General (r) Santoyo se declaró inocente en proceso de desaparición forzada
Durante la diligencia de indagatoria, el exjefe de seguridad del presidente Álvaro Uribe negó haber participado en la desaparición forzada de Ángel José Quintero Mesa y Claudia Patricia Monsalve Pulgarín, defensores de Derechos Humanos y miembros de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (Asfaddes).
Redacción Judicial
Tras su regreso de Estados Unidos —luego de cumplir una condena de casi ocho años en ese país—, el general (r) de la Policía Mauricio Santoyo ya está compareciendo ante la justicia colombiana. El Espectador supo que, desde esta mañana, en el bunker de la Fiscalía, el exjefe de seguridad del presidente Álvaro Uribe, rindió indagatoria en el proceso penal por su presunta participación en la desaparición forzada de Ángel José Quintero Mesa y Claudia Patricia Monsalve Pulgarín, defensores de Derechos Humanos y miembros de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (Asfaddes). El 6 de octubre del 2000 en Medellín, hombres armados retuvieron a los dos activistas y desde entonces se desconoce su paradero.
Quintero Mesa y Monsalve Pulgarín se habían incorporado a Asfaddes para denunciar y buscar a sus familiares desaparecidos y asesinados por grupos paramilitares y agentes de la Fuerza Pública. Las investigaciones adelantadas por la Fiscalía General en el momento de la desaparición forzada de los dos defensores de derechos humanos determinaron que la línea telefónica fija de la organización a la que pertenecían estaba interceptada ilegalmente por una orden falsa de un fiscal adscrito al Gaula Urbano de Medellín, unidad de la Policía que en ese momento estaba a cargo de Mauricio Santoyo. Este diario conoció que durante la audiecia Santoyo estuvo serio; poco habló. Y que en algunos instantes de la audiencia, la cual duró cerca de cinco horas, se vio nervioso.
:: Capturan a General (r) Santoyo por desaparición forzada de dos defensores de derechos humanos::
También se supo que negó haber colaborado con la justicia estadounidense, la cual lo condenó en diciembre de 2012 a 13 años de prisión por sus nexos con el narcotráfico. Sin embargo, solo purgó ocho años de condena luego de haber firmado un acuerdo de colaboración del que poco se sabe. En este mismo caso Santoyo aceptó haber colaborado con las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc).
Incluso, según los testimonios de distintos exjefes paramilitares, como Juan Carlos el Tuso Sierra, Carlos Mario Jiménez, alias Macaco, y Salvatore Mancuso, el exoficial Santoyo fue activo cooperante de los grupos paramilitares. "Es contradictorio que en Estados Unidos Santoyo haya aceptado su colaboración con los los paramilitares y aquí lo esté negando", señaló una fuente cercana a ese proceso judicial.
Además de este caso el exalto oficial ha sido mencionado en otros expedientes judiciales. Por ejemplo, Santoyo habría sido clave en la desviación de las pesquisas judiciales por el asesinato del periodista Jaime Garzón, ocurrido en agosto de 1999. En 2016, la Fiscalía aseguró que Santoyo promovió el secuestro de dos sicarios del caso Garzón para entregárselos a Diego Murillo Bejarano, alias Don Berna, y así evitar que hablaran. Es decir, ayudó a la desaparición de dos fichas claves en el entramado del crimen, pues en su momento el DAS concertó capturas de personas que nada tuvieron que ver.
:: Los pendientes del general (r) Santoyo con la justicia en Colombia ::
Además, Santoyo tendrá que aclarar si es cierto, como lo han advertido algunas autoridades, que colaboró en el asesinato de Mario Calderón y Elsa Alvarado, investigadores del Cinep, asesinados en mayo de 1996 en Bogotá; en el asesinato del defensor de derechos humanos Jesús María Valle Jaramillo, ocurrido en Medellín en febrero de 1998, y del abogado penalista Eduardo Umaña Mendoza, realizado en abril de 1998 en su propia oficina en Bogotá. Según el jefe paramilitar, alias Don Berna, el aporte de Mauricio Santoyo para la comisión de estos delitos fue la interceptación de las comunicaciones de las víctimas.
