El alcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, está de nuevo en la mira de las autoridades. La Procuraduría lo viene investigando por darle una bofetada al concejal de esa ciudad John Claro, ahora está vinculado a un proceso por supuestas irregularidades en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Floridablanca.
Hernández Suárez fue vinculado a la investigación que está en marcha desde octubre pasado, en su condición de presidente de la Junta del Área Metropolitana de Bucaramanga y no como mandatario local. En concreto, se le cuestiona por la supuesta expedición irregular del acuerdo metropolitano No. 20 del 26 de octubre de 2017, en el que se declaró concertado el proyecto de revisión y ajuste del POT.
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Junto con Hernández, fueron vinculados al proceso Raúl José Lacouture Daza, secretario General del Ministerio de Vivienda y a José Vicente Casanova Roa, subdirector de Servicios Administrativos de esa cartera. En este caso ya se le abrió investigación al alcalde de Floridablanca, Héctor Mantilla Rueda; al director de la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, Martín Camilo Carvajal, y a nueve concejales.
La Procuraduría investiga presuntas faltas disciplinarias que se habrían cometido al “realizar cambios en el uso del suelo de terrenos de Riquote Alto, que al parecer dejaron de ser rurales para convertirse en urbanos, lo que permitiría la construcción de edificios en la zona”.
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Cabe recordar que por la agresión al concejal Claro, ocurrida en noviembre pasado en medio de una conversación, la Procuraduría había suspendido a Hernández por tres meses. No obstante, el mandatario fue reincorporado a su cargo por medio de una decisión judicial.