Tribunal Superior de Cúcuta confirmó absolución del coronel (r) William Montezuma
El alto oficial retirado fue llamado a juicio por el asesinato de tres integrantes de una misma familia en Cúcuta. Siempre se declaró inocente.
Redacción Judicial
El oficial retirado de la Policía William Montezuma fue absuelto en segunda instancia en el caso que se seguía en su contra por un asesinato colectivo. Supuestamente, él había ordenado la ejecución de María Ruth y José Antonio Granados y su madre, Virginia Contreras, en julio de 2003 en Cúcuta. Se trataba de un enrevesado expediente en el que Montezuma fue señalado de haber tenido nexos con grupos paramilitares en Norte de Santander mientras comandaba la Sijín de la Policía.
La justicia, sin embargo, concluyó que la Fiscalía no había hecho la tarea de comprobar de manera irrefutable que Montezuma efectivamente había dado esa orden. Así se advirtió en primera instancia, en septiembre del año pasado. Los principales testigos en contra del coronel retirado, Albeiro Valderrama, Orlando Bocanegra y Mauricio Moncada, eran considerados fichas claves para el proceso porque ellos mismos admitieron su responsabilidad en el crimen. No obstante, el Tribunal Superior de Cúcuta, al igual que el juez de primera instancia, concluyó que sus testimonios no tenían mucho sentido.
“Si bien es cierto existe un señalamiento expreso de estas personas en contra del procesado -se lee en el fallo, conocido por El Espectador-, de la revisión detallada de sus declaraciones se pueden colegir una serie de inconsistencias que en cierto modo minan su credibilidad” sobre la participación” del coronel (r) Montezuma. Cosas simples. Por ejemplo, los tres testigos dijeron que habían reconocido al oficial tras verlo en televisión. No obstante, dijo el Tribunal, “se encuentra probado que el coronel Montezuma no tiene registros televisivos”.
Peor aún, el Tribunal Superior de Cúcuta le hizo un jalón de orejas a la Fiscalía por su “gran incoherencia”: a la vez que Valderrama, Bocanegra y Moncada le servían a la Fiscalía como testigos en contra de William Montezuma, fueron llamados a juicio por la Unidad de Falsos Testigos, que consideró sus declaraciones contra el oficial (r) de la Policía “mendaces y abiertamente contrarias a la realidad fáctica de este sumarial”. Se trata de una “contradicción evidente”, resaltó el Tribunal.
Para el Tribunal de Cúcuta, también fue muy importante la versión que entregó sobre Montezuma el exjefe paramilitar Jorge Iván Laverde Zapata, alias el Iguano, cuya colaboración con la justicia -dijo el Tribunal- ha sido “eficaz”. El Iguano aseguró que era él quien manejaba todas las alianzas entre los paramilitares de Norte de Santander y los oficiales de la Fuerza Pública, y que en su nómina nunca figuró el nombre de William Montezuma.
Montezuma ha lidiado con investigaciones penales desde 2011, justo antes de que se decidiera si era llamado a hacer el curso de ascenso para general, y no es solo por este caso. Enfrenta también un proceso por la desaparición del subintendente Luis Antonio Mora Chaustre, a quien su familia vio por última vez el 11 de marzo de 2006. Justamente, es martes 21 de marzo, ese juicio llega a su final: Fiscalía, Procuraduría y Defensa presentarán sus argumentos finales. La Fiscalía quiere su condena; Montezuma, por su parte, reitera que en ese proceso también es inocente.
El oficial retirado de la Policía William Montezuma fue absuelto en segunda instancia en el caso que se seguía en su contra por un asesinato colectivo. Supuestamente, él había ordenado la ejecución de María Ruth y José Antonio Granados y su madre, Virginia Contreras, en julio de 2003 en Cúcuta. Se trataba de un enrevesado expediente en el que Montezuma fue señalado de haber tenido nexos con grupos paramilitares en Norte de Santander mientras comandaba la Sijín de la Policía.
La justicia, sin embargo, concluyó que la Fiscalía no había hecho la tarea de comprobar de manera irrefutable que Montezuma efectivamente había dado esa orden. Así se advirtió en primera instancia, en septiembre del año pasado. Los principales testigos en contra del coronel retirado, Albeiro Valderrama, Orlando Bocanegra y Mauricio Moncada, eran considerados fichas claves para el proceso porque ellos mismos admitieron su responsabilidad en el crimen. No obstante, el Tribunal Superior de Cúcuta, al igual que el juez de primera instancia, concluyó que sus testimonios no tenían mucho sentido.
“Si bien es cierto existe un señalamiento expreso de estas personas en contra del procesado -se lee en el fallo, conocido por El Espectador-, de la revisión detallada de sus declaraciones se pueden colegir una serie de inconsistencias que en cierto modo minan su credibilidad” sobre la participación” del coronel (r) Montezuma. Cosas simples. Por ejemplo, los tres testigos dijeron que habían reconocido al oficial tras verlo en televisión. No obstante, dijo el Tribunal, “se encuentra probado que el coronel Montezuma no tiene registros televisivos”.
Peor aún, el Tribunal Superior de Cúcuta le hizo un jalón de orejas a la Fiscalía por su “gran incoherencia”: a la vez que Valderrama, Bocanegra y Moncada le servían a la Fiscalía como testigos en contra de William Montezuma, fueron llamados a juicio por la Unidad de Falsos Testigos, que consideró sus declaraciones contra el oficial (r) de la Policía “mendaces y abiertamente contrarias a la realidad fáctica de este sumarial”. Se trata de una “contradicción evidente”, resaltó el Tribunal.
Para el Tribunal de Cúcuta, también fue muy importante la versión que entregó sobre Montezuma el exjefe paramilitar Jorge Iván Laverde Zapata, alias el Iguano, cuya colaboración con la justicia -dijo el Tribunal- ha sido “eficaz”. El Iguano aseguró que era él quien manejaba todas las alianzas entre los paramilitares de Norte de Santander y los oficiales de la Fuerza Pública, y que en su nómina nunca figuró el nombre de William Montezuma.
Montezuma ha lidiado con investigaciones penales desde 2011, justo antes de que se decidiera si era llamado a hacer el curso de ascenso para general, y no es solo por este caso. Enfrenta también un proceso por la desaparición del subintendente Luis Antonio Mora Chaustre, a quien su familia vio por última vez el 11 de marzo de 2006. Justamente, es martes 21 de marzo, ese juicio llega a su final: Fiscalía, Procuraduría y Defensa presentarán sus argumentos finales. La Fiscalía quiere su condena; Montezuma, por su parte, reitera que en ese proceso también es inocente.