El espinoso camino de la ley de financiamiento
Con la iniciativa, el Gobierno espera conseguir los recursos para financiar el faltante presupuestal de $14 billones y garantizar el ingreso tributario que le permita cumplir con las metas fiscales y ajustar las cuentas nacionales.
Jorge Saenz V. jsaenz@elespectador.com
Un camino cuesta arriba es la senda que debe seguir el Gobierno antes de presentar su ley de financiamiento, debido a las dificultades que tiene que salvar la iniciativa en el Congreso de la República. Las tarifas del IVA tienen agarrados de los pelos a miembros del Ejecutivo y congresistas afectos al presidente Duque.
Lo cierto es que el Gobierno necesita mayores ingresos y racionalizar el gasto, coinciden analistas locales. “En el frente fiscal, la simplificación de la estructura tributaria y la reducción de las tarifas corporativas ayudarían a impulsar la inversión. Para contrarrestar este déficit de ingresos, será necesario aumentar los impuestos a las personas naturales”, sostiene David Cubides, economista de Itaú en Colombia.
Por el lado del Legislativo, si el proyecto se presenta como ley de financiamiento, se tramitaría como ley de presupuesto, por lo tanto, las comisiones económicas (terceras y cuartas de Senado y Cámara) participarían en la primera discusión, y si es una reforma tributaria, solo la debaten las comisiones terceras de la Cámara alta y la baja. El tema político es difícil, sobre todo con los miembros de la Comisión Cuarta del Senado, admiten algunos congresistas.
En materia de ingreso tributario, desde el Ministerio de Hacienda se defiende la tesis de la generalización del IVA del 16 al 19 %, pero políticamente el rechazo es grande, incluidos algunos miembros del Centro Democrático que no están convencidos de las bondades de la propuesta.
La canasta familiar tiene 181 productos básicos, cerca de 98 tienen una tarifa del 19 %, 10 pagan una tarifa del 5 % y 73 están sin IVA, que es donde se concentra la discrepancia: unos quieren dejarlos con el 19 % y otros apenas con el 5 %. Si se aplica una tarifa del 19 %, el recaudo sería aproximadamente de $17 billones anuales. Si se reduce el IVA del 19 al 16 %, como propone otro grupo de congresistas, el recaudo sería menor en $2,5 billones por año. (De contexto: El costo fiscal de bienes y servicios excluidos de IVA es de $57,5 billones).
Junto a esto, se plantea la posibilidad de hacer devolución del IVA a las personas de los estratos uno y dos. El mecanismo más expedito para estas devoluciones sería a través del programa “Familias en Acción”.
En la canasta familiar “hay unos productos que se llaman excluidos, que pagan IVA, pero no se reconoce”, señaló Ricardo Bonilla, docente de la Universidad Nacional. “Si alguien está pagando IVA, que se reconozca que lo está pagando, para descontarlo contablemente”, explicó Bonilla.
“El ministro Carrasquilla indicó que la Regla Fiscal es inviolable y que el Gobierno está estructurando un plan financiero para garantizar su cumplimiento a mediano plazo”, sostiene el economista de Itaú. (Le puede interesar: Reforma tributaria pegará duro en el bolsillo de la clase media).
Un camino cuesta arriba es la senda que debe seguir el Gobierno antes de presentar su ley de financiamiento, debido a las dificultades que tiene que salvar la iniciativa en el Congreso de la República. Las tarifas del IVA tienen agarrados de los pelos a miembros del Ejecutivo y congresistas afectos al presidente Duque.
Lo cierto es que el Gobierno necesita mayores ingresos y racionalizar el gasto, coinciden analistas locales. “En el frente fiscal, la simplificación de la estructura tributaria y la reducción de las tarifas corporativas ayudarían a impulsar la inversión. Para contrarrestar este déficit de ingresos, será necesario aumentar los impuestos a las personas naturales”, sostiene David Cubides, economista de Itaú en Colombia.
Por el lado del Legislativo, si el proyecto se presenta como ley de financiamiento, se tramitaría como ley de presupuesto, por lo tanto, las comisiones económicas (terceras y cuartas de Senado y Cámara) participarían en la primera discusión, y si es una reforma tributaria, solo la debaten las comisiones terceras de la Cámara alta y la baja. El tema político es difícil, sobre todo con los miembros de la Comisión Cuarta del Senado, admiten algunos congresistas.
En materia de ingreso tributario, desde el Ministerio de Hacienda se defiende la tesis de la generalización del IVA del 16 al 19 %, pero políticamente el rechazo es grande, incluidos algunos miembros del Centro Democrático que no están convencidos de las bondades de la propuesta.
La canasta familiar tiene 181 productos básicos, cerca de 98 tienen una tarifa del 19 %, 10 pagan una tarifa del 5 % y 73 están sin IVA, que es donde se concentra la discrepancia: unos quieren dejarlos con el 19 % y otros apenas con el 5 %. Si se aplica una tarifa del 19 %, el recaudo sería aproximadamente de $17 billones anuales. Si se reduce el IVA del 19 al 16 %, como propone otro grupo de congresistas, el recaudo sería menor en $2,5 billones por año. (De contexto: El costo fiscal de bienes y servicios excluidos de IVA es de $57,5 billones).
Junto a esto, se plantea la posibilidad de hacer devolución del IVA a las personas de los estratos uno y dos. El mecanismo más expedito para estas devoluciones sería a través del programa “Familias en Acción”.
En la canasta familiar “hay unos productos que se llaman excluidos, que pagan IVA, pero no se reconoce”, señaló Ricardo Bonilla, docente de la Universidad Nacional. “Si alguien está pagando IVA, que se reconozca que lo está pagando, para descontarlo contablemente”, explicó Bonilla.
“El ministro Carrasquilla indicó que la Regla Fiscal es inviolable y que el Gobierno está estructurando un plan financiero para garantizar su cumplimiento a mediano plazo”, sostiene el economista de Itaú. (Le puede interesar: Reforma tributaria pegará duro en el bolsillo de la clase media).