Honduras, Maiquetía y otras revelaciones que figuran en el “indictment” contra Maduro

En el documento de la justicia estadounidense se lee, por ejemplo, que quienes custodiaban las pistas clandestinas del Cartel de los Soles en el estado venezolano de Barinas eran las Farc. O que, cuando Nicolás Maduro se negó a ir a la asamblea de la ONU en Nueva York en 2013, fue para discutir la incautación de 1,3 toneladas de cocaína en París que le pertenecían supuestamente a él y sus socios, como Diosdado Cabello.

Diana Durán Núñez / @dicaduran
27 de marzo de 2020 - 12:00 p. m.
Nicolás Maduro, Diosdado Cabello (esquina inferior izquierda), general (r) Hugo Carvajal, "Iván Márquez" y "Jesús Santrich". / Fotos: AFP, EFE y archivo El Espectador
Nicolás Maduro, Diosdado Cabello (esquina inferior izquierda), general (r) Hugo Carvajal, "Iván Márquez" y "Jesús Santrich". / Fotos: AFP, EFE y archivo El Espectador
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El fiscal general de los Estados Unidos, William Barr, anunció que la justicia de su país presentó cargos por narcotráfico contra 15 altos funcionarios de Venezuela -incluido hasta el presidente Nicolás Maduro-, que supuestamente han liderado el llamado Cartel de los Soles, y dos exjefes guerrilleros colombianos. Uno es Luciano Marín, conocido como Iván Márquez, y el otro es Seuxis Hernández, quien en la guerra llevó el sobrenombre de Jesús Santrich. Estos son algunos puntos clave para entender la acusación (indictment) que presentó el Departamento de Justicia ante la Corte del Distrito Sur de Nueva York por una “conspiración de narcoterrorismo”. (El negocio entre las Farc y el Cartel de los Soles: detalles del "indictment" de EE.UU.)

Los acusados en este expediente en particular son Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, uno de los hombres más poderosos de Venezuela, exmilitar y presidente de la Asamblea Nacional; el general retirado Hugo Armando Carvajal, quien se escapó de su residencia en Madrid cuando supo que se aprobó su extradición a Estados Unidos, en noviembre de 2019; el también general retirado Clíver Antonio Alcalá, y los exjefes de las Farc Iván Márquez y Jesús Santrich, quienes, creen las autoridades colombianas, podrían estar en Venezuela. Estos dos últimos anunciaron en agosto del año pasado que le daban la espalda al Acuerdo de Paz y volvían a tomar el camino de las armas.

Por esa misma razón, y tras su expulsión de la Jurisdicción Especial para la Paz, ya no están blindados con la garantía de la no extradición que protege a los exguerrilleros que se hayan visto involucrados en actividades de narcotráfico hasta el momento en que entró en vigor el Acuerdo: 1° de diciembre de 2016.

En el indictment se lee que Maduro ya era parte del Cartel de los Soles cuando llegó a la Presidencia y que, al ocupar ese cargo, continuó siéndolo, lo cual él ha salido a negar tajantemente. Para Estados Unidos, fue Maduro quien dio prioridad a usar la cocaína como “arma” en contra de ese país; fue él quien negoció toneladas de cocaína con las Farc directamente; fue él quien se entendió con países centroamericanos para poder abrir las rutas aéreas y marítimas que habrían facilitado el tráfico de coca desde Venezuela hasta Estados Unidos y fue él quien pidió a las Farc que entrenara a un grupo de milicias que se habría vuelto el brazo armado del Cartel de los Soles.

Las Farc, asegura la justicia estadounidense, le pagaron US$5 millones a Maduro a través de un tercero “en conexión con un esquema de lavado de activos que fue parte de la conspiración narcoterrorista. Maduro Moros y otros aceptaron lavar millones de dólares de las Farc comprando equipos para la extracción de aceite de palma con ganancias de la droga, los cuales se usarían para apoyar la operación de cultivos de palma africana en Apure que parecerían legítimas. Acerca de este esquema, hacia diciembre de 2006, Venezuela anunció acuerdos comerciales con firmas de Malasia relacionadas con la extracción de aceite de palma y con la exploración de petróleo en Venezuela”.

Estados Unidos ubica a Maduro en reuniones con gente de las Farc para hacer pactos. En una de ellas, que habría tenido lugar en 2008, Maduro junto a Diosdado Cabello y al general (r) Hugo Carvajal supuestamente le ofrecieron a la guerrilla más armas a cambio de aumentar la producción de cocaína y, de igual forma, Maduro habría aceptado “abusar de su autoridad como canciller para asegurar que la frontera entre Venezuela y Colombia permaneciera abierta y así facilitar el tráfico de drogas”. Luego de otra reunión en 2009, Maduro habría viajado a Honduras en su papel de canciller venezolano, con el propósito -dice EE.UU.- de proteger los negocios del Cartel de los Soles. (La respuesta de Maduro a Estados Unidos tras acusación por narcotráfico)

Otra reunión clave se habría dado en 2014, entre Maduro e Iván Márquez, en una base militar en Caracas. Allí Maduro habría aceptado seguir dando armas a las Farc -en esa época llevaban casi dos años negociando la paz con el gobierno Santos- a cambio de que las Farc entrenaran una milicia armada en Venezuela. Maduro le habría dicho a Márquez que “la milicia no sería relacionada con el gobierno venezolano”. Al parecer, el proyecto prosperó y Márquez entrenó a la milicia cerca del campamento que tenía en el estado de Zulia. Gracias a ello, el Cartel de los Soles habría desviado armas que debían ser para el ejército venezolano y se las entregó a las Farc.

