Corrupción en la Universidad Distrital: Recta final para el proceso contra Wilman Muñoz

Los posibles manejos irregulares de $11.000 millones del funcionario de la U. Distrital, por medio del instituto que lideraba, fue una de las razones de la última protesta masiva que lideraron estudiantes de esa “alma mater”. Este lunes su defensa dirá los alegatos finales en la Procuraduría.

Redacción Judicial
28 de octubre de 2019 - 02:00 a. m.
Avanzan las investigaciones por el desfalco de  $11.000 millones desde el Idexud de la Distrital.   / Archivo El Espectador.
Avanzan las investigaciones por el desfalco de $11.000 millones desde el Idexud de la Distrital. / Archivo El Espectador.
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Este lunes 28 de octubre, a las nueve de la mañana, el caso de Wilman Muñoz entra en su recta final en la Procuraduría. Hoy, su abogado expondrá los alegatos finales en defensa de Muñoz, quien resultó investigado disciplinariamente porque, al parecer, abusó de su cargo como director del Instituto de Extensión y Educación para el Trabajo de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas (Idexud), en el que estuvo desde junio de 2012 hasta enero de 2019, y volvió “propias” la cuenta corriente y la tarjeta de crédito institucionales.

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El resultado fueron casi $11.000 millones manejados dudosamente. Tal como contó este diario el pasado 14 de agosto, los extractos bancarios muestran que Muñoz habría usado presupuesto estatal para costear viajes nacionales e internacionales para sí mismo y gente cercana a él, igual que para adquirir artículos de lujo como relojes suizos, prendas de tiendas como Hugo Boss y Massimo Dutti, elementos deportivos de Garmín, un dron y hasta productos de Home Center y de Exiagrícola, una tienda especializada en mascotas y maquinaria agrícola.

Los denunciados exabruptos de Muñoz lo habrían llevado no solo a patrocinarse cenas en restaurantes como Harry’s Bar y a pagar cuentas de Netflix y Apple con la tarjeta de la universidad, sino incluso a comprar vehículos de alta gama. Tres se han rastreado hasta ahora: un Datsun de $100 millones, una camioneta Lexus de $150 millones y el más costoso: una camioneta Mercedes-Benz de $210 millones, que quedó a nombre de Ingeniería Gerencia y Construcciones S.A.S., empresa que tiene matrícula desde 2017, según la Cámara de Comercio de Bogotá y que maneja su hijo.

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Un dato importante que encontró la Procuraduría es la relación entre esa compañía y Muñoz, que no podía ser más obvia: desde 2017, figura Nicolás Muñoz Mahecha (hijo de Wilman Muñoz) como gerente, Ana Yanet Muñoz Prieto (hermana de Wilman Muñoz) como su suplente y Paola Andrea Mahecha (compañera de Wilman Muñoz) como socia. El denunciante de Muñoz fue directamente Ricardo García Duarte, quien se retiró temporalmente de su cargo como rector de la Universidad Distrital mientras avanzan las investigaciones, que también llegaron a la Fiscalía.

La estrategia de Muñoz fue hacer de Ricardo García Duarte, su acusador, un acusado. El Espectador revisó varias de las declaraciones que se dieron en el marco del proceso disciplinario contra Wilman Muñoz durante los últimos tres meses y encontró, por ejemplo, un intenso fogueo entre García Duarte y Fermín Camargo, abogado defensor de Muñoz. “Me ha parecido una manipulación extrema intentar decir que porque se pagan con una tarjeta de la universidad un almuerzo u otra actividad de los funcionarios (...) que eso era para beneficio mío”, dijo García Duarte para empezar.

“Las irregularidades en que hayan podido incurrir en el Idexud nada tienen que ver con ningún interés particular mío, soy rector apenas desde el año 2018”, reiteró García Duarte, en cuya defensa salieron hace unos días noventa personalidades de la academia y de los medios como Salomón Kalmanovitz, Laura Gil y Rodrigo Uprimny. “Quienes lo conocemos personal y profesionalmente de tiempo atrás, podemos dar fe de que ha llevado una vida sencilla, que no ha alimentado ambiciones de riqueza”, señalaron, al tiempo que respaldaron su trayectoria ética.

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En el interrogatorio que le hizo Fermín Camargo, este dejó ver todo lo que Wilman Muñoz ha dicho de García Duarte. “Usted le dijo, sí o no, al señor Wilman Muñoz Prieto que debía asegurar el voto del señor Carlos Fajardo ante el Consejo Superior para su elección como rector?, empezó preguntando Camargo. “No, olvídese de eso, no”, respondió el rector García Duarte. “¿Qué le voy a decir yo a un intermediario? Eso lo hago yo mismo, con mi discurso, yo voy y le digo: yo pienso esto, usted mire a ver. Uno no tiene que convencer a la gente”.

