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La diputada Margarita Balén, la excandidata a la Cámara de Representantes Lilibeth Llinás, el exconcejal Aissar Castro, los concejales Aissar Castro Bravo y Juan Carlos Zamora, y los diputados Jorge Rangel Bello y Vicente Támara no aceptaron formar parte del entramado de corrupción que tiene en la cárcel a la senadora electa Aída Merlano.
(En contexto: El expediente de Aída Merlano)
Así se lo dijeron a un juez de Barranquilla, durante la audiencia de imputación de cargos en la que la Fiscalía les imputó los delitos de concierto para delinquir y corrupción al sufragante. Según la investigación, los siete políticos habrían ayudado a Merlano a conformar un grupo de trabajo para la compra de votos para las elecciones de marzo pasado.
Por este mismo caso, que la Fiscalía bautizó con el nombre de Casa Blanca, Aída Merlano está presa en la cárcel El Buen Pastor. La Corte Suprema la investiga por los delitos de corrupción al sufragante agravado, retención y posesión ilícita de cédulas, fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego y concierto para delinquir.
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El testigo estelar del proceso ha sido Francisco Rafael Palencia, un hombre que le contó a las autoridades con lujo de detalles cómo Merlano y los políticos hoy en líos con la justicia habrían montado un gigantesco fraude electoral desde un inmueble ubicado en el barrio El Golf en Barranquilla, que todo el mundo denominaba Casa Blanca o Comando.
Según relató a la Corte Suprema, Merlano y su grupo político, a punta de fajos de dinero supuestamente han venido amañando las elecciones locales, regionales y nacionales desde el año 2015. Para ello, el testigo relató intimidades de lo que vio como coordinador de la campaña al Senado de Merlano en 2018. Para empezar, contó las minucias de la operación necesaria para aceitar un ejército de votantes.
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“La cabeza de todo era la doctora Aída Merlano, ella misma daba las instrucciones (…) Como ese voto era comprado, no se podía permitir margen de error (…) Yo soy líder de Aída Merlano, tengo mi carné que me acredita y con ese carné era la única forma en que se podía ingresar a Casa Blanca, porque allí no podía entrar nadie, ni siquiera un acompañante, ni esposa, ni hijos”, le narró a la Corte el testigo Palencia.
Merlano, por su parte, ha reiterado que es inocente y nada tiene que ver con compra de votos. En las últimas semanas ha emprendido una batalla jurídica para que pueda posesionarse como senadora. Hasta ahora, ninguna autoridad le ha dado ese aval y, por eso, sigue recluida en la cárcel El Buen Pastor. Se espera que en los próximos días se falle una tutela que la senadora electa presentó para que pueda posesionarse.
La audiencia en contra de los siete implicados seguirá el próximo viernes 3 de agosto. Se espera que ese día la Fiscalía presente ante el juez del caso la solicitud de medida de aseguramiento en contra de los implicados.