Yo estuve en el desplome del Chirajara

La caída de la estructura en la vía Bogotá-Villavicencio cobró la vida de nueve personas, cuando apenas faltaban 20 metros para unir los dos extremos del viaducto. Organismos de socorro trabajaron 27 horas atendiendo la emergencia.

Capitán Álvaro Farfán*
30 de diciembre de 2018 - 02:00 p. m.
El viaducto Chirajara, según las investigaciones, colapsó por una falla de diseño.  / Gustavo Torrijos - El Espectador
El viaducto Chirajara, según las investigaciones, colapsó por una falla de diseño. / Gustavo Torrijos - El Espectador
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El lunes 15 de enero yo estaba en el centro de Bogotá, haciendo diligencias personales, cuando me llamaron a reportarme lo sucedido y a pedir apoyo, porque la emergencia superaba la capacidad operativa del municipio (Guayabetal). Era algo de gran magnitud.

Los delegados no tenemos turnos, así que estoy disponible permanentemente. Me desplacé hasta el puente en una camioneta de los Bomberos tipo comando, donde siempre llevo todo mi equipo, porque estos sucesos no tienen fecha ni horario y no se sabe qué tipo de emergencia se llegará a atender.

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Desde el momento en que me notificaron el accidente comencé a hacer todas las coordinaciones mientras iba llegando. Tardé aproximadamente una hora. El comandante del cuerpo de Bomberos de Guayabetal me puso al tanto de la escena y me contó que había personas y cuerpos atrapados debajo de la estructura colapsada del puente. Más tarde llegaron nuestros pares de Villavicencio y Cáqueza.

Una vez en Chirajara me reuní con los organismos locales de emergencia que ya estaban ahí, pues a ellos llegó la primera solicitud de atención. La ley establece que la coordinación del comando de una emergencia les corresponde a los Bomberos y las demás organizaciones que hacen parte del sistema de gestión de riesgos entran a trabajar articuladamente bajo esa jurisdicción, en este caso la Defensa Civil y la Cruz Roja, en el rescate, la atención prehospitalaria (primeros auxilios y psicológica) y la evacuación de las personas que seguían con vida, y el Ejército y la Policía Nacional en acordonar la zona.

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La primera respuesta le correspondió a la brigada de la Concesionaria Vial de los Andes S.A.S. (Coviandes), contratista a cargo de las obras sobre el corredor, que hace presencia permanente para garantizar la seguridad de los trabajadores. Sabemos que ellos atendieron inmediatamente a los heridos. Nosotros respaldamos la evacuación articulando el desplazamiento de todas las ambulancias del sector.

Lo primero que hice fue montar un sistema de comando de incidentes que evalúa desde la perspectiva técnica lo que está sucediendo, para decidir cuáles son los recursos que se deben movilizar (humanos, tecnológicos y técnicos), establecer prioridades y asignar unos roles específicos al personal, porque cuando llegamos a la escena había desórdenes, la gente estaba en shock y todo el mundo quería hacer algo. El profesionalismo y la idoneidad de los organismos de socorro radica en manejar esa situación, que puede ocasionar más riesgos.

Por ejemplo, algunos viajeros que transitaban cerca del viaducto cuando se cayó se quedaron grabando videos para reportar la emergencia. Cuando eso sucede masivamente se genera un colapso de redes y una ola de desinformación por gente que no sabe qué está pasando, exagera o no es precisa. Por eso es muy importante activar un plan de trabajo.

Nos tomó un poco más de dos días rescatar los cuerpos después de una serie de análisis e investigaciones nuestros y de otras autoridades para determinar las condiciones del terreno. Cerramos con una evaluación del proceso y una retroalimentación, y levantamos actas de lo que se hizo y lo que quedó pendiente.

Estar enfrentando constantemente a la muerte y a los riesgos genera una serie de reflexiones. Nosotros entregamos nuestra vida y salud por la seguridad de otros, pero esa misma labor nos da fortaleza para continuar con nuestro voluntariado con amor, para no perder ese sentido humano de ayudar a la comunidad. Esa es mi vocación, es a lo que me dedico.

* Delegado departamental del Cuerpo de Bomberos de Cundinamarca, quien coordinó la atención de la emergencia.

Por Capitán Álvaro Farfán*

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