La historia de Guacharacas, la hacienda de los Uribe
Allí mataron a su padre y allí nació el bloque Metro, según han declarado exparamilitares (cosa que el expresidente Álvaro Uribe rechaza). Esta es una breve historia de la que alguna vez fue la joya de esta familia antioqueña.
Juan Sebastián Lombo Delgado
La historia de la hacienda Guacharacas ha estado íntimamente relacionada con la vida del expresidente Álvaro Uribe Vélez desde que llegó a ser propiedad de su familia en 1977. Allí han ocurrido hechos fundamentales en su vida: desde el asesinato de su padre, Alberto Uribe Sierra, a manos de guerrilleros de las Farc, hasta su incendio en 1996 por parte de guerrilleros del Eln. Exparamilitares han testificado ante la justicia que, en respuesta a esa quema, Uribe y gente cercana a él crearon un grupo para enfrentar a la guerrilla. La Sala Especial de Primera Instancia Corte Suprema de Justicia llamó a rendir indagatoria al expresidente el próximo 8 de octubre para preguntarle si ha tratado de manipular a los testigos que han declarado en su contra sobre este tema.
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La historia de la hacienda Guacharacas ha estado íntimamente relacionada con la vida del expresidente Álvaro Uribe Vélez desde que llegó a ser propiedad de su familia en 1977. Allí han ocurrido hechos fundamentales en su vida: desde el asesinato de su padre, Alberto Uribe Sierra, a manos de guerrilleros de las Farc, hasta su incendio en 1996 por parte de guerrilleros del Eln. Exparamilitares han testificado ante la justicia que, en respuesta a esa quema, Uribe y gente cercana a él crearon un grupo para enfrentar a la guerrilla. La Sala Especial de Primera Instancia Corte Suprema de Justicia llamó a rendir indagatoria al expresidente el próximo 8 de octubre para preguntarle si ha tratado de manipular a los testigos que han declarado en su contra sobre este tema.
De acuerdo con la matrícula notarial, Guacharacas tiene una superficie aproximada de 1.400 hectáreas, está ubicada en el municipio de Yolombó (Antioquia) y alcanza a llegar hasta San Roque, un municipio azotado por la violencia tanto de guerrillas como del paramilitarismo. Entre sus particularidades está que el río Nus pasa justo por la propiedad y por mucho tiempo fue atravesada por el Ferrocarril de Antioquia, uno de los impulsores de la industrialización del departamento. Para confirmar su peculiaridad está el poliducto Sebastopol, que también pasa por sus terrenos. Todas estás características hicieron de la finca la joya de la corona de los Uribe Vélez.
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En 1977, Alberto Uribe Sierra le compró, junto con la sociedad Escobar Llupia Ltda., la hacienda Guacharacas a los Restrepo, familia de banqueros y comerciantes, miembros de la élite antioqueña de finales del siglo XIX y comienzos del XX. En la tranquilidad del norte de Antioquia, Uribe Sierra desarrolló dos de sus grandes pasiones: la ganadería y la crianza de caballos. Además del barequeo que se realizaba en las orillas del Nus en temporadas de sequía. Todo parecía ir bien para los Uribe Vélez, que en 1981 compraron varios terrenos aledaños para aumentar sus dominios. Guacharacas era el eje de la región. Incluso tenía una escuela a la que iban los hijos de los trabajadores.
El panorama cambió con la llegada de las Farc a la zona y las extorsiones se volvieron el pan de cada día, sobre todo para el dueño de Guacharacas. Uribe Sierra dudaba de regresar a la hacienda, contó el expresidente en su libro No hay causa perdida, pero el 14 de junio de 1983 se enrutó de nuevo a esa tierra en su helicóptero privado, en compañía de sus hijos Santiago y María Isabel. Al poco aparecieron hombres del frente 36 de las Farc, según han relatado el propio expresidente y también el hombre que piloteaba la aeronave de la familia. Tras resistirse a ser secuestrado, Alberto Uribe Sierra fue asesinado en la propiedad que más quería y su hijo Santiago resultó herido por un disparo en la espalda.
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“Trece años después llegó la tragedia final de Guacharacas”, escribió el expresidente Uribe en su libro. El 25 de febrero de 1996, cuando llevaba un año como gobernador de Antioquia, hombres del Eln, bajo el mando de alias Juan Pablo, quemaron la casa principal de la hacienda, se robaron 600 reses y expulsaron a todos los trabajadores de la zona con excepción de uno, que fue asesinado meses más tarde. Fue esta la razón, expuso el exmandatario, que los impulsó a vender la propiedad que alguna vez les dio todo. La compradora fue una empresa llamada Ganados del Norte S.A., cuyos dueños, asegura el expresidente Uribe, eran los herederos de Óscar y Darío Vélez Salazar. La matrícula de la empresa se renovó por última vez en 2010 y su liquidador, según registros de Cámara y Comercio, es Pedro Gallón Henao.*
¿Génesis del bloque Metro?
