intereses. Es decir, su préstamo será casi $22 millones más caro que en el escenario inicial.
No significa que Manolo no tenga escapatoria. Por un lado, todavía hay esperanzas de que la guerra comercial se solucione y que, por ende, la tasa de cambio vuelva a bajar: tal vez no por debajo de $3.000, pero sí a un nivel en el que no se encarezca tanto el crédito como en el escenario adverso. Por lo que es válido esperar hasta diciembre para tomar la decisión de si debe cambiarse a un crédito en pesos.
La otra alternativa es pasarse a un crédito en pesos, pero duplicando las cuotas mensuales. De esta manera se saldrá del crédito en la mitad del tiempo y se pagará solo $13 millones de intereses. En esta opción, el crédito solo se encarece en $7,2 millones. Aunque sea duro, el esfuerzo puede valer la pena.
El día a día
Luis Benítez, director de la firma Insolvencia Colombia, advierte que “los colombianos no se dan cuenta de que muchas decisiones financieras del día a día se ven muy influenciadas por el dólar. Entonces estas alzas tan fuertes, y mantenidas en el tiempo, en la tasa de cambio pueden cambiar las finanzas personales de cualquier persona. Computadores y celulares más caros, mayores tarifas de la gasolina e incrementos en las suscripciones de Netflix, HBO y The New York Times son algunos de los efectos que pronto veremos”.
Esto significa que no solo se viene un incremento en los costos de la canasta familiar, sino también en el estilo de vida. “Estamos viviendo en un período en el que hay presión alcista en los precios, por lo que la mejor táctica para cuidar el bolsillo es ser prudente con los consumos”, agregó Benítez.
Sin embargo, la youtuber financiera Karem Suárez indica que no todo es malo: “Las remesas pueden verse muy favorecidas, por lo que si hay dinero en el exterior este sería buen momento de entrarlo a Colombia”.
En efecto, las remesas pueden ser una luz en medio de tanta incertidumbre. Históricamente este mecanismo ha sido una gran fuente de financiamiento de muchos hogares colombianos, por lo que hay un segmento importante de la población que está ganando poder adquisitivo en medio de tanta devaluación.
¿Vacacionar en Argentina?
Aunque el peso colombiano se ha devaluado (debilitado) cerca de 9 % frente al dólar en el último mes, hay naciones como Argentina que se han debilitado casi 30 % (frente al dólar). Esto indica, que el peso colombiano se ha fortalecido frente al peso argentino, un 17 % para ser exactos. Es decir, Argentina suena como una opción atractiva para que un colombiano viaje este año, pues su plata rendirá más.
Es un fenómeno que puede salvar las vacaciones. Tal vez ya no pueda costear el viaje a Disney en Estados Unidos, pero puede conocer y disfrutar de los paisajes y de la cultura argentina. Debido a cuestiones propias del mercado del país gaucho, es difícil determinar qué tanto puede aprovechar un colombiano su dinero en esta nación. Sin embargo, lo que sí es claro es que el mercado cambiario favorece viajar al sur y no al norte.
Hay alerta en la economía mundial por el más reciente episodio de la guerra comercial que libran Estados Unidos y China. Como respuesta al incremento del 10 % de los aranceles a productos chinos que Estados Unidos quería imponer desde el 1° de septiembre, la potencia asiática anunció este viernes un incremento de aranceles de entre el 5 y el 10 % a US$75.000 millones de bienes estadounidenses como la soja, los automóviles y el petróleo.
Y tal como se esperaba, Donald Trump contraatacó: además de incrementar los aranceles en septiembre a US$300.000 millones de productos chinos, elevará la tarifa de los bienes a los que ya había impuesto mayores aranceles en mayo (quedando en 30 % para US$200.000 en bienes chinos).
Según el mandatario, “Estados Unidos no necesita a China”, y ordenó a las grandes compañías estadounidenses “que comiencen inmediatamente a buscar una alternativa a China, que incluya traer sus empresas a casa y fabricar sus productos en Estados Unidos”.
Las divisas de las economías emergentes, como el peso colombiano, están sufriendo grandes devaluaciones por cuenta de la tensión que genera la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Tan solo este viernes la tasa de cambio local subió más de $33 y cerró en $3.423, confirmando que el dólar en Colombia se siente cómodo por encima de $3.400.
