Franco Lolli: “Quise contar la historia de una mujer que lucha”
Tras una ovación, se inauguró con “Litigante”, la nueva cinta del realizador bogotano, la 58ª edición de la Semana de la Crítica del Festival de Cannes.
Janina Pérez Arias / Cannes, Francia
Prácticamente a la orilla del mar se encuentra Franco Lolli atendiendo a la prensa. El realizador bogotano fue encomendado de inaugurar la Semana de la Crítica (Semaine de la Critique) en el Festival de Cannes con su nueva cinta, Litigante.
Relajado, aún emocionado, pero ya sin los nervios que le produjo el estreno mundial. Su historia centrada en mujeres habla de Silvia (Carolina Sanín), madre soltera, abogada en el sector público, que se enfrenta a la enfermedad de su madre (Leticia Gómez) y a un caso de corrupción.
Acompañado por parte de su equipo, entre ellos su madre, Leticia Gómez, y Carolina Sanín, protagonistas de la película, Litigante fue premiada con una ovación de pie durante varios minutos.
¿Cómo vivió el estreno de “Litigante” rodeado de su equipo?
Muchos hicimos la película y al final solo pude venir con una parte del equipo. Traje a los cinco actores principales, era muy importante que estuvieran Carolina Sanín, Leticia Gómez, Alejandra Sarria, Vladimir Durán y el niño Antonio Martínez, porque son los que hacen la película. La reacción del público fue muy buena y creo que es una manera de reconocer el trabajo de los actores y todo lo que me entregaron en el rodaje. Yo estaba muy nervioso, pero sabía que iba a tener buena acogida. Me hicieron comentarios muy conmovedores, hubo gente que lloró mucho y muchas personas se reconocieron en la historia. Estamos felices.
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¿Cómo se le ocurrió crear esta historia sustentada en mujeres?
Mi película previa (Gente de bien, 2014) contaba la historia de un padre y su hijo. Después de eso sentí algo que me mandaba hacia el lado femenino. Crecí con mi madre porque mi padre murió en un accidente de carro antes de que yo pudiera conocerlo. Yo diría que a quien conozco más, después de a mí mismo, es a mi madre, y a través de ella y de su familia con muchas hermanas, con mi abuela que era una figura muy importante, de alguna manera conozco el mundo femenino. Creo que la fascinación que tengo hacia esas mujeres de mi familia termina reflejándose en la película. Quise contar la historia de una mujer que lucha y para eso escogí a una actriz que lucha.
Esta es la primera vez que Carolina Sanín actúa.
Carolina es escritora, feminista, escribe en varios medios de comunicación. Creo que quiso hacer esta película porque confiaba en mí como director y yo sabía que iba a hacerlo muy bien.
¿Cuál es el nexo que lo une a Carolina Sanín?
Nos conocemos desde siempre porque somos primos segundos. La mamá de Carolina es mi madrina, la prima de mi madre, y además somos amigos. Tenemos una relación muy fuerte, aunque no tan cercana. Sin embargo, no fue evidente escogerla para la cinta. Vi a 300 actrices profesionales y no profesionales, dudé hasta el último segundo, pero cuando la vi hacer una escena con mi mamá me dije: acá está la película, y tiene que ser Carolina la que asuma ese rol.
¿Cuáles son los peligros de tener bajo sus órdenes a la familia?
(Risas) Creo que no hay tantos peligros como uno cree, al contrario. Nos unió más como familia y sinceramente es una locura encontrarse en el Festival de Cannes una película hecha en la familia. Muchas personas no saben que se trata de mi mamá y mi prima, ven más bien a dos actrices que son formidables. Entonces no hay peligro, solo placer.
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Toca varios temas concernientes a la realidad de las mujeres. ¿Qué aportaron sus actrices para hacerlo más real?
Es una parte clave, porque yo no les doy los diálogos a los actores, les doy indicaciones, improvisamos y encontramos juntos muchas cosas, inclusive los diálogos. Entonces el aporte de Carolina y Leticia fue absolutamente primordial: juntos creamos la película.
