Tras mesa de negociación con el Gobierno, estudiantes convocan marcha para el 8 de noviembre

Los estudiantes siguen reclamando el derecho a una educación superior pública de calidad. Por eso, desde el miércoles 10 de octubre comenzaron una serie de movilizaciones, con el objetivo de exigirle al Gobierno más presupuesto para las universidades públicas. 

Antes de la más reciente movilización, "la marcha zombie", los estudiantes habían conseguido pactar con el viceministro de Educación, Luis Pérez, la mesa de negociación. Uno de los puntos más importantes del pliego de 10 peticiones que habían radicado ante el ministerio. (Lea: Marcha zombi para “revivir” a las universidades públicas)

Sin embargo, este jueves después de más de ocho horas de reunión los resultados no fueron los mejores. Alejandro Palacio, presidente de la Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles de la Educación Superior (ACREES), por medio de un video informó que habían llegado a tres acuerdos con el Gobierno. 

Los primeros temas a tratar, según informaron los jóvenes, será pedirle garantías al Gobierno para el paro y las futuras movilizaciones y tratar el tema de los recursos que le faltan a las instituciones públicas de educación superior para el cierre financiero de 2018.  

Por su parte, Jennifer Pedraza, estudiante de la Universidad Nacional y miembro de ACREES, añadió que tanto estudiantes, como profesores y rectores están unificados para estas exigencias. "A corto plazo le vamos a exigir al Gobierno el rescate de las universidades públicas, presupuesto para la ciencia y la tecnología, acabar ser pilo paga, entre otros puntos concretos", añadió Pedraza. 

Por último, los jóvenes invitaron a una nueva movilización que se llevará a cabo el próximo jueves 8 de noviembre, en la que, además de las organizaciones estudiantiles, participarán la CUT y Fecode. Hicieron un llamado para no disminuir el volumen de las marchas, ya que han traído frutos, como por ejemplo la mesa de negociación.

Recordaron que este es un movimiento pacífico, por eso fueron enfáticos al rechazar los actos vandálicos y el uso de la fuerza pública. (Lea también: Protestas en Colombia, ¿parte de un movimiento mundial?)

Los estudiantes siguen reclamando el derecho a una educación superior pública de calidad. Por eso, desde el miércoles 10 de octubre comenzaron una serie de movilizaciones, con el objetivo de exigirle al Gobierno más presupuesto para las universidades públicas. 

Antes de la más reciente movilización, "la marcha zombie", los estudiantes habían conseguido pactar con el viceministro de Educación, Luis Pérez, la mesa de negociación. Uno de los puntos más importantes del pliego de 10 peticiones que habían radicado ante el ministerio. (Lea: Marcha zombi para “revivir” a las universidades públicas)

Sin embargo, este jueves después de más de ocho horas de reunión los resultados no fueron los mejores. Alejandro Palacio, presidente de la Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles de la Educación Superior (ACREES), por medio de un video informó que habían llegado a tres acuerdos con el Gobierno. 

Los primeros temas a tratar, según informaron los jóvenes, será pedirle garantías al Gobierno para el paro y las futuras movilizaciones y tratar el tema de los recursos que le faltan a las instituciones públicas de educación superior para el cierre financiero de 2018.  

Por su parte, Jennifer Pedraza, estudiante de la Universidad Nacional y miembro de ACREES, añadió que tanto estudiantes, como profesores y rectores están unificados para estas exigencias. "A corto plazo le vamos a exigir al Gobierno el rescate de las universidades públicas, presupuesto para la ciencia y la tecnología, acabar ser pilo paga, entre otros puntos concretos", añadió Pedraza. 

Por último, los jóvenes invitaron a una nueva movilización que se llevará a cabo el próximo jueves 8 de noviembre, en la que, además de las organizaciones estudiantiles, participarán la CUT y Fecode. Hicieron un llamado para no disminuir el volumen de las marchas, ya que han traído frutos, como por ejemplo la mesa de negociación.

Recordaron que este es un movimiento pacífico, por eso fueron enfáticos al rechazar los actos vandálicos y el uso de la fuerza pública. (Lea también: Protestas en Colombia, ¿parte de un movimiento mundial?)