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Tal como lo anunció el presidente Duque el pasado 9 de abril, el Gobierno ordenó que funcionarios del Estado cuyos salarios sean iguales o superiores a los $10 millones, deberán pagar un impuesto solidario para atender la emergencia sanitaria por el nuevo coronavirus. Las megapensiones de montos superiores a $10 millones también serán gravadas.
Según el decreto 568, expedido el 15 de abril, el aporte se recaudará mediante el mecanismo de la retención en la fuente y será trasladado al Fondo de Mitigación de Emergencias (FOME). Las tarifas del impuesto solidario serán las siguientes:
15 % para quienes ganen entre $10 y $12,5 millones.
16 % para los que reciban entre $12,5 y $15 millones.
17 % para ingresos entre $15 y $20 millones
20 % para los que superen los $20 millones.
El decreto aclara que $1’800.000 del primer abono quedará libre del impuesto. La medida aplicará desde el 1° de mayo hasta el 31 de julio de 2020.
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Los recursos que se obtengan de este aporte serán recaudados por la DIAN y se destinarán a la inversión social en la clase media vulnerable y en los trabajadores informales, explicó el Gobierno.
Aporte voluntario
El decreto también invita a que funcionarios del Estado y contratistas que reciban ingresos inferiores a $10 millones hagan un aporte voluntario con destinación al FOME. Quienes decidan contribuir deberán informarlo por escrito. Estas son las tarifas:
4 % para quienes ganen entre $ 1,7 millones y $ 2,6 millones
6 % si es entre $ 2,6 millones y $ 4,3 millones
8 % entre $ 4,3 millones y $ 6,1 millones
10 % entre $ 6,1 millones y $ 8,7 millones
13 % $ 8,7 millones y $ 10 millones
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