¿Qué lo impulsó a tocar el tema de la corrupción?
Te confieso que no lo tengo muy claro, no sé muy bien por qué llegué a eso, pero seguramente es porque el problema más grave de Colombia no ha sido la guerra sino la corrupción. En cada estrato, en cada cosa, en cada acto está la corrupción, en “el vivo vive del bobo”, en el “robar un poquito no es grave”. Creo que de alguna manera hacer una película en Colombia es realizarla en un país corrupto, en el sentido también de que se está pudriendo, y ahora más que nunca, porque ya vamos aceptando más de lo que se debería, como un número de gobiernos corruptos que pasan uno tras otro. Todo eso me toca, me conmueve, y terminé contando esa historia a pequeña escala, la de la alcaldía de una ciudad, de la secretaría de obras que es un equivalente del IDU (Instituto de Desarrollo Urbano). Simplemente estoy retratando una realidad que está allí.
¿Qué le va a aportar “Litigante” a la sociedad colombiana?
Cada espectador tiene que sacar lo que le toca y lo conmueve. Me pregunto cómo será la acogida en Colombia, y aunque sospecho que no va a ser mala, creo que es un espejo de lo que es Colombia y ese reflejo duele. Yo también hago películas para crear un archivo, entonces espero crear con esta película ese archivo para recordar, para que ojalá nos emocione, y seguramente también va a poner de mal humor a alguna gente.
Ha mostrado varios trabajos suyos en Cannes. ¿Qué significa volver a este festival y en esta oportunidad abrir con su película la Semana de la Crítica?
Volver es una suerte, y regresar para abrir esta sección es un honor. Cannes es Cannes y lo demás es loma, en el sentido de que existen muchos festivales, pero este está por encima de todos. No es que la curaduría de los demás sea mala, lo que pasa es que el Festival de Cannes tiene más importancia mediática. Aquí viene todo el mundo, y es una suerte poner a la luz una película como “Litigante”, la cual la necesita esa luz. Por eso estoy feliz.
Prácticamente a la orilla del mar se encuentra Franco Lolli atendiendo a la prensa. El realizador bogotano fue encomendado de inaugurar la Semana de la Crítica (Semaine de la Critique) en el Festival de Cannes con su nueva cinta, Litigante.
Relajado, aún emocionado, pero ya sin los nervios que le produjo el estreno mundial. Su historia centrada en mujeres habla de Silvia (Carolina Sanín), madre soltera, abogada en el sector público, que se enfrenta a la enfermedad de su madre (Leticia Gómez) y a un caso de corrupción.
Acompañado por parte de su equipo, entre ellos su madre, Leticia Gómez, y Carolina Sanín, protagonistas de la película, Litigante fue premiada con una ovación de pie durante varios minutos.
¿Cómo vivió el estreno de “Litigante” rodeado de su equipo?
Muchos hicimos la película y al final solo pude venir con una parte del equipo. Traje a los cinco actores principales, era muy importante que estuvieran Carolina Sanín, Leticia Gómez, Alejandra Sarria, Vladimir Durán y el niño Antonio Martínez, porque son los que hacen la película. La reacción del público fue muy buena y creo que es una manera de reconocer el trabajo de los actores y todo lo que me entregaron en el rodaje. Yo estaba muy nervioso, pero sabía que iba a tener buena acogida. Me hicieron comentarios muy conmovedores, hubo gente que lloró mucho y muchas personas se reconocieron en la historia. Estamos felices.
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¿Cómo se le ocurrió crear esta historia sustentada en mujeres?