Lo que inquieta es que la guerra comercial sigue escalando y podría continuar al menos hasta diciembre, que es cuando ambos países amenazan con realizar un nuevo incremento en las tarifas de sus aranceles. Por lo que la tasa de cambio local seguiría con presión alcista en lo que resta del año y tal vez en 2020.
Entonces, Colombia tendría que prepararse para vivir por un tiempo con un dólar hipercaro, lo que tendrá implicaciones en varios aspectos de la vida.
El mercado ya no rendirá como antes
El patrón de consumo de los hogares colombianos se ha vuelto más dependiente de los bienes y servicios externos. Según Raddar, el porcentaje de bienes importados que hacen parte de la cesta básica pasaron del 11 al 15 % tras la actualización que sufrió la canasta familiar en febrero de 2019.
Entonces, ahora a los hogares colombianos les pesan más en el bolsillo los incrementos en la tasa de cambio. A medida que suba la divisa van a poder comprar menos bienes y servicios importados que hacen parte de su patrón de consumo, pues les sale más caro. Y este fenómeno no solo aplica para tecnología y bienes de lujo, sino que también impacta a los productos de primera necesidad como los alimentos.
Y como si no fuera suficiente, hay algunos bienes y servicios de producción doméstica que también se pueden encarecer por culpa del dólar. Hay insumos que utilizan las fábricas y empresas colombianas que son importados, por ejemplo, el alimento para aves. Según Fenavi, el sector importa cerca de siete millones de toneladas de alimento para aves al año, el equivalente a unos US$1.800 millones.
En el primer semestre de 2019 Colombia importó más de US$3.382 millones en productos agropecuarios y US$19.731 millones en manufacturas. Un flujo comercial que pronto sentirá los efectos del incremento de más del 9 % que ha sufrido la tasa de cambio colombiana este mes; lo que ya está empezando a cambiar las expectativas de inflación.
Según la encuesta que realiza cada mes el Banco de la República, en junio los analistas esperaban que la inflación cerrara este año en promedio 3,42 %, en julio subieron su proyección a 3,54 % y en agosto la perspectiva del mercado subió hasta el 3,7 %. De hecho, en el más reciente sondeo hay quienes consideran que el indicador de precios podría llegar hasta el 4,2 % al cierre de 2019.
Cambiar el crédito estudiantil
Manolo es un abogado que pidió cambiar su nombre para contar libremente la situación que vive con un crédito estudiantil.
A finales de 2017 se fue a estudiar al exterior gracias a que consiguió en Colfuturo un préstamo de US$22.000, a una tasa de 7 % E.A. y con un plazo de sesenta meses. Además, pactó que desde septiembre de 2019 debía empezar a realizar los pagos de su crédito estudiantil.
Cuando adquirió la deuda la tasa de cambio estaba en $3.000, por lo que en el escenario inicial su deuda sumaba en moneda local $66 millones. Lo cual implicaba que sus cuotas mensuales eran de $1’300.000, y al final del préstamo terminaría pagando $12 millones de intereses (suponiendo que el dólar se mantiene en $3.000).
Debido a que su deuda está en dólares, la estructura de su crédito variará con base en la tasa de cambio. Entonces puede tanto ganar, cuando el dólar caiga de $3.000, como perder cuando la divisa supere este nivel ($3.000). El problema es que, por cuenta de la guerra comercial, hay más riesgos de que el dólar se mantenga caro que barato. Por esto, Manolo está analizando si debe pasarse a un crédito en pesos (pagando lo de Colfuturo por medio de un crédito de otra entidad financiera).
Analizando un escenario adverso, pero factible, por ejemplo, que el dólar se mantenga por encima de los $3.500, la situación empeora significativamente para Manolo, pues el saldo de su deuda se eleva hasta los $77 millones, las cuotas ahora equivalen a $1’516.000, y los intereses totales son de $14.013 millones. Al sumar todos estos efectos se encuentra que el préstamo se encareció en $13 millones con respecto al escenario inicial ¿Debe pasarse a un crédito en pesos?
