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Sergio Clavijo, presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), le propuso al Gobierno activar, mediante un decreto, un sistema de contratación para jóvenes menores de 25 años. Se trataría de un salario diferencial en el que se les pagaría el 75 % de un salario mínimo y con el que se pretende combatir el desempleo, uno de los principales problemas de la economía nacional.
"Proponemos retomar lo que estuvo vigente hace cinco años que era permitir un pago diferencial para los jóvenes, a quienes se les pagaría el 75 % de un salario mínimo por no más de un año y bajo la idea de que están en etapa de formación", indicó Clavijo durante la Asamblea de la Anif, que se realizó en Bogotá el miércoles 9 de octubre.
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Según dijo el presidente de Anif, con esa propuesta los jóvenes estarían recibiendo un beneficio al adquirir experiencia laboral. Además, agregó que mientras la tasa de desempleo en el país llegó en agosto de este año al 10,8 %, la cifra para la población juvenil supera el 20%, de acuerdo con cifras del DANE.
Para el abogado e investigador Iván Daniel Jaramillo, del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, la propuesta de reducir el salario tiene problemas de constitucionalidad, "pues la Constitución, en el artículo 53, promete una remuneración mínima, vital y móvil para los trabajadores. De manera que va a tener serios problemas en el control ante la Corte Constitucional".
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"Estamos de acuerdo en que hay que buscar fórmulas para promover la empleabilidad juvenil, pero esas fórmulas deben respetar los estándares de trabajo decente, los principios de derecho y el carácter de empleo remunerador que promete la Constitución", agregó Jaramillo.
Diógenes Orjuela, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT), aseguró que "resulta indignante y digno de todo rechazo la propuesta del salario menor para los jóvenes y peor si proviene de los banqueros, sector que más ganancias obtiene a costa de la ruina del país".
Clavijo también aseguró que incrementar más del 4,5 % el salario mínimo para el próximo año traería consecuencias negativas, como un aumento del desempleo. Y aunque resaltó la posición del Ministerio de Trabajo de buscar mecanismos para la flexibilización del mercado laboral, criticó la propuesta de reducir la jornada laboral, como se ha propuesto desde el Congreso de la República.
En diálogo con este diario la semana pasada, la ministra de Trabajo, Alicia Arango, respondió a quienes culpan al aumento del salario mínimo de diciembre pasado como uno de los factores que están causando la disparada del desempleo. "Es como si todo lo malo que pasa en este país fuera por el salario mínimo, o sea, culpa de los pobres, o como si no importara el hecho de que con más plata circulando en el mercado (mayor poder adquisitivo) puede aumentar la demanda, las ventas. Entonces, viene el problema de la inflación. Pero tampoco se puede tener más pobres para que nos vaya mejor. Creo que hay que hacer una revisión para que realmente haya movilidad social en este país. Eso se logra dándole oportunidades a la gente", dijo la jefa de la cartera.
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