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Desde 2013 Colombia ha adelantado esfuerzos para ser parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). La misión que tiene dicho organismo es fomentar las políticas que promuevan el bienestar económico y social de las personas alrededor del mundo.
Dicho lo anterior, y a modo de contexto, la actualidad noticiosa sobre este tema tiene a una Colombia a pocos pasos de ingresar a la OCDE, lo único que la frena es el cumplimiento de dos aspectos que tiene pendientes a mejorar: comercio y asuntos laborales.
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Refiriéndose precisamente a estos faltantes, la Asociación Nacional de Manufactureros, en Estados Unidos, dirigió el pasado 6 de marzo una carta al representante comercial de dicho país, Robert Lighthizer, por medio de la cual manifestaron sus preocupaciones sobre el eventual ingreso de la nación suramericana a la organización.
“Nuestras organizaciones le agradecen por haber enviado una carta, el pasado 14 de febrero, a la ministra de Comercio, Industria y Turismo colombiana, María Lorena Gutiérrez, en la cual usted identificó y concretó una lista de acciones que Colombia debe cumplir antes de recibir el visto bueno de los Estados Unidos para su ingreso a la OCDE”, comienza diciendo la carta que agradeció el fuerte compromiso que tiene el despacho de Ligtizher por hacer que el país aspirante cumpla con lo solicitado.
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“Las industrias manufactureras de los Estados Unidos, incluidos los productos farmacéuticos, el transporte por carretera y otros, están preocupados por el acceso al mercado y las barreras reglamentarias destacadas en su carta, que son incompatibles con los compromisos internacionales de Colombia y los principios básicos de transparencia, participación pública y no discriminación de la OCDE”, continúa la misiva al agregar que no con esto menosprecian los esfuerzos que ha hecho el país, además de los miembros de la organización, para consolidar su ingreso.
En resumidas palabras solicitan que Colombia cumpla con los estándares que exige ser parte del grupo que actualmente se compone por 35 países, dentro de los cuales se encuentran México y Chile.
Una preocupación adicional comunicada fue que si Colombia, eventualmente, es admitida sin cumplir con los requerimientos que tiene pendientes, se siente un precedente que abra la puerta para que otros países ingresen bajo las mismas condiciones y se desvirtúe el rigor que se requiere para ser parte de tan selecto grupo.