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Fue uno de los militares más laureados de su época. Sus resultados operaciones y conocimiento en diferentes temas estratégicos fueron su carta de presentación cuando llegó como jefe de la Sijín de la Policía a Cúcuta (Norte de Santander) en abril de 2003 para contrarrestar el accionar delincuencial de los paramilitares en la región y los problemas de orden público que se registraban en la zona fronteriza.
Sin embargo, el nombre del coronel William Alberto Montezuma apareció pocos años después en diferentes declaraciones de desmovilizados de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) como el determinador del asesinato de tres miembros de una familia en hechos registrados el 23 de julio de 2003 en el barrio Los Alpes de la capital nortesantandereana. Estas personas eran familiares del jefe del ELN de la región, alias ‘El Puma’.
Los desmovilizados del Frente Fronteras de las AUC le manifestaron a la Fiscalía que el coronel se reunió en un restaurante con los comandantes paramilitares para planear y ejecutar el crimen de estas tres personas. Los tres postulados dieron detalles de los hechos que rodearon el encuentro, la planeación del triple homicidio y las relaciones que tenía Montezuma con la estructura ‘para’.
Estas declaraciones fueron la base para abrir un expediente en contra del coronel quien fue llamado a indagatoria en septiembre de 2011 por el delito de concierto para delinquir en la modalidad de conformar grupos al margen de la ley. El fiscal del caso ordenó medida de aseguramiento en su contra mientras se adelantaban la recolección de elementos probatorios.
Su caso pasó al despacho del fiscal noveno especializado que consideró en mayo de 2012 que no existían elementos materiales para vincularlo oficialmente a un proceso penal, hecho por el cual ordenó su libertad inmediata. El coronel, quien se encontraba en curso de ascenso, aseguró en ese momento que se trataba de un montaje para dañar su carrera.
Pese a esto, la Fiscalía Cuarta Delegada ante el Tribunal Superior de Bogotá le dio validez a las declaraciones de los tres postulados en contra del coronel, haciendo referencia a que sus declaraciones tenían coherencia frente al tiempo, modo y lugar en el que se habría planeado el homicidio de estas tres personas. (Ver Mancuso pidió dejar en limpio a Pedreros y “joder” a Montezuma: exparamilitar)
Debido a esto emitió resolución de acusación en su contra y ordenó su captura para que respondiera en juicio. En el proceso penal se aseguró que Montezuma hacía parte de ese grupo de funcionarios y miembros de las Fuerzas Militares que hacían parte de “la nómina paralela” de las AUC en diferentes regiones del país. (Ver Un plan para enlodar al coronel Montezuma)
Para el ente investigador, el coronel había conformado una especie de alianza criminal con los paramilitares con el fin de demostrar resultados en contra de los grupos guerrilleros que también delinquían en la región. Argumentos que fueron rechazados y refutados por la defensa del oficial en retiro.
Para el abogado Élmer Montaña existía evidencia que permitía soportar la teoría de una incriminación en contra del coronel como parte de una retaliación por los operativos adelantados en contra de las estructuras paramilitares, así como la negativa de unírseles para adelantar actividades ilegales.
Estos argumentos fueron avalados por el juez especializado de Norte de Santander que las pruebas recolectadas en el juicio además de permitir inferir que no existió la alianza criminal, permitieron verificar que existieron órdenes directas para manchar el nombre del uniformado quien incluso fue declarado objetivo militar por el jefe de las AUC en Norte de Santander.
El despacho judicial calificó como “inverosímil” el hecho que en tiempo récord el coronel conformara una alianza de tal tipo con los paramilitares. Detalló además que existen varios testimonios que dejan entrever el interés que tenía la estructura para “embalar” al coronel en un proceso judicial con el único fin de sacarlo del camino.
Para esto, señala, existe un testimonio que hace referencia a la entrega de dinero con el fin de declarar en contra de Montezuma, así como la presión que existió en contra de los tres postulados para que testificaran y así obtener beneficios de la justicia. En su concepto se intentó “incriminar a una persona totalmente inocente” de un triple asesinato y de tener vínculos con ‘paras’.
“No hay una prueba directa, sólida y contundente”, concluyó el despacho judicial que absolvió al coronel y ordenó su libertad inmediata. En el fallo se compulsan además copias para que se investiguen a los postulados por afectar la investigación con información falaz.