Camargo le preguntó a García Duarte si es verdad que él le pidió a Wilman Muñoz darle tres contratos “corbata” a un hombre y dos mujeres para que esa plata la cobrara en realidad Fajardo, quien es representante de los egresados ante el Consejo Superior de la Unidad Distrital. “¡Qué barbaridad, no!”, contestó García Duarte. Muñoz también aseguró haber recibido órdenes de García Duarte para asignarle “proyectos de extensión” a Fajardo, y al respecto le preguntó su abogado al rector. “No”, dijo García. “¿Nunca?”, contrapreguntó Camargo. “Nunca”.

Muñoz, que está tratando de negociar también con la Fiscalía, disparó para varios lados: “¿Sabía usted que Carlos Fajardo le escribió un mensaje de WhatsApp a Wilman Muñoz con ocasión de ese contrato (con la Alcaldía de Bucaramanga), en el sentido de que las coimas de ese contrato debían ser entregadas a la subdirectora de catastro del Agustín Codazzi?”, preguntó Fermín Camargo. “No, qué tal. Si me hubiera dado cuenta de eso inmediatamente hago lo que hice aquí, que fue venir a la Procuraduría a entregar lo que encontré”.

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El exdirector del Idexud aseguró que hubo una reunión en el restaurante Gaudí, ubicado en el barrio La Macarena de Bogotá, en octubre de 2017, con el propósito de conseguir votos de exrectores de la Distrital como Roberto Vergara para García Duarte, quien fue elegido poco después y se posesionó en diciembre del mismo año. “(Nos reunimos) ahí en La Macarena pero para hablar de otras cosas (...), en ese sentido de propiciar consensos para apoyar la nueva administración”, afirmó García Duarte, quien fue elegido en noviembre de ese mismo año.

Manuel Flórez, profesor de la Universidad y amigo del rector, también resultó salpicado por Muñoz, quien señaló que Flórez entregó diez hojas de vida al delegado de los estudiantes ante el Consejo Superior para que fueran contratados por el Idexud, y que además lo había presionado para que le asignara contratos con cargo a Servicios Académicos Remunerados “y no trabajar en el año 2018”. El rector García dijo que no sabía de la supuesta petición y sobre lo segundo apuntó: “El que haga eso debe ser denunciado inmediatamente. No sé por qué no denunciaron”.

Muñoz mencionó a otros profesores, al parecer cercanos al rector, que habrían tenido contratos con el Idexud cuando García estaba en campaña por la rectoría. “Yo (como) docente no tengo por qué saber qué contratos tenía(n)”, expresó García Duarte. Muñoz insinuó también alguna clase de pacto entre García y Olga Lucía Velásquez, exrepresentante liberal por Bogotá que llegó al Congreso en 2014 y se “quemó” en los siguientes comicios. “Yo no tengo (...) ni el más mínimo compromiso con la entonces parlamentaria Olga Lucía Velásquez, ni uno”, rebatió García.

“El tema es que, al menos en la Procuraduría, Wilman Muñoz no ha entregado ni una sola prueba concreta y tangible que indique que el rector García hizo algo mal también. Es solo su palabra”, le dijo a este diario una fuente que conoce en detalle el proceso disciplinario contra el exdirector del Idexud, en cuyo proceso se ventilaron asimismo irregularidades relacionadas con la gestión del instituto que él manejó casi siete años. Luz Marina Garzón Lozano, funcionaria de control interno y llamada por la defensa de Muñoz a dar testimonio, fue quien alertó.

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“Al revisar el contrato 933 de 2015 se evidencia que no se hicieron efectivas las pólizas ante el supuesto incumplimiento de dicho contrato. El director del convenio, al retirarse, no elaboró el acta de entrega de (su) gestión. Al revisar las diferentes cotizaciones presentadas por los proponentes, se evidencia que en el proceso no se cumple con la recepción de por lo menos tres cotizaciones que cumplan con los requisitos para seleccionar los contratistas. En varios contratos se reciben propuestas por fuera de las fechas establecidas”, señaló Garzón.

Con estos y más elementos sobre la mesa, la Procuraduría tomará decisiones pronto contra el hombre cuyas aparentes extralimitaciones fueron unas de las razones que, en septiembre de este año, sacaron a los estudiantes de la Distrital a la calle para exigir cuentas claras y funcionarios transparentes.

Por Redacción Judicial

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