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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el sábado que el rey Salmán de Arabia Saudita había aceptado su pedido de aumentar la producción de petróleo.
"Acabo de hablar con el rey Salmán de Arabia Saudita y le expliqué que, debido a las tensiones y perturbaciones en Irán y Venezuela, pido que Arabia Saudita aumente la producción de petróleo, tal vez a 2.000.000 de barriles, para compensar la diferencia", escribió Trump en un tuit, agregando: "¡Los precios están demasiado altos! ¡Él estuvo de acuerdo!".
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La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) acordó el 23 de junio con Rusia y sus otros socios, un grupo de 24 países que aportan más del 50% de la producción mundial de crudo, aumentar la producción.
Según Arabia Saudita y Rusia, el acuerdo supondrá un alza de cerca de "un millón de barriles por día", con lo que atenderían el aumento previsto de la demanda mundial.
El cartel y sus aliados han estado comprometidos desde finales de 2016 con un pacto de limitación de la producción para impulsar los precios.
La estrategia parece haber funcionado, si se toma en cuenta que el barril de Brent, una referencia en el mercado mundial, escaló de aproximadamente 50 dólares a fines de 2016 a más de 80 dólares en mayo.
Pero los expertos consideraron que el alza acordada hace una semana fue demasiado "imprecisa" para influir significativamente en los precios y responder a las exigencias de Donald Trump de bajar los precios del petróleo para el verano.
El presidente de Estados Unidos ha criticado reiteradas veces a la OPEP en las últimas semanas, acusándola de no actuar. "Espero que la OPEP aumente su producción de manera sustancial. ¡Necesitamos mantener los precios bajos!", escribió en Twitter cuando la organización divulgó su decisión.
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En abril había acusado al cartel de mantener los precios "artificialmente altos".
El precio del combustible en la estación de servicio -un dato muy sensible en Estados Unidos por su influencia en la confianza de la población- ha aumentado de manera considerable en los últimos meses. Y los estadounidenses están en plenos preparativos para comenzar sus vacaciones de verano.