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La Coalición Colombia, que lidera Sergio Fajardo, es la confluencia de tres fuerzas políticas: Compromiso Ciudadano, el Polo Democrático y la Alianza Verde. Sin embargo, una cosa es que los partidos pongan su logo en el tarjetón y otra muy distinta que conduzcan a sus electores a apoyar a determinado candidato. Y este es precisamente el reto más grande que vive hoy la candidatura del exgobernador de Antioquia, pues para nadie es un secreto que las bases de los partidos que lo apoyan se debaten entre respaldar la decisión institucional de ir juntos u ofrecerle su voto a las campañas de Gustavo Petro o incluso de Humberto de la Calle.
Y es que la división dentro del Polo y los verdes en torno a esta disyuntiva ha trascendido a la opinión pública, pues en casos importantes muchos de sus electores se inclinan por respaldar al exalcalde de Bogotá, por ser quien hoy tiene la principal opción de pasar a la segunda vuelta presidencial. “Petro ha apelado a socavar a los electores del Polo y la Alianza Verde. Con la elección de Ángela María Robledo como su fórmula vicepresidencial, se ganó el corazón de un sector de los verdes, al tiempo que la negativa de Fajardo a construir una alianza con Petro ha conducido a que las bases del Polo se deslicen hacia el que alguna vez fue su principal congresista”, aseguró un analista político cercano a la campaña de la Coalición Colombia.
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En la toldas de los verdes, por ejemplo, existen dos tendencias marcadas. Una mayoritaria que encabeza la senadora Claudia López, hoy fórmula vicepresidencial de Fajardo, que ha rechazado de tajo una alianza con Petro y que se ha convertido en la dueña del cartel; y otra, minoritaria, de un ala que encabeza el exsenador Luis Carlos Avellaneda, que ha hecho ingentes esfuerzos por tender puentes entre el fajardismo y el petrismo. Este último sector ha sido muy cercano a Ángela María Robledo y aunque son respetuosos de la decisión institucional del partido, hubieran querido una alianza.
En esta situación incluso se ha encontrado el exalcalde Antanas Mockus, quien antes de convertirse en el principal elector de la Alianza Verde, sostuvo que para asegurar una candidatura con posibilidades, Fajardo debía construir una coalición con De la Calle y Petro. Y es que una de las más aventajadas discípulas de Mockus es Ángela María Robledo. En esta situación de acatar pero no compartir la decisión del partido han quedado el representante Inti Asprilla o el senador electo Antonio Sanguino. Sin embargo, los deseos de este sector fueron desechados y sólo les quedó el camino de obedecer la decisión de las directivas.
“Después de las elecciones del 11 de marzo nos citaron a una reunión con los parlamentarios actuales y los electos. Una especie de minicumbre que ocurrió el 13 de marzo. A esa reunión asistió Claudia y la coordinó Navarro. Al final llegó Fajardo. Allí se ratificó la decisión de respaldar la Coalición Colombia. Después de esa reunión, Fajardo nos llamó una a uno a los congresistas para felicitarnos y agradecernos el apoyo. Eso ayudó a generar un ambiente positivo. Pero, sin duda, en la base hay simpatías petristas, aunque hoy estamos unidos en torno a Fajardo. Yo creo que para la primera vuelta la cosa ya quedó así, pero para la segunda, si no pasa Fajardo, es posible que se abra una nueva oportunidad para la alianza con Petro”, explicó un congresista de los verdes, no sin antes advertir que en este partido no hay votos de estructura, sino que la mayoría son de opinión, por lo que no es fácil endosarlos a un candidato.
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Distintas están las aguas del Polo, que sí atraviesan un mar de leva por cuenta de la exclusión de Petro de la alianza con Fajardo. La mayoría de los senadores, actuales y electos, están apoyando a Petro. Iván Cepeda, Alberto Castilla y Alexánder López han declarado su apoyo al exalcalde de Bogotá; sólo Jorge Enrique Robledo y Pedro Leonidas Gómez están de lleno en la campaña de Fajardo. Sin embargo, estos dos últimos congresistas recogen los votos de una estructura política que viene en franco ascenso: el denominado MOIR, que hoy tiene dos senadores y pone una porción de al menos 250 mil votos.
“Nos hemos cansado de insistir en la alianza entre Petro, Fajardo y De la Calle. Pero la subordinación de Humberto al gavirismo acabó con esta posibilidad. Fajardo esta empecinado en que va solo. Llegó el momento de las decisiones y ya es claro que no se pudo concretar una fuerza única para la primera vuelta. El hecho es que la decisión ahora es si se puede apoyar al que pase de los tres, pero eso va a ser muy jodido. Por ahora la realidad es que tres de los cinco senadores estamos con Petro, y aunque nosotros acatamos las decisiones tomadas, no va a pasar lo mismo con nuestras bases: concejales, ediles y diputados están haciendo campaña con Petro. De forma que, a mi modo de ver, sería una torpeza ocultar el sol con un dedo. Tenemos distintas formas de ver las cosas y tendremos que enfrentar esa realidad. Ya empezaron las discusiones y la decisión no puede pasar de esta semana”, agregó un parlamentario del Polo.
En este panorama de tire y afloje dentro de la Coalición Colombia, el tiempo sigue corriendo y Fajardo no repunta en las encuestas, sino más bien parece estar estancado. Una situación que hoy lo tiene fuera del podio y que podría agravar su posición, pues quienes ven en él una opción de defensa del Acuerdo de Paz, podrían desbandarse hacia la campaña de Petro, que parece ser la única opción fuerte de la centro izquierda.