La perturbadora vida en la Mansión Playboy, contada por una exnovia de Hugh Hefner
El magnate no permitía que la mujeres con las que vivía, llegaran a casa después de las nueve de la noche. Holly Madison contó que alcanzó a pensar en suicidarse antes de seguir conviviendo con Hefner.
Redacción Entrenimiento
Excéntrico. Esa puede ser una buena palabra para describir a Hugh Hefner, el creador del emporio de Playboy que falleció a los 91 años de edad el pasado miércoles 27 de septiembre. Sobre su estilo de vida mucho se ha especulado. Que consumía viagra todos los días, que le enfurecía que las mujeres con las que compartía la cama no se bañaran los pies, que era compulsivo, que era machista.
También, aunque con menor difusión, se ha hablado de la faceta activista de Hugh Hefner. Durante la primera década de fundación, las páginas de Playboy se convirtieron en una suerte de plataforma en la que comunidad negra de los Estados Unidos reivindicó sus derechos.
Lea también: Fiesta en la Mansión Playboy, "una velada insoportablemente larga y muy falsa"
Muhammad Ali, Martin Luther King Jr, Malcolm X, entre otros íconos afroamericanos, protagonizaron extensos reportajes. "Hugh también lanzó y franquició los lugares de los clubes de entretenimiento con la marca Playboy, donde actores blancos y negros subieron al escenario frente al público de mesas mixtas", recuerda la edición digital de Cambio 16.
En el afán de hacerse una idea del hombre que hizo del erotismo un negocio boyante, se han desempolvado textos escritos por personalidades que formaron parte de su círculo más íntimo. Entre esas historias hay una que tiene más relevancia que cualquier otra.
Se trata del testimonio de Holly Madison, una de las Playmate que durante años vivió en la Mansión Playboy. De hecho, fue una de sus consentidas.
Además: Hugh Hefner, el progresista misógino
Ella, junto a Kendra Wilkinson y Bridget Marquadt, exnovias del fallecido magnate, protagonizó el reality show, emitido por E! Entertainment, 'Girls Next Door', conocido en Latinoamérica como 'Girls of the Playboy Mansion'.
Madison vivió en la casa, construida en 1927 por el arquitecto Arthur R. Kelly, ocho años. Convivió con Hugh Hefner y sus mujeres del 2000 al 2008.
Entrar a esa mansión, según contó la propia Holy en el libro 'Down the Rabbit Hole', publicado en septiembre de 2015, fue relativamente fácil. Se conoció con el magnate cuando tenía 20 años y trabajaba en Hooters.
Según contó, después de una noche de drogas, Hugh le ofreció quedarse en la casa. De su primera experiencia sexual con el magnate, apuntó a decir. “Fue tan breve que no me acuerdo de nada más que de tener un cuerpo pesado encima mío”.
Según Madison, en aquella mansión había reglas que el empresario hacía cumplir al pie de la letra. Una de ellas consistía en una especie de toque de queda que empezaba a operar a las 9:00 pm. Si alguna de las conejitas llegaba a casa después de esa hora, no se le permitía el ingreso.
Aunque, en teoría, eran relaciones abiertas, Hugh Hefner no permitía que las mujeres con las que convivía tuvieran novios. Esa situación lo enfurecía.
Sobre ese libro, El Confidencial de España reseña: "Apenas un par de años después, Madison estaba tan harta que había pensado en suicidarse. No sólo se había convertido en una especie de esclava sexual, sino que las reglas de la casa eran intolerables (...) las conejitas de la mansión recibían su paga de manos de Hefner cada viernes, una vez que este había limpiado los excrementos dejados por los perros en su alfombra. A cambio de los 1.000 dólares semanales, el dueño de la mansión se veía con la potestad de quejarse de todo aquello que cada una de sus inquilinas hacían mal, a menudo su falta de predisposición sexual, a veces sus discusiones con otras conejitas, como explicó Izabella St. James en Bunny Tales: Behind Closed Doors at the Playboy Mansion (Running Press)":
En aquel libro, considerado por un sector de la prensa rosa de Estados Unidos, como el documento más fiel de la personalidad de Hugh, Madison reveló l hasta dónde llegó la obsesión del empresario por las mujeres jóvenes.
“Siempre me puso muy nerviosa la fascinación de Hef por las mujeres extremadamente jóvenes. Estaba obsesionado con que aparentasen ser tan jóvenes como era humanamente posible”. Por esa razón, Hefner tenía una cuenta abierta en una peluquería de Beverly Hills a la que sus inquilinas podían acudir para cortarse el pelo, maquillarse o retocarse lo que quisieran cuando quisieran. Además, todos los baños de la vivienda tenían vaselina, aceite de Johnson's Baby y kleenex.
Lo que escribió Holly Madison en ese libro generó un terremoto en el emporio Playboy. A tal punto de que Hef, acostumbrado a que se dijera de él cualquier cantidad de cosas, emitió un comunicado en el que le salió paso a las revelaciones de su antigua compañera.
"Muchos se han ido de aquí a vivir nuevas vidas felices, saludables y a ser productivos, estoy encantado de seguir en contacto con ellos. Lamentablemente hay otros que han intentado reescribir la historia en un intento por estar en el centro de atención".
En aquel libro Madison aseguró que la fortuna de Hefner “sería dividida con un 50% para su fundación de caridad y el resto sería dividido entre sus cuatro hijos: Christie (64),David (62), Marston (27) y Cooper (26)”.