2. El supuesto papel de los demás

El indictment expone que, así como Maduro, Diosdado Cabello y los generales (r) Hugo Carvajal (alias El Pollo) y Clíver Antonio Alcalá actuaron como “líderes” del Cartel de los Soles entre 1999 y 2020, como parte de una “conspiración narcoterrorista” con las Farc. Cabello ha sido un alfil esencial del chavismo desde 2001. Carvajal, por su parte, encabezó la Dirección de Inteligencia Militar de Venezuela entre 2004 y 2011 y, aunque ya tenía una acusación de Estados Unidos a cuestas, fue elegido para la Asamblea Nacional en 2016. De Alcalá no se dicen mayores datos.

Los tres, junto con Maduro, habrían pagado sobornos a cambio de tener acceso a información privilegiada de los puertos comerciales y datos de los radares aéreos y marítimos de Venezuela. Según el indictment, coordinaron, junto con las Farc, el envío de grandes cargamentos de cocaína desde Venezuela, aportaron seguridad armada para proteger los cargamentos, vendieron droga que las autoridades venezolanas habían incautado a otros narcotraficantes por “millones de dólares”, interfirieron con investigaciones penales de narcotráfico en Venezuela y otros lugares y ayudaron a las Farc a proveerse de armas, municiones y explosivos. (¿Quiénes son los otros funcionarios chavistas señalados de narcotráfico por EE. UU.?)

En 2014, por designación del presidente Maduro, el general (r) Carvajal -hoy prófugo de la justicia- fue cónsul general de Venezuela en la isla caribeña de Aruba. En julio de ese año, las autoridades de Aruba lo detuvieron por solicitud de Estados Unidos, pero Maduro, Cabello y otros miembros del Cartel de los Soles habrían presionado al gobierno holandés (Aruba pertenece al Reino de los Países Bajos) para que lo dejaran en libertad, enviando incluso naves de la Armada venezolana a la isla. “Aruba soltó a Carvajal y él regresó a la protección del Cartel de los Soles en Venezuela”. Pero, cuando se fue a España, se fue al parecer como enemigo del régimen de Nicolás Maduro.

3. El tema Honduras

Según la justicia estadounidense, el Cartel de los Soles creó un “puente aéreo” entre Venezuela y Honduras para facilitar el tráfico de los cargamentos de drogas. Al parecer, solo en 2010, al espacio aéreo hondureño ingresaron 75 aeronaves sin autorización con sospecha de que transportaban droga. Estados Unidos documentó una reunión en 2009 entre Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y el general (r) Hugo Carvajal con un delegado de las Farc, en la cual, después de acordarse la entrega de un cargamento de cocaína que sería enviado vía  Nicaragua a Estados Unidos, el grupo “discutió el reciente golpe de Estado en Honduras”. Cabello habría señalado allí que esa inestabilidad podía “joder el negocio”.

Estados Unidos sostiene que, después de ese encuentro, Maduro viajó a Honduras en su papel de canciller con un propósito oculto: tratar de intervenir en favor del Cartel de los Soles. Maduro habría hecho el viaje con el fin de asegurarse de que la marea política hondureña del momento (el presidente Manuel Zelaya fue detenido por las fuerzas militares en junio de 2009, con apoyo del Congreso, y expulsado a San José de Costa Rica) no afectaría las actividades de narcotráfico “de la conspiración narcoterrorista”. (Hugo Carvajal, el exgeneral chavista que burló a la justicia española)

4. El episodio de Maiquetía

El 22 de septiembre de 2013, las autoridades francesas anunciaron la incautación de 1,3 toneladas de cocaína en el aeropuerto Charles de Gaulle de París. El ministro del Interior de la época, Manuel Valls, fue quien hizo el anuncio, explicando que el avión en que fue hallada la droga procedía de Venezuela, que el cargamento estaba oculto en 30 maletas y que puesto en Europa podía valer unos 50 millones de euros, que el decomiso era un récord para el país y la cantidad era tan grande que correspondía al 25 % de todo lo que Francia había incautado de estupefacientes a lo largo del año.