Dos exparamilitares han declarado que el incendio de la hacienda Guacharacas significó el nacimiento de un grupo paramilitar. Juan Guillermo Monsalve, hijo del mayordomo de la propiedad, Óscar Monsalve, ha atestiguado en varias ocasiones que los hermanos Santiago y Álvaro Uribe, junto con Santiago Gallón y Juan Guillermo Villegas, decidieron enfrentar a los guerrilleros y recuperar el ganado robado. Para ello, dijo, crearon un grupo armado cuya base fue Guacharacas y que, según esa versión, adoptó el nombre de Bloque Metro. El propio Monsalve ha declarado que ese grupo fue el responsable de masacres como la de San Roque, en junio de 1996, “en la que mataron a muchos carniceros que le compraron ganado robado a la guerrilla”.
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Monsalve, que asegura haber sido uno de los primeros miembros de la organización ilegal y era conocido con el alias de “Guacharaco”, aseguró que la base de operaciones de este naciente grupo paramilitar fue la hacienda Guacharacas, que fue vendida a quienes serían socios de vieja data de la familia Uribe. Desde allí, dijo Monsalve, se planeaban las operaciones para vengar el robo de ganado. Para probar sus palabras, aportó material fotográfico en el que aparece con prendas de uso privativo del Ejército en la que sería la finca. Incluso señala que en una de las imágenes se puede ver la casa de la maestra de la escuela de Guacharacas y uno de los garajes de la propiedad.
Esta versión es apoyada por Pablo Hernán Sierra, alias Alberto Guerrero, exjefe del bloque Cacique Pipintá, grupo paramilitar que no se acogió al proceso de Justicia y Paz. Sierra aseguró que uno de los orígenes del bloque Metro fue la quema de Guacharacas, y que sus fundadores fueron los ganaderos, políticos y demás mencionados por Monsalve. También contó, en su testimonio en el caso de Santiago Uribe, que los paramilitares capturaron con vida a alias Juan Pablo y se lo entregaron al Ejército, que, asegura el exjefe paramilitar, lo mató y lo presentó como muerte en combate. El Tiempo registró en 1996 que el entonces gobernador Uribe felicitó la acción militar y ofreció el pago de una recompensa.
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El 28 de diciembre de 2006, Ganados del Norte vendió Guacharacas a Marta Lucía Ocampo, quien, según registros de El Tiempo de 1997, era esposa de Pedro David Gallón Henao. Por siete años apareció en los registros como propietaria, hasta que se hizo un traspaso en 2013 a Gramalote Colombia Limited. Allí, el nombre de Álvaro Uribe volvió a aparecer. En los terrenos donde estaba la hacienda se está desarrollando la exploración de Gramalote, uno de los proyectos mineros más importantes de Antioquia, liderado por las empresas B2 Gold y Anglo Gold Ashanti. Esta última fue una de las multinacionales con más títulos mineros entregados en el gobierno de Álvaro Uribe, como muestran los datos de Ingeominas.
En el Plan Nacional de Desarrollo Minero con miras a 2019, entregado en 2006, ya se establecía el norte de Antioquia como eje de la explotación aurífera. Pero solo hasta el Plan a 2025 (gobierno Santos) se reveló la importancia de Gramalote: cerca de 3,85 millones de onzas de oro durante la vida de la mina, dato certificado por la propia Anglo Gold. Los cuestionamientos al proyecto comenzaron a llegar desde 2011 de parte de medios periodísticos como La Silla Vacía y organizaciones como Fundación Ideas para la Paz, que señalaron que el desarrollo de este proyecto se empezó a explorar durante el gobierno Uribe y que la evidencia de esa relación cercana eran sus exfuncionarios en cargos claves del consorcio, como Julián Villaruel, director de Ingeominas entre 2005 y 2007, en la dirección operativa.
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Ante los señalamientos, Anglo Gold Ashanti reconoció a este diario que Villaruel fue director operativo del proyecto, aunque aseguró que hace más de cinco años salió de la compañía. La multinacional también explicó que ya se aclararon los problemas con las licencias ambientales, otra crítica que había recibido: “Se siguieron los términos de referencia específicos para el proyecto Gramalote, emitidos el 4 de septiembre de 2012 por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA)” y se incluyeron “las normas de desempeño de la Corporación Financiera Internacional (IFC)”. Al darse cumplimiento a estas dos exigencias, la ANLA otorgó la licencia el 29 de marzo de 2016.
Esta, en resumidas cuentas, es la historia de la hacienda Guacharacas. El expresidente Álvaro Uribe ha dicho que nunca volvió a la hacienda Guacharacas después de que su padre fue asesinado allí por las Farc. Por eso, dice, no es posible que los señalamientos en su contra sean ciertos. Además, ha calificado tanto los testimonios de Monsalve como de Sierra de mentirosos en reiteradas ocasiones. Incluso llegó a enfrentar al exlíder del Bloque Cacique Pipintá en la W Radio , el pasado 19 de septiembre, y dijo que ni él ni su familia promovieron la creación del Bloque Metro, como los dos exparamilitares en prisión señalaron. Luego concluyó: “Los abogados tienen pruebas comprometedoras para estos falsos testigos”.
*Nota de la editora: en la edición original de este artículo se informó que la empresa Ganados del Norte pertenecía a los hermanos Pedro y Santiago Gallón Henao. Con base en información enviada por el expresidente Uribe, este diario modificó la información: la empresa pertenecía a los herederos de Óscar y Darío Vélez Salazar. Su liquidador fue Pedro Gallón Henao.