Actualmente Holly Madison tiene casi 40 años. Está casada con Pasqueale Rotella y se dedica al cuidado de sus dos hijos Rainbow Aurora y Forest Leonardo.
Excéntrico. Esa puede ser una buena palabra para describir a Hugh Hefner, el creador del emporio de Playboy que falleció a los 91 años de edad el pasado miércoles 27 de septiembre. Sobre su estilo de vida mucho se ha especulado. Que consumía viagra todos los días, que le enfurecía que las mujeres con las que compartía la cama no se bañaran los pies, que era compulsivo, que era machista.
También, aunque con menor difusión, se ha hablado de la faceta activista de Hugh Hefner. Durante la primera década de fundación, las páginas de Playboy se convirtieron en una suerte de plataforma en la que comunidad negra de los Estados Unidos reivindicó sus derechos.
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Muhammad Ali, Martin Luther King Jr, Malcolm X, entre otros íconos afroamericanos, protagonizaron extensos reportajes. "Hugh también lanzó y franquició los lugares de los clubes de entretenimiento con la marca Playboy, donde actores blancos y negros subieron al escenario frente al público de mesas mixtas", recuerda la edición digital de Cambio 16.
En el afán de hacerse una idea del hombre que hizo del erotismo un negocio boyante, se han desempolvado textos escritos por personalidades que formaron parte de su círculo más íntimo. Entre esas historias hay una que tiene más relevancia que cualquier otra.
Se trata del testimonio de Holly Madison, una de las Playmate que durante años vivió en la Mansión Playboy. De hecho, fue una de sus consentidas.
Además: Hugh Hefner, el progresista misógino
Ella, junto a Kendra Wilkinson y Bridget Marquadt, exnovias del fallecido magnate, protagonizó el reality show, emitido por E! Entertainment, 'Girls Next Door', conocido en Latinoamérica como 'Girls of the Playboy Mansion'.
Madison vivió en la casa, construida en 1927 por el arquitecto Arthur R. Kelly, ocho años. Convivió con Hugh Hefner y sus mujeres del 2000 al 2008.
Entrar a esa mansión, según contó la propia Holy en el libro 'Down the Rabbit Hole', publicado en septiembre de 2015, fue relativamente fácil. Se conoció con el magnate cuando tenía 20 años y trabajaba en Hooters.
Según contó, después de una noche de drogas, Hugh le ofreció quedarse en la casa. De su primera experiencia sexual con el magnate, apuntó a decir. “Fue tan breve que no me acuerdo de nada más que de tener un cuerpo pesado encima mío”.
Según Madison, en aquella mansión había reglas que el empresario hacía cumplir al pie de la letra. Una de ellas consistía en una especie de toque de queda que empezaba a operar a las 9:00 pm. Si alguna de las conejitas llegaba a casa después de esa hora, no se le permitía el ingreso.
Aunque, en teoría, eran relaciones abiertas, Hugh Hefner no permitía que las mujeres con las que convivía tuvieran novios. Esa situación lo enfurecía.
Sobre ese libro, El Confidencial de España reseña: "Apenas un par de años después, Madison estaba tan harta que había pensado en suicidarse. No sólo se había convertido en una especie de esclava sexual, sino que las reglas de la casa eran intolerables (...) las conejitas de la mansión recibían su paga de manos de Hefner cada viernes, una vez que este había limpiado los excrementos dejados por los perros en su alfombra. A cambio de los 1.000 dólares semanales, el dueño de la mansión se veía con la potestad de quejarse de todo aquello que cada una de sus inquilinas hacían mal, a menudo su falta de predisposición sexual, a veces sus discusiones con otras conejitas, como explicó Izabella St. James en Bunny Tales: Behind Closed Doors at the Playboy Mansion (Running Press)":
En aquel libro, considerado por un sector de la prensa rosa de Estados Unidos, como el documento más fiel de la personalidad de Hugh, Madison reveló l hasta dónde llegó la obsesión del empresario por las mujeres jóvenes.
“Siempre me puso muy nerviosa la fascinación de Hef por las mujeres extremadamente jóvenes. Estaba obsesionado con que aparentasen ser tan jóvenes como era humanamente posible”. Por esa razón, Hefner tenía una cuenta abierta en una peluquería de Beverly Hills a la que sus inquilinas podían acudir para cortarse el pelo, maquillarse o retocarse lo que quisieran cuando quisieran. Además, todos los baños de la vivienda tenían vaselina, aceite de Johnson's Baby y kleenex.
Lo que escribió Holly Madison en ese libro generó un terremoto en el emporio Playboy. A tal punto de que Hef, acostumbrado a que se dijera de él cualquier cantidad de cosas, emitió un comunicado en el que le salió paso a las revelaciones de su antigua compañera.
"Muchos se han ido de aquí a vivir nuevas vidas felices, saludables y a ser productivos, estoy encantado de seguir en contacto con ellos. Lamentablemente hay otros que han intentado reescribir la historia en un intento por estar en el centro de atención".
En aquel libro Madison aseguró que la fortuna de Hefner “sería dividida con un 50% para su fundación de caridad y el resto sería dividido entre sus cuatro hijos: Christie (64),David (62), Marston (27) y Cooper (26)”.
Actualmente Holly Madison tiene casi 40 años. Está casada con Pasqueale Rotella y se dedica al cuidado de sus dos hijos Rainbow Aurora y Forest Leonardo.