El indictment contra Maduro, Cabello, los generales en retiro y los exjefes guerrilleros colombianos cuenta nuevos detalles sobre ese episodio. Para empezar, responsabiliza al Cartel de los Soles del despacho de la droga. Dice que, tras la incautación -que se hizo fue el 11 de septiembre de 2013-, Maduro (quien ya ejercía como presidente de Venezuela tras la muerte de Chávez en marzo de ese año) canceló un viaje a Nueva York para asistir a la Asamblea General de las Naciones Unidas asegurando que había amenazas contra su vida. A los medios de comunicación les dijo entonces que no viajaba para “preservar su integridad física”. (¿Por qué se hace urgente tender puentes con Maduro en pleno avance del coronavirus?)

La realidad oculta tras esa cancelación, sostiene el indictment, es que Maduro no fue a Nueva York para reunirse con Diosdado Cabello y el general (r) Hugo Carvajal. “Durante la reunión, Maduros Moros le dijo a Cabello Rondón y a Carvajal Barrios (…) que ellos no debieron usar el aeropuerto de Maiquetía (el más importante de Venezuela, ubicado en Caracas) para narcotráfico después del decomiso de 2006 en México”, dice el documento. Maduro les habría dicho que lo que debían hacer era seguir usando las otras rutas que ya estaban bien establecidas para despachar cocaína.

Tras la incautación en París, Maduro y otras personas habrían autorizado el arresto de militares venezolanos para desviar la atención y el escrutinio público de su propia participación en el envío de las 1,3 toneladas de estupefacientes a Europa. (27 personas serán enjuiciadas por tráfico de cocaína en vuelo de Air France)

5. Pistas clandestinas en Barinas

En un breve apartado, en el indictment se lee que en el estado de Barinas, el cual no está tan lejos de la frontera con Colombia, Diosdado Cabello y otros integrantes del Cartel de los Soles facilitaron la carga de toneladas de cocaína para salir del país vía aérea desde pistas clandestinas. Habría ocurrido en 2017. Con un detalle importante: que quienes ayudaron a recibir la droga e incluso cargaron vehículos con compartimientos secretos para que esta llegara también a la costa venezolana era gente de las Farc, uniformada y dotada con armas de guerra.

6. Las grabaciones de los sobrinos Flores

En diciembre de 2017, se conoció la noticia de que Francisco Flores y Efraín Campo Flores, sobrinos de Celia Flores (la esposa de Nicolás Maduro), fueron condenados en Estados Unidos a 18 años de prisión por narcotráfico. El indictment revela unas reuniones en las que ambos participaron entre octubre y noviembre de 2015 y en la que había informantes de la DEA. En ella discutieron el envío de cientos de kilogramos de cocaína desde el hangar presidencial de Maduro en el aeropuerto de Maiquetía. Flores y Campo Flores quedaron grabados hablando de la “guerra” que enfrentaba su país con Estados Unidos, describiendo al Cartel de los Soles y mencionando a un alto mando de las Farc.

Asimismo, quedaron grabados diciendo con el narcotráfico buscaban ganancias por más de US$20 millones para apoyar una campaña de su tía, Celia Flores, en Venezuela, al parecer en relación con los comicios de 2015 para la Asamblea Nacional en los que, efectivamente, quedó elegida. “Campo Flores se refirió a Maduro Moros como su padre”, dice la acusación, “dijo que ‘lo que queremos es que él nuevamente tome el control de… Asamblea Nacional”. Francisco Flores, por su parte, “bromeó” sobre los candidatos de la oposición que volvían “una peste” y dijo que “tres o cuatro ya habían sido detenidos”. Su condena fue por tratar de enviar 800 kilogramos de cocaína a EE.UU. desde el hangar presidencial de Maiquetía.

7. Una alianza de 20 años

El indictment señala que por lo menos desde 1999, año en que las Farc comenzaron las negociaciones de paz con el gobierno de Andrés Pastrana -ese año se creó la zona de distensión-, esa guerrilla se hizo socia del Cartel de los Soles. De acuerdo con el documento, el presidente venezolano Nicolás Maduro fue siempre uno de sus líderes, a medida que fue ganando poder hasta convertirse en su cabeza principal. El negocio supuestamente consistía en un intercambio de armas por drogas: las Farc producían la cocaína, la movían a Venezuela con apoyo o protección de funcionarios estatales de ese país, y de Venezuela salían los cargamentos hacia Estados Unidos vía Centroamérica.

En contraprestación, el Cartel de los Soles dotaba a la guerrilla de armas aptas para la guerra y municiones. Con el dinero del narcotráfico, el Cartel de los Soles habría corrompido instituciones legítimas venezolanas como las fuerzas militares, la rama legislativa y judicial o el aparato de inteligencia. Y, asimismo, habría sido una especie de motor para que las Farc se convirtieran en “uno de los mayores productores de cocaína del mundo”. Este negocio de narcotráfico, además, tenía una intención específica, dice el indictment: “inundar” a Estados Unidos de droga para afectar a los consumidores de ese país.

Por Diana Durán Núñez / @dicaduran

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