José Bayron Piedrahita aceptó que sobornó a un agente federal hasta con prostitutas
El próximo 19 de julio, en una corte de la Florida se leerá la sentencia en su contra, tras admitir que envió a Christopher Ciccione dinero, licor y trabajadoras sexuales para evadir una acusación en su contra de la justicia estadounidense que existía desde 1996.
Diana Durán Núñez / @dicaduran
José Bayron Piedrahita Ceballos, un señalado “lavador” de activos del cartel de Cali, duró casi 22 años esquivando a la justicia de los Estados Unidos, la cual, desde 1996, profirió en su contra una acusación (indictment) y pidió su arresto, junto con el de Miguel Rodríguez Orejuela. El pasado 10 de mayo, sin embargo, embarcado en un mano a mano con la justicia estadounidense desde que fue extraditado a ese país en abril pasado, Piedrahita se rindió.
Ese día, ante la Corte del Distrito Sur de la Florida, Piedrahita admitió haber cometido los cargos que se le endilgaban, todos en relación con los sobornos que le dio a Christopher Ciccione, un funcionario federal de Homeland Security (Seguridad Nacional), a cambio de dejar de desaparecer del radar de las autoridades de ese país y, por ende, evitar ir a la cárcel con base en el indictment de 1997 que lo vinculaba con el cartel de Cali.
::El narco que sedujo a agente federal::
Para que Ciccione consiguiera que el Departamento de Justicia desistiera de ir tras Piedrahita, recibió de él en 2010 dinero, cenas costosas, licores y prostitutas. A cambio, Ciccione falsificó registros e, incluso, les mintió a sus supervisores para que el indictment ya no tuviera vigencia y, por ende, Piedrahita pudiera ingresar a los Estados Unidos. El intermediario, según EE.UU. fue un hombre llamado Juan Carlos Velasco Cano.
Según los documentos de la Corte, que conoció este diario, lo que Piedrahita admitió ante el juez de su caso fue que, entre el 24 de febrero de 2010 y el 28 de octubre de 2011, hizo todo lo que estaba a su alcance para obstruir a la justicia estadounidense. En particular, para afectar el proceso 93-470, que se abrió en 1993 contra un hombre llamado Blas Antonio González y en el que Piedrahita resultaría involucrado unos años más tarde.
La acusación contra Piedrahita provenía de la operación Cornerstone (que traduce piedra angular), llevada a cabo para desentrañar el cartel de Cali. Él nunca fue arrestado, pero el indictment permanecía vigente. Y él lo sabía. Por eso, en 2010, llegó al agente especial Christopher Ciccione, del área de investigaciones de Homeland Security. Con ayuda de Velasco Cano, quien le traducía y cuadraba reuniones, Ciccione y Piedrahita se entendieron.
::El testimonio que enreda al "Chicho" Serna con lavado de activos en Argentina::
En noviembre de 2010, Ciccione habría comenzado las gestiones en favor de Piedrahita. Por ejemplo, le pidió una copia de su pasaporte con el propósito de habilitarlo para que pudiera regresar a los Estados Unidos. En ese mismo mes, Ciccione le advirtió a Piedrahita que lo iban a transferir de unidad y que debía cuidarse, pues en la entidad había muchos “soplones” que podían perjudicarlo. el agente, dicen los documentos, quería ayudar a Piedrahita.
En diciembre siguiente, Piedrahita -admitió él mismo ante la Corte de Florida- le pagó US$20.000 a Ciccione, una costosa cena en un restaurante bogotano, una fiesta en el hotel Marriot de la misma ciudad, licor y trabajadoras sexuales. En contraprestación, Ciccione hizo lo propio, a través de medidas ilegales, para que la acusación de 1996 en contra de Piedrahita se desvaneciera y para que él y su familia pudieran ingresar a Estados Unidos.
::José Bayron Piedrahita y los socios con los que quiso triunfar en Argentina::
De esa manera, Piedrahita salió de la “lista negra” de Estados Unidos en 2011, aunque, en 2016, su nombre apareció en la Lista Clinton: “La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos designó hoy a José Bayron Piedrahita Ceballos como Narcotraficante Especialmente Designado de conformidad con Ley de Designación de Cabecillas Extranjeros del Narcotráfico”.
Un año más tarde, Piedrahita fue detenido en Caucasia (Antioquia), donde Piedrahita tenía frigoríficos y era conocido como un gran ganadero de la zona. Estados Unidos lo quería extraditado por los sobornos al agente Ciccione y por eso Colombia lo capturó. Al tiempo se había abierto una investigación en Argentina que también lo comprometía, al punto que, ahora, ese país también lo quiere en extradición.
De acuerdo con la agenda judicial de la Corte del Distrito Sur de Florida, el próximo 19 de julio se conocerá la sentencia en contra de José Bayron Piedrahita. Por nexos con él, en Argentina se han abierto procesos contra la familia de Pablo Escobar, su viuda María Isabel Santos (Victoria Henao) y su hijo Sebastián Marroquín (Juan Pablo Escobar). El caso salpica incluso a un querido jugador del Boca Juniors: Mauricio el Chicho Serna.
Ciccione, por su parte, fue condenado a 36 meses de prisión por este mismo caso. "Christopher Ciccione abusó de su autoridad para beneficio personal", expresó entonces la Fiscalía de Estados Unidos. "Sus acciones no afectaron solamente una investigación en curso y estuvieron a punto de permitir que un peligroso narcotraficante escapara de la justicia; él también traicionó la confianza atribuida a él para realizar sus deberes con integridad".
