Plantón para conmemorar a los periodistas ecuatorianos asesinados

El viernes pasado se confirmó el asesinato de los tres trabajadores de El Comercio de Ecuador, Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Serraga, que fueron secuestrados el pasado 26 de marzo en la frontera con Colombia por el frente Óliver Sinisterra, comandado por alias Guacho, mientras hacían un cubrimiento periodístico. En Ecuador, las reacciones de protesta y dolor han sido la regla general para la población. En Colombia, el Gobierno Nacional ha dado pocas muestras de solidaridad, pero el gremio periodístico ha tratado de apoyar a sus colegas ecuatorianos. 

(Vea: Santos admite que periodistas ecuatorianos fueron asesinados en Colombia)

Por eso, este lunes se realizaró un plantón frente a la embajada de Ecuador en Bogotá, en la que periodistas, fotógrafos y trabajadores de diferentes medios demostraron su apoyo a las familias de los afectados y su repudio hacia el asesinato del equipo periodístico del diario El Comercio. Este medio, en la edición que circuló el sábado pasado -un día después de que el presidente Lenín Moreno confirmara la muerte de sus dos periodistas y su conductor-, exigió explicaciones tanto a su propio gobierno como al colombiano. En más de 100 años de existencia, El Comercio nunca había vivido una situación semejante. Tampoco el Ecuador.

"Queríamos expresar la solidaridad a los colegas del diario El Comercio y la solidaridad a sus familias. Exigimos un poco de respeto para los periodistas y todo el gremio, para que nosotros no estemos involucrados en un conflicto que no es de nosotros cuando estemos cubriendo informaciones de orden público", manifestó la fotógrafa Liliana Toro. 

“No dejen de criticar, sabemos reconocer nuestros errores y todo esto nos permitirá reconocer si los ha habido. El pueblo ecuatoriano es generoso, perdona cuando uno comete errores, lo que no perdona es que se le mienta, y yo no voy a mentir”, dijo el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, cuando anunció que el equipo de El Comercio había sido ejecutado, tal como lo demostraban unas fotos que fueron enviadas a Noticias RCN.

(Le puede interesar nuestro reportaje de la edición dominical: Javier, Efraín y Paúl: a Ecuador siempre le faltarán tres)

En representación al gremio periodístico en el Colombia, Pedro Vaca, director de la Fundación para la Libertad de Prensa, también se manifestó: "Ojalá podamos enviar al mundo una imagen menos vergonzosa y más digna desde Colombia. A los colegas periodistas y a quienes creen en las libertades civiles como base la democracia les extendemos esta invitación”.

En este momento, hay tres asuntos claves alrededor de este crimen: la responsabilidad de ambos gobiernos que exigen las familias de las víctimas, las operaciones militares que se lanzaron para buscar a Guacho y la recuperación de los cuerpos de Ortega, Rivas y Segarra. Sobre esto último parece que no hay buenas noticias por ahora: este lunes, el Óliver Sinisterra informó que no había garantías para entregar los cuerpos y que, por ende, suspendía el operativo humanitario para ello. El Comité Internacional de la Cruz Roja sigue a la espera de poder intervernir para poder darles los restos a las familias.  

El viernes pasado se confirmó el asesinato de los tres trabajadores de El Comercio de Ecuador, Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Serraga, que fueron secuestrados el pasado 26 de marzo en la frontera con Colombia por el frente Óliver Sinisterra, comandado por alias Guacho, mientras hacían un cubrimiento periodístico. En Ecuador, las reacciones de protesta y dolor han sido la regla general para la población. En Colombia, el Gobierno Nacional ha dado pocas muestras de solidaridad, pero el gremio periodístico ha tratado de apoyar a sus colegas ecuatorianos. 

(Vea: Santos admite que periodistas ecuatorianos fueron asesinados en Colombia)

Por eso, este lunes se realizaró un plantón frente a la embajada de Ecuador en Bogotá, en la que periodistas, fotógrafos y trabajadores de diferentes medios demostraron su apoyo a las familias de los afectados y su repudio hacia el asesinato del equipo periodístico del diario El Comercio. Este medio, en la edición que circuló el sábado pasado -un día después de que el presidente Lenín Moreno confirmara la muerte de sus dos periodistas y su conductor-, exigió explicaciones tanto a su propio gobierno como al colombiano. En más de 100 años de existencia, El Comercio nunca había vivido una situación semejante. Tampoco el Ecuador.

"Queríamos expresar la solidaridad a los colegas del diario El Comercio y la solidaridad a sus familias. Exigimos un poco de respeto para los periodistas y todo el gremio, para que nosotros no estemos involucrados en un conflicto que no es de nosotros cuando estemos cubriendo informaciones de orden público", manifestó la fotógrafa Liliana Toro. 

“No dejen de criticar, sabemos reconocer nuestros errores y todo esto nos permitirá reconocer si los ha habido. El pueblo ecuatoriano es generoso, perdona cuando uno comete errores, lo que no perdona es que se le mienta, y yo no voy a mentir”, dijo el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, cuando anunció que el equipo de El Comercio había sido ejecutado, tal como lo demostraban unas fotos que fueron enviadas a Noticias RCN.

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En representación al gremio periodístico en el Colombia, Pedro Vaca, director de la Fundación para la Libertad de Prensa, también se manifestó: "Ojalá podamos enviar al mundo una imagen menos vergonzosa y más digna desde Colombia. A los colegas periodistas y a quienes creen en las libertades civiles como base la democracia les extendemos esta invitación”.

En este momento, hay tres asuntos claves alrededor de este crimen: la responsabilidad de ambos gobiernos que exigen las familias de las víctimas, las operaciones militares que se lanzaron para buscar a Guacho y la recuperación de los cuerpos de Ortega, Rivas y Segarra. Sobre esto último parece que no hay buenas noticias por ahora: este lunes, el Óliver Sinisterra informó que no había garantías para entregar los cuerpos y que, por ende, suspendía el operativo humanitario para ello. El Comité Internacional de la Cruz Roja sigue a la espera de poder intervernir para poder darles los restos a las familias.