Mi película previa (Gente de bien, 2014) contaba la historia de un padre y su hijo. Después de eso sentí algo que me mandaba hacia el lado femenino. Crecí con mi madre porque mi padre murió en un accidente de carro antes de que yo pudiera conocerlo. Yo diría que a quien conozco más, después de a mí mismo, es a mi madre, y a través de ella y de su familia con muchas hermanas, con mi abuela que era una figura muy importante, de alguna manera conozco el mundo femenino. Creo que la fascinación que tengo hacia esas mujeres de mi familia termina reflejándose en la película. Quise contar la historia de una mujer que lucha y para eso escogí a una actriz que lucha.
Esta es la primera vez que Carolina Sanín actúa.
Carolina es escritora, feminista, escribe en varios medios de comunicación. Creo que quiso hacer esta película porque confiaba en mí como director y yo sabía que iba a hacerlo muy bien.
¿Cuál es el nexo que lo une a Carolina Sanín?
Nos conocemos desde siempre porque somos primos segundos. La mamá de Carolina es mi madrina, la prima de mi madre, y además somos amigos. Tenemos una relación muy fuerte, aunque no tan cercana. Sin embargo, no fue evidente escogerla para la cinta. Vi a 300 actrices profesionales y no profesionales, dudé hasta el último segundo, pero cuando la vi hacer una escena con mi mamá me dije: acá está la película, y tiene que ser Carolina la que asuma ese rol.
¿Cuáles son los peligros de tener bajo sus órdenes a la familia?
(Risas) Creo que no hay tantos peligros como uno cree, al contrario. Nos unió más como familia y sinceramente es una locura encontrarse en el Festival de Cannes una película hecha en la familia. Muchas personas no saben que se trata de mi mamá y mi prima, ven más bien a dos actrices que son formidables. Entonces no hay peligro, solo placer.
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Toca varios temas concernientes a la realidad de las mujeres. ¿Qué aportaron sus actrices para hacerlo más real?
Es una parte clave, porque yo no les doy los diálogos a los actores, les doy indicaciones, improvisamos y encontramos juntos muchas cosas, inclusive los diálogos. Entonces el aporte de Carolina y Leticia fue absolutamente primordial: juntos creamos la película.
¿Qué lo impulsó a tocar el tema de la corrupción?
Te confieso que no lo tengo muy claro, no sé muy bien por qué llegué a eso, pero seguramente es porque el problema más grave de Colombia no ha sido la guerra sino la corrupción. En cada estrato, en cada cosa, en cada acto está la corrupción, en “el vivo vive del bobo”, en el “robar un poquito no es grave”. Creo que de alguna manera hacer una película en Colombia es realizarla en un país corrupto, en el sentido también de que se está pudriendo, y ahora más que nunca, porque ya vamos aceptando más de lo que se debería, como un número de gobiernos corruptos que pasan uno tras otro. Todo eso me toca, me conmueve, y terminé contando esa historia a pequeña escala, la de la alcaldía de una ciudad, de la secretaría de obras que es un equivalente del IDU (Instituto de Desarrollo Urbano). Simplemente estoy retratando una realidad que está allí.
¿Qué le va a aportar “Litigante” a la sociedad colombiana?
Cada espectador tiene que sacar lo que le toca y lo conmueve. Me pregunto cómo será la acogida en Colombia, y aunque sospecho que no va a ser mala, creo que es un espejo de lo que es Colombia y ese reflejo duele. Yo también hago películas para crear un archivo, entonces espero crear con esta película ese archivo para recordar, para que ojalá nos emocione, y seguramente también va a poner de mal humor a alguna gente.
Ha mostrado varios trabajos suyos en Cannes. ¿Qué significa volver a este festival y en esta oportunidad abrir con su película la Semana de la Crítica?
Volver es una suerte, y regresar para abrir esta sección es un honor. Cannes es Cannes y lo demás es loma, en el sentido de que existen muchos festivales, pero este está por encima de todos. No es que la curaduría de los demás sea mala, lo que pasa es que el Festival de Cannes tiene más importancia mediática. Aquí viene todo el mundo, y es una suerte poner a la luz una película como “Litigante”, la cual la necesita esa luz. Por eso estoy feliz.