Mauricio Santoyo volvió al país el pasado lunes 29 de abril en un avión en el cual también venía Leonardo Luís Pinilla, mano derecha del exfiscal anticorrupción, Luis Gustavo Moreno en el escándalo de corrupción del cartel de la toga.
Tras su regreso de Estados Unidos —luego de cumplir una condena de casi ocho años en ese país—, el general (r) de la Policía Mauricio Santoyo ya está compareciendo ante la justicia colombiana. El Espectador supo que, desde esta mañana, en el bunker de la Fiscalía, el exjefe de seguridad del presidente Álvaro Uribe, rindió indagatoria en el proceso penal por su presunta participación en la desaparición forzada de Ángel José Quintero Mesa y Claudia Patricia Monsalve Pulgarín, defensores de Derechos Humanos y miembros de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (Asfaddes). El 6 de octubre del 2000 en Medellín, hombres armados retuvieron a los dos activistas y desde entonces se desconoce su paradero.
Quintero Mesa y Monsalve Pulgarín se habían incorporado a Asfaddes para denunciar y buscar a sus familiares desaparecidos y asesinados por grupos paramilitares y agentes de la Fuerza Pública. Las investigaciones adelantadas por la Fiscalía General en el momento de la desaparición forzada de los dos defensores de derechos humanos determinaron que la línea telefónica fija de la organización a la que pertenecían estaba interceptada ilegalmente por una orden falsa de un fiscal adscrito al Gaula Urbano de Medellín, unidad de la Policía que en ese momento estaba a cargo de Mauricio Santoyo. Este diario conoció que durante la audiecia Santoyo estuvo serio; poco habló. Y que en algunos instantes de la audiencia, la cual duró cerca de cinco horas, se vio nervioso.
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También se supo que negó haber colaborado con la justicia estadounidense, la cual lo condenó en diciembre de 2012 a 13 años de prisión por sus nexos con el narcotráfico. Sin embargo, solo purgó ocho años de condena luego de haber firmado un acuerdo de colaboración del que poco se sabe. En este mismo caso Santoyo aceptó haber colaborado con las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc).
Incluso, según los testimonios de distintos exjefes paramilitares, como Juan Carlos el Tuso Sierra, Carlos Mario Jiménez, alias Macaco, y Salvatore Mancuso, el exoficial Santoyo fue activo cooperante de los grupos paramilitares. "Es contradictorio que en Estados Unidos Santoyo haya aceptado su colaboración con los los paramilitares y aquí lo esté negando", señaló una fuente cercana a ese proceso judicial.
Además de este caso el exalto oficial ha sido mencionado en otros expedientes judiciales. Por ejemplo, Santoyo habría sido clave en la desviación de las pesquisas judiciales por el asesinato del periodista Jaime Garzón, ocurrido en agosto de 1999. En 2016, la Fiscalía aseguró que Santoyo promovió el secuestro de dos sicarios del caso Garzón para entregárselos a Diego Murillo Bejarano, alias Don Berna, y así evitar que hablaran. Es decir, ayudó a la desaparición de dos fichas claves en el entramado del crimen, pues en su momento el DAS concertó capturas de personas que nada tuvieron que ver.
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Además, Santoyo tendrá que aclarar si es cierto, como lo han advertido algunas autoridades, que colaboró en el asesinato de Mario Calderón y Elsa Alvarado, investigadores del Cinep, asesinados en mayo de 1996 en Bogotá; en el asesinato del defensor de derechos humanos Jesús María Valle Jaramillo, ocurrido en Medellín en febrero de 1998, y del abogado penalista Eduardo Umaña Mendoza, realizado en abril de 1998 en su propia oficina en Bogotá. Según el jefe paramilitar, alias Don Berna, el aporte de Mauricio Santoyo para la comisión de estos delitos fue la interceptación de las comunicaciones de las víctimas.
Mauricio Santoyo volvió al país el pasado lunes 29 de abril en un avión en el cual también venía Leonardo Luís Pinilla, mano derecha del exfiscal anticorrupción, Luis Gustavo Moreno en el escándalo de corrupción del cartel de la toga.