José Bayron Piedrahita Ceballos, un señalado “lavador” de activos del cartel de Cali, duró casi 22 años esquivando a la justicia de los Estados Unidos, la cual, desde 1996, profirió en su contra una acusación (indictment) y pidió su arresto, junto con el de Miguel Rodríguez Orejuela. El pasado 10 de mayo, sin embargo, embarcado en un mano a mano con la justicia estadounidense desde que fue extraditado a ese país en abril pasado, Piedrahita se rindió.
Ese día, ante la Corte del Distrito Sur de la Florida, Piedrahita admitió haber cometido los cargos que se le endilgaban, todos en relación con los sobornos que le dio a Christopher Ciccione, un funcionario federal de Homeland Security (Seguridad Nacional), a cambio de dejar de desaparecer del radar de las autoridades de ese país y, por ende, evitar ir a la cárcel con base en el indictment de 1997 que lo vinculaba con el cartel de Cali.
::El narco que sedujo a agente federal::
Para que Ciccione consiguiera que el Departamento de Justicia desistiera de ir tras Piedrahita, recibió de él en 2010 dinero, cenas costosas, licores y prostitutas. A cambio, Ciccione falsificó registros e, incluso, les mintió a sus supervisores para que el indictment ya no tuviera vigencia y, por ende, Piedrahita pudiera ingresar a los Estados Unidos. El intermediario, según EE.UU. fue un hombre llamado Juan Carlos Velasco Cano.
Según los documentos de la Corte, que conoció este diario, lo que Piedrahita admitió ante el juez de su caso fue que, entre el 24 de febrero de 2010 y el 28 de octubre de 2011, hizo todo lo que estaba a su alcance para obstruir a la justicia estadounidense. En particular, para afectar el proceso 93-470, que se abrió en 1993 contra un hombre llamado Blas Antonio González y en el que Piedrahita resultaría involucrado unos años más tarde.
La acusación contra Piedrahita provenía de la operación Cornerstone (que traduce piedra angular), llevada a cabo para desentrañar el cartel de Cali. Él nunca fue arrestado, pero el indictment permanecía vigente. Y él lo sabía. Por eso, en 2010, llegó al agente especial Christopher Ciccione, del área de investigaciones de Homeland Security. Con ayuda de Velasco Cano, quien le traducía y cuadraba reuniones, Ciccione y Piedrahita se entendieron.
::El testimonio que enreda al "Chicho" Serna con lavado de activos en Argentina::
En noviembre de 2010, Ciccione habría comenzado las gestiones en favor de Piedrahita. Por ejemplo, le pidió una copia de su pasaporte con el propósito de habilitarlo para que pudiera regresar a los Estados Unidos. En ese mismo mes, Ciccione le advirtió a Piedrahita que lo iban a transferir de unidad y que debía cuidarse, pues en la entidad había muchos “soplones” que podían perjudicarlo. el agente, dicen los documentos, quería ayudar a Piedrahita.
En diciembre siguiente, Piedrahita -admitió él mismo ante la Corte de Florida- le pagó US$20.000 a Ciccione, una costosa cena en un restaurante bogotano, una fiesta en el hotel Marriot de la misma ciudad, licor y trabajadoras sexuales. En contraprestación, Ciccione hizo lo propio, a través de medidas ilegales, para que la acusación de 1996 en contra de Piedrahita se desvaneciera y para que él y su familia pudieran ingresar a Estados Unidos.
::José Bayron Piedrahita y los socios con los que quiso triunfar en Argentina::
De esa manera, Piedrahita salió de la “lista negra” de Estados Unidos en 2011, aunque, en 2016, su nombre apareció en la Lista Clinton: “La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos designó hoy a José Bayron Piedrahita Ceballos como Narcotraficante Especialmente Designado de conformidad con Ley de Designación de Cabecillas Extranjeros del Narcotráfico”.
Un año más tarde, Piedrahita fue detenido en Caucasia (Antioquia), donde Piedrahita tenía frigoríficos y era conocido como un gran ganadero de la zona. Estados Unidos lo quería extraditado por los sobornos al agente Ciccione y por eso Colombia lo capturó. Al tiempo se había abierto una investigación en Argentina que también lo comprometía, al punto que, ahora, ese país también lo quiere en extradición.
De acuerdo con la agenda judicial de la Corte del Distrito Sur de Florida, el próximo 19 de julio se conocerá la sentencia en contra de José Bayron Piedrahita. Por nexos con él, en Argentina se han abierto procesos contra la familia de Pablo Escobar, su viuda María Isabel Santos (Victoria Henao) y su hijo Sebastián Marroquín (Juan Pablo Escobar). El caso salpica incluso a un querido jugador del Boca Juniors: Mauricio el Chicho Serna.
Ciccione, por su parte, fue condenado a 36 meses de prisión por este mismo caso. "Christopher Ciccione abusó de su autoridad para beneficio personal", expresó entonces la Fiscalía de Estados Unidos. "Sus acciones no afectaron solamente una investigación en curso y estuvieron a punto de permitir que un peligroso narcotraficante escapara de la justicia; él también traicionó la confianza atribuida a él para realizar sus deberes con integridad".