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El próximo 23 de enero el Santo Padre estará de visita en Panamá en el marco de la XXIV Jornada Mundial de la Juventud. El Vaticano pidió que fuera Avianca quien trasladara al Papa Francisco de regreso a la Santa Sede el domingo 27 de enero, basados en su experiencia en tres vuelos locales (Medellín, Villavicencio y Cartagena) y uno internacional (Roma) cuando estuvo en Colombia.
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“Basada en la experiencia y confiabilidad de la aerolínea en vuelos trasatlánticos, la compañía se prepara de nuevo para brindar una experiencia de viaje excepcional al Papa Francisco y su séquito, quienes volarán en un moderno avión equipado con nuevas tecnologías y un diseño revolucionario. Al mando viajará un equipo de pilotos y auxiliares de vuelo con las más altas calidades humanas y profesionales”, indicó Avianca.
De hecho, será la misma tripulación, conformada por tres capitanes, dos copilotos, un comandante y ocho tripulantes de cabina, que lo acompañó en Colombia, quien atienda el vuelo que va de Panamá al aeropuerto de Roma-Ciampino, Italia.
Lina María Monsalve, jefe de cabina, explicó que el vuelo toma entre 10 y 10 horas y media, en un avión con capacidad para 250 personas (28 en business y 216 en turismo) en el que se espera viajen unas 140 personas. El Papa irá sentado en la primera silla de la primera cabina (1A) junto con otras personas del Vaticano, aunque en el asiento de su lado estará libre.
De acuerdo con Avianca, los pilotos seleccionados son expertos en vuelos transatlánticos y operan rutas desde Bogotá a destinos como Madrid, Barcelona y Londres. Aun así, ellos reciben una preparación exhaustiva para aterrizar con los protocolos definidos en la mencionada terminal aérea, entrenamiento en técnicas de aproximación y aterrizaje de precisión, así como capacitación en rendimiento del avión.
Esto es debido a que Avianca sirve cuatro destinos en Europa con la operación de cerca de 50 vuelos semanales conectando Bogotá, Cali y Medellín con Madrid; Bogotá con Barcelona y Londres y Bogotá con Múnich.
El capitán del vuelo, y quien lleva 25 años trabajando para la aerolínea como comandante, Álvaro Enrique Acero, indicó que hay protocolos especiales debido a que es un vuelo de Estado, no uno de itinerario, “vamos a tener una cantidad de medidas adicionales y requerimientos por parte del Vaticano”. También contó que la operación del avión como tal y las medidas técnicas de seguridad son muy similares a las de los vuelos europeos. Sin embargo, dado que no es un aeropuerto regular para los pilotos, pues Avianca no opera en Roma, sí se necesita una instrucción especial “en cuanto a la llegada, la aproximación y las cartas que vamos a usar, para hacer el vuelo de la manera más segura posible”.
Se trata de un Boeing 787 Dreamliner, famoso en el mundo por su máximo rendimiento operación pero también por sus características en términos de confort: ventanillas más grandes, compartimientos para el equipaje de mano de mayor tamaño, menor altitud de presurización de la cabina, mayor humedad relativa, menores niveles de ruido interior, aire más puro y menor impacto durante el vuelo.
Este avión llegó hace dos meses a la compañía, pues con él se inauguró la ruta Bogotá-Munich. Además, se le harán algunas modificaciones para brindarle servicios especiales a pesar de que el Papa no solicitó ninguna acomodación en particular; será una distinción especial que le hará Avianca.
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Hernán Rincón, presidente ejecutivo y CEO de Avianca, dijo sentirse honrado de “volver a servir al Papa en una de sus visitas a Latinoamérica. Sin duda es un reconocimiento a la trayectoria y el trabajo que realizamos día a día en nuestro camino a ser la aerolínea latinoamericana preferida por los viajeros del mundo. Ofreceremos al Santo Padre una experiencia excepcional en el avión más moderno de nuestra flota, caracterizado además por cumplir con los más altos estándares de seguridad”.
Al interior del vuelo
Lina María Monsalve, jefe de cabina, contó que al Papa se le preparará una sopa de zanahoria sin grasa, “muy natural porque no puede comer grasa, ni semillas, él cuida su salud”. También dijo que como evidenciaron que no come mucha proteína en la noche, le servirán arroz blanco con vegetales, “muy suave y liviano”. Para el postre habrá helado o pie, aún está por definirse. Finalmente, llegando a Roma, se ofrecerá un servicio de desayuno con fruta, jugo de naranja y un café colombiano que él mismo pidió en el viaje a nuestro país.Monsalve, que lleva 25 años en Avianca, reveló que antes de iniciar el vuelo el Papa entra a la cabina de mando a saludar a los capitanes y demás miembros de la tripulación. Después de despegar hay una rueda de prensa y en seguida el Papa pasa por los asiento de los demás pasajeros uno a uno.
A continuación los tripulantes tienen unos minutos con él para recibir una bendición y tomarse una foto. “Podemos llevar algo muy pequeño y discreto para que nos bendiga, medallas, rosarios, hay que aprovechar; no queremos incomodar o molestar”, aseguró Monsalve.
“La vez anterior yo estaba tan emocionada que lo miraba y me puse a llorar, le conté cuántos años llevaba volando, fue un honor y un gusto poderlo atender y se lo dije. Fue un momento único, jamás pensé que lo iba a repetir, así que esta oportunidad es un sueño”, manifestó.
Luego viene el servicio a bordo, “debe ser ágil y rápido porque él viene muy cansado; yo lo vi haciendo una oración muy profunda y tratando de descansar”, recuerda la jefe de cabina de su experiencia anterior.
Otra de las tripulantes del Viaje de Esperanza es Bibiana Donado, quien el año pasado era parte del equipo de reserva en Cartagena, pero para esta ocasión quedó en el primer grupo en reemplazo de un compañero que se pensionó. Sin embargo, ella también está por pensionarse, pues trabaja con la compañía desde 1983. “Siento una inmensa emoción, es un reconocimiento a mi labor y me permite cerrar este ciclo con broche de oro”, resaltó.
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Con este traslado del Papa Francisco, será la sexta vez que la aerolínea lleva a bordo de sus aviones a un Sumo Pontífice: en 1968 en la ruta Roma-Bogotá-Roma, en 2002 en la ruta Toronto-Guatemala-Ciudad de México, en 1986 a Cali, Medellín, Popayán, Barranquilla, Cartagena y Pereira, en 1983 en la ruta San José-Caracas y el más reciente en 2017, a Medellín, Villavicencio, Cartagena y Roma.
*Artículo posible por invitación de Avianca.