No necesariamente. Tasas del 7 % E.A. como las que ofrece Colfuturo son muy difíciles de encontrar en el sector financiero colombiano. Al analizar portales como comparabien.com se encuentra que en el mejor de los casos los créditos de libranza y de libre inversión tienen tasas cercanas al 15 % E.A., y de hecho la mayoría de los grandes bancos tienen tasas por encima del 20 % E.A.
Además, si Manolo quiere cambiar su deuda a pesos, debe esperar hasta un período en el que la tasa de cambio baje, para así empezar con el menor saldo posible en pesos. Según la encuesta de analistas del Banco de la República, la tasa de cambio no bajaría este año de $3.250. Por lo que cada vez que el dólar se acerque a este punto, se le debe considerar como una oportunidad para cambiarse a un crédito en pesos.
Sin embargo, aun en el mejor escenario, las cuentas no son favorables para Manolo. Aunque se cambie cuando el dólar esté en $3.250 y consiga un préstamo con una tasa de 15 % E.A., el saldo de su deuda iniciará en $71,5 millones, las cuotas serán de $1’665.826 y al final pagará $28,4 millones de intereses. Es decir, su préstamo será casi $22 millones más caro que en el escenario inicial.
No significa que Manolo no tenga escapatoria. Por un lado, todavía hay esperanzas de que la guerra comercial se solucione y que, por ende, la tasa de cambio vuelva a bajar: tal vez no por debajo de $3.000, pero sí a un nivel en el que no se encarezca tanto el crédito como en el escenario adverso. Por lo que es válido esperar hasta diciembre para tomar la decisión de si debe cambiarse a un crédito en pesos.
La otra alternativa es pasarse a un crédito en pesos, pero duplicando las cuotas mensuales. De esta manera se saldrá del crédito en la mitad del tiempo y se pagará solo $13 millones de intereses. En esta opción, el crédito solo se encarece en $7,2 millones. Aunque sea duro, el esfuerzo puede valer la pena.
El día a día
Luis Benítez, director de la firma Insolvencia Colombia, advierte que “los colombianos no se dan cuenta de que muchas decisiones financieras del día a día se ven muy influenciadas por el dólar. Entonces estas alzas tan fuertes, y mantenidas en el tiempo, en la tasa de cambio pueden cambiar las finanzas personales de cualquier persona. Computadores y celulares más caros, mayores tarifas de la gasolina e incrementos en las suscripciones de Netflix, HBO y The New York Times son algunos de los efectos que pronto veremos”.
Esto significa que no solo se viene un incremento en los costos de la canasta familiar, sino también en el estilo de vida. “Estamos viviendo en un período en el que hay presión alcista en los precios, por lo que la mejor táctica para cuidar el bolsillo es ser prudente con los consumos”, agregó Benítez.
Sin embargo, la youtuber financiera Karem Suárez indica que no todo es malo: “Las remesas pueden verse muy favorecidas, por lo que si hay dinero en el exterior este sería buen momento de entrarlo a Colombia”.
En efecto, las remesas pueden ser una luz en medio de tanta incertidumbre. Históricamente este mecanismo ha sido una gran fuente de financiamiento de muchos hogares colombianos, por lo que hay un segmento importante de la población que está ganando poder adquisitivo en medio de tanta devaluación.
¿Vacacionar en Argentina?
Aunque el peso colombiano se ha devaluado (debilitado) cerca de 9 % frente al dólar en el último mes, hay naciones como Argentina que se han debilitado casi 30 % (frente al dólar). Esto indica, que el peso colombiano se ha fortalecido frente al peso argentino, un 17 % para ser exactos. Es decir, Argentina suena como una opción atractiva para que un colombiano viaje este año, pues su plata rendirá más.
Es un fenómeno que puede salvar las vacaciones. Tal vez ya no pueda costear el viaje a Disney en Estados Unidos, pero puede conocer y disfrutar de los paisajes y de la cultura argentina. Debido a cuestiones propias del mercado del país gaucho, es difícil determinar qué tanto puede aprovechar un colombiano su dinero en esta nación. Sin embargo, lo que sí es claro es que el mercado cambiario favorece viajar al